El próximo 3 de noviembre, el actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, irá como candidato del Partido Republicano en busca de su reelección. Su principal contrincante es el demócrata Joe Biden, quien fue, nada más ni nada menos, vicepresidente de Obama desde 2008 a 2016.
Trump repetirá la fórmula exitosa con Pence , con quien ya prometieron “10 millones de puestos de trabajo en los 10 primeros meses”. Además, fueron contra el socialismo y reivindicaron su condición de ser una nación provida.
El actual presidente profundiza su mensaje populista en un contexto no muy favorable. La crisis sanitaria que atraviesa Estados Unidos, siendo el país con más infectados por COVID-19 y los distintos movimientos sociales que desembocan de los distintos abusos policiales, hacen que la imagen del Presidente no sea la óptima a dos meses de las elecciones.
“Es la elección más importante de la historia de nuestro país” Donald Trump, presidente y candidato.
Como era de esperarse, las comparaciones extremistas y las comparaciones fantásticas no se hicieron esperar; la fórmula Trump – Pence sentencia que “nuestro país (por Estados Unidos) puede girar en una dirección horrible o puede seguir por donde va” aludiendo de la posibilidad de que Biden asuma y “cierre el país”.
Recordemos que Trump ha llevado a cabo durante su mandato, que arrancó en enero de 2017, una serie de decisiones y declaraciones polémicas. Especialmente, hizo foco en las cuestiones migratorias y sociales, con su famosa promesa de “hacer un muro” con México. Sin mencionar las constantes tensiones militares con Corea del Norte e Irán. Además de su polémica postura respecto al COVID-19.
Biden corre con ventaja
A poco más de dos meses para las elecciones presidenciales, Joe Biden, candidato demócrata, tiene cierta ventaja en las encuestas preliminares de imagen y aceptación de los electores.
En las elecciones anteriores, la candidata del mismo partido que Biden, Hillary Clinton, ganó en las elecciones, pero como Estados Unidos tiene un sistema regido por el Colegio Electoral con elección indirecta, cuando la votación pasó a segunda instancia y Clinton no consiguió los votos necesarios de los representantes (250 votos) y terminó siendo derrotada por Trump.
Es decir: los electores votan por representantes en cada Estado y luego estos deben decidir quién será el presidente. El candidato presidencial que llegue a más de 250 votos electorales gana la presidencia.
Por eso, no siempre el que saca más votos en la primera instancia es finalmente el presidente de los Estados Unidos.
Volviendo a Joe Biden…
El “Tío Joe”, este político que inició su carrera en el Senado de su país en 1973, es heredero de una línea política progresista tras haber sido ladero de Obama durante su mandato. Esta no será la primera vez que intentará llegar a la Casa Blanca como máximo mandatario, puesto que lo intentó sin éxito en 1987.
En esta campaña electoral las encuestas le dan a Biden una ventaja interesante sobre el oficialista Trump. Estas investigaciones previas, le dan a Biden una ventaja con el 49% mientras que Trump, con 41% figura en segundo lugar.
Resumiendo, lo que arrojan estos datos es una baja posibilidad a Trump de repetir su mandato, específicamente de 1 a 3. Pero, ya vimos cómo las encuestas pueden fallar y el actual presidente fue testigo de esto en las últimas elecciones, cuando derrotó a Hillary Clinton con todos los números en contra.
La pandemia del COVID-19 generó importantes disturbios en la economía más pujante del mundo. La mega emisión de 50.000 millones de dólares, sumado a la guerra comercial con China, ponen a Trump en un apriete discursivo del cual deberá salir con propuestas innovadoras y de seguro, un mensaje frontal y agresivo.
Más allá de que las encuestas no son determinantes, Trump pelea cara a cara con Biden para quedarse con el mandato de un país que, en plena pandemia, atraviesa un momento delicado a nivel social.
ADEMÁS EN NEA HOY:
Trump y el COVID-19: bromas, ninguneos y un peligroso relato
