De las provincias del norte argentino, Chaco es la que más contagios de coronavirus tuvo y, por lo tanto, donde mayores medidas de restricción de circulación se aplicaron durante la pandemia. A finales de junio, la cifra de infectados por COVID-19 era de 1961 y 96 los pacientes fallecidos por esta causa.
Ese mismo mes, la consultora local Valle Lisboa Asociados realizó un estudio sobre la opinión pública y la percepción de la problemática mundial en el Gran Resistencia.
El segmento de población estudiado fue el de los mayores de 16 años que residen en el departamento San Fernando, es decir la ciudad de Resistencia y los municipios de Barranqueras, Puerto Vilelas y Fontana.
Del análisis surgió que la mayor preocupación de los chaqueños era la posibilidad de un colapso del sistema de salud pública por la cantidad de contagios.
En segundo lugar, el miedo a contraer el virus y contagiar a terceros sin saberlo. En tanto, como tercer temor se encuentra por la posibilidad de que una persona cercana se contagie y muera.
Por último, la investigación concluyó que los chaqueños tienen un gran miedo de contagiarse.
Medidas del Gobierno
Cuando la pandemia sorprendió a Chaco, el Gobierno provincial tomó una serie de medidas, incluso semanas antes que el Gobierno nacional decrete el aislamiento social preventivo y obligatorio.
La primera decisión del Gobernador, Jorge Capitanich, fue la de restringir completamente la circulación de personas en la calle. Luego suspendió las clases presenciales, mientras que tiempo después anuló los recorridos del transporte público en el área metropolitana.
De las tres medidas tomadas, dos fueron especialmente apoyadas por 7 de cada 10 chaqueños encuestados: la reducción de circulación y el cese de clases presenciales en escuelas.
En ese sentido, la consultora advirtió que los informes revelaron que “el 67% de los consultados manifestó estar de acuerdo con el cierre perimetral de los barrios en los que se presentan casos de COVID-19 como una medida efectiva para evitar la transmisión comunitaria, y 7 de cada 10 indicó que cumplió estrictamente la cuarentena”.
Por otro lado, el 63% consideró que la suspensión del transporte fue una medida efectiva para evitar los contagios y el 21% consideró que tal vez haya resultado efectiva.
Asimismo, respecto a la restricción de circulación, el 71% solamente salió de sus casas para hacer compras y casi el 40% manifestó ser trabajador exceptuado. Además, casi la mitad dijo haberle resultado sencillo tramitar el respectivo permiso de circulación.
También la investigación también determinó que existió un 50% de aprobación con respecto al accionar de las fuerzas de seguridad, más allá del polémico hecho de violencia policial contra jóvenes de la comunidad qom de Fontana.
Sobre el cierre de las escuelas para clases presenciales, el estudio reveló que existe un consenso mayoritario en los consultados respecto de que serán efectivas si se mejora el sistema.
A su vez, se puede apreciar que, al menos hasta junio, los chaqueños no se sentían preparados para el regreso a las aulas. En tanto que, un sector advirtió que era “poco probable” el retorno de forma presencial a las escuelas.
Protocolos sanitarios
El sondeo también reveló que otro miedo de los chaqueños se relacionaba directamente con el hecho de que el Gobierno debe priorizar la salud y que la discusión salud vs. economía es falsa ya que, la segunda es menos primordial pero igual de importante.
En contexto de cuarentena, los comerciantes atravesaron un momento de cese total de actividades comerciales no esenciales. A lo que sobrevino una fuerte crisis por la falta de ingresos.
Para reactivar el rubro comercial, el Gobierno provincial junto a sindicatos, a través de los ministerios de Salud y de Gobierno, establecieron protocolos sanitarios para cada sector económico.
Sobre esa medida, la consultora Valle Lisboa, analizó las respuestas de los encuestados quienes, consideraron que más del 86% de los comercios cumplen los protocolos de salud (40%), o los cumplen a medias (46%) pero a la vez entienden que, en los espacios públicos, bancos o comercios, “es la gente quien no respetó tales protocolos (18%) o los respeta a medias (51%)”.
Al día de hoy, el aislamiento social en Chaco ya no existe. A través del Plan de Desescalada, el Estado provincial por decreto estableció la apertura de actividades comerciales no esenciales, reactivó el transporte público, permitió el ejercicio de deportes y reuniones familiares. Solo resta que se habiliten las clases presenciales.
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