En su tercera gestión como gobernador, Jorge Capitanich presentó el Plan Chaco 2030, en el que plantea erradicar por completo el analfabetismo en la provincia, una lucha que tiene más de 40 años.
Los primeros planes de alfabetización datan de los años 70 cuando el Presidente de la Nación Héctor Cámpora lanzó el plan Campaña de Reactivación Educativa de Adultos para la Reconstrucción (CREAR) en todo el país y en Chaco designó docentes para que encaren el proyecto.
La dictadura militar del 76 eliminó toda posibilidad de generar políticas educativas para las personas analfabetas. Recién en marzo de 1997 el Gobierno Provincial lanzó un plan contra el analfabetismo con la creación del Libro Simple para el Alfabetizador Voluntario de Olinda Montenegro con ilustraciones de Roberto Fontanarrosa.
Ese libro fue reeditado en septiembre de 2004 y lanzado por el presidente de entonces, Néstor Kirchner, cuando presentó el Plan Nacional de Alfabetización. Así, la obra de la profesora Olinda Montenegro llegó a las aulas de todo el país.
En números
En base a los datos arrojados por el último Censo Nacional en 2010 había en el Chaco 44.500 personas mayores de 15 años analfabetas; de las cuales 16.500 fueron alfabetizadas entre 2011 y 2012.
Mediante el desarrollo de políticas públicas destinadas a alfabetizar a la población, de 2013 a 2015 unas 28 mil personas fueron alfabetizadas mediante métodos educativos novedosos que incluyen acuerdos con el Gobierno de Cuba, un país destacado por su sistema educativo.
El 8 de septiembre pasado, el gobernador Jorge Capitanich lanzó un nuevo Plan Provincial de Alfabetización 2020-2021. Tiene como objetivo llegar a 6 mil personas mayores de 15 años que aún no se han alfabetizado, incluyendo a las comunidades de los pueblos originarios y personas en contexto de encierro.
Este programa, tiene estrecha relación con el Plan FINES nacional se implementará en 150 sedes educativas chaqueñas con el fin de que 18.500 personas concluyan sus estudios secundarios.
“Quebrar con la desigualdad estructural depende de la accesibilidad de la población a una educación de calidad que sea inclusiva y gratuita; esto hace que las sociedades sean más justas, equitativas e igualitarias”, dijo Capitanich; al tiempo que recordó proyectos como el “Yo, sí puedo” que contribuyeron a erradicar el analfabetismo en Chaco.
“Yo, sí puedo”
Es un método de alfabetización para adultos desarrollado por la pedagoga Leonela Relys a solicitud de Fidel Castro en Cuba en 2001 que rápidamente se extendió a países de Latinoamérica.
Este método llegó al país a través de la Fundación UMMEP (Un Mundo Mejor Es Posible) en 2003. El proyecto inicial incluyó a Chaco y Corrientes; y Sara Méndez, reconocida docente fue la encargada de coordinarlo en ambas provincias.
En 2012 el programa fue institucionalizado a través de un convenio firmado entre el Gobierno provincial y la Embajada de Cuba en Argentina, creándose así unos 1.500 puntos de alfabetización en Chaco.
“Yo, sí puedo es un método audiovisual muy sencillo porque parte de conocimientos previos del adulto que puede no conocer el alfabeto pero sí conoce los números. A cada una de las letras se les pone un número y por asociación el adulto aprende a leer y escribir”, detalla a NEA HOY Sara Méndez.
También cuenta que el sistema de clases que son pocas y televisadas, el docente que acompaña -que es voluntario- no necesariamente debe ser maestro sino que oficia de alfabetizador y acompaña al alumno.
“En 2013, se graduaron 1000 personas, la mayoría de pueblos originarios en Fuerte Esperanza. Logramos alfabetizar a gran parte de los adultos indígenas de El Impenetrable. En la siguiente gestión no se renovó el convenio con el Gobierno provincial”, relató Sara Méndez.
Un derecho humano
Se entiende por analfabetismo la incapacidad que posee una persona para realizar las operaciones básicas de leer y escribir. La tasa de analfabetismo es el resultado, expresado en porcentaje, del cociente entre la población analfabeta de 10 años ó más y el total de población del mismo grupo de edad.
La alfabetización es un derecho humano y un recurso indispensable para el ejercicio de otros derechos fundamentales. El analfabeto es una persona que por carecer de los conocimientos elementales de lectura y escritura, está excluido de todo y pierde la posibilidad de inclusión laboral digna.
En las últimas dos décadas Chaco avanzó mucho en materia de alfabetización pero la deuda es con esas 6 mil personas que aún no pudieron acceder a una educación. Con el plan lanzado este año, Capitanich busca llegar a la meta de “analfabetismo cero” en 2021.
