La sanidad mundial sigue amenazada por la pandemia del COVID-19, contabilizando más de 43.5 millones de contagios desde que fue declarada la circulación internacional del virus.
Durante las últimas jornadas se vienen registrando picos de contagios, especialmente en el hemisferio norte, haciendo foco en Europa y Norteamérica.
Esta situación llevó a los gobiernos europeos a enfocarse en la contención del COVID-19, imponiendo en la gran mayoría de países, medidas como el toque de queda o cuarentenas para evitar la circulación del virus.
En su última conferencia de prensa, el Jefe de la OMS, Tedros Ghebreyesus, sentenció: “La situación actual en Europa es muy grave, los próximos meses serán difíciles”.
Por su parte, Latinoamérica sigue padeciendo las consecuencias del coronavirus; Brasil lidera los rankings de contagios diarios, pisando los 6 millones de casos. La diferencia con los países del hemisferio norte radica que los países están tomando posturas un poco más laxas, guiados por una disminución de los contagios en sus estudios.
Los 4 países más afectados en Europa
En primer lugar está España. Los ibéricos viven la segunda ola de COVID-19, con masivos contagios diarios y una inestabilidad política que genera incertidumbre sobre el gobierno de Sánchez, quien declaró el Estado de Alarma hasta el 8 de mayo del 2021.
Además, las comunidades autónomas más importantes atraviesan huelgas de los trabajadores sanitarios, quienes se ven desbordados tras una temporada de verano liberada.
Este país supera ampliamente el millón de contagios de COVID-19 y rompió el umbral de las 35.000 muertes.
Por su lado, Italia está en Estado de Emergencia declarado por el Consejo de Ministros de este país. Esto le da facultades al Primer Ministro Conte para tomar medidas en cada gobierno regional.
A partir de esta semana rigen medidas estrictas como el cierre de comercios no esenciales y la restricción para moverse dentro del país. Además de un toque de queda en regiones como Roma a partir de las 21:00 hs.
Italia tiene una tasa de mortalidad más alta que su par español, ya que “apenas” supera los 500.000 mil contagios por COVID-19 pero está muy cerca de los 40.000 decesos.
Del otro lado de los Pirineos, Francia vive sus horas más duras desde que fue declarada la pandemia de COVID-19 en el mundo. El Presidente Macron declaró el Estado de Emergencia y el toque de queda en la zona metropolitana de París y en varias ciudades del país, confinando a más de 40 millones de personas.
El sistema sanitario francés se ve desbordado por la situación epidemiológica. Por ejemplo, en París más del 75% de las camas de terapia intensiva están ocupadas por pacientes con COVID-19.
Por último, el Reino Unido registró 357 muertos en las últimas 24 hs, la cifra más alta de muertes desde el inicio de la pandemia.
Esto los coloca en medio de una situación crítica, llevando al Gobierno a tomar medidas restrictivas: más de 8 millones de personas están bajo confinamiento social.
El virus golpea a Europa del este.
Si bien los países centrales de Europa se llevan toda la atención mediática por cuestiones históricas, turísticas y económicas, los países del este del viejo continente, están siendo azotados por esta segunda ola de contagios.
Polonia, por ejemplo, de 38 millones de habitantes, registró ayer martes más de 15.000 contagios de COVID-19. Esto llevó al Gobierno local a catalogar como zona roja, declarando el toque de queda e impidiendo el movimiento de personas hasta el próximo mes.
Otro ejemplo de esta zona es Eslovenia, este pequeño país, ex Unión Soviética, también vive sus horas más duras de lo que va de la pandemia. El Gobierno esloveno decretó que, a partir del pasado fin de semana, se procederá al cierre de los bares y restaurantes y además, restringe el movimiento interno de personas.
Disconformidad por medidas restrictivas
Europa fue el primer gran damnificado por la pandemia del COVID-19. Durante el pasado invierno europeo, los países vivieron su primera ola de contagios que tiempo después fue “controlada” para poder levantar restricciones para un verano atípico.
Esto trajo graves consecuencias económicas en el sector turístico y gastronómico, especialmente en países como Italia y España. Quienes tuvieron la peor temporada desde que se tiene registro y los comerciantes y vecinos de distintas ciudades sufren sus consecuencias.
La situación actual, repleta de contagios y medidas restrictivas para controlar la situación, generó un cierto malestar en ciudades como Roma o Madrid, donde los comerciantes no ven una unidad política sólida y consideran que las medidas son apresuradas.
El viejo continente vive semanas complejas, la economía y la salud están puestas nuevamente en discusión, como si no fueran dos caras de una misma moneda. Lo cierto es que esta segunda ola de contagios podría ser una enseñanza para los gobiernos regionales para planificar una vuelta a la normalidad más controlada.
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