La polarización de las elecciones norteamericanas está en su pico máximo. A poco menos de una semana del día clave en la vida política de Estados Unidos, los candidatos presidenciales juegan sus últimas cartas para convencer a los votantes.
Sea cual fuere el resultado de las elecciones para presidente de los Estados Unidos, la geopolítica internacional vivirá cambios abruptos, ya que los modelos de país que proponen Trump y Biden son, en muchos puntos, contrapuestos.
Es cierto que conocemos un poco más la forma de gobierno de Donald Trump, quien en cuatro años se ha pronunciado contra minorías, evadiendo temas de desempleo y burlándose de la enfermedad que causó la pandemia más importante de las últimas décadas, siendo que su país es el más afectado del mundo.
Su discurso populista y desmesurado se contrapone en todo sentido al de su oponente Joe Biden, un setegenario que apunta a su primera presidencia y promete profundizar las medidas tomadas por el expresidente Barack Obama.
Las propuestas de Biden
En primer lugar, es importante entender que Joe Biden es el candidato del Partido Demócrata: el sector opositor de la administración Trump.
Joe Biden tiene 77 años, fue candidato a presidente hace varias décadas y acompañó como vicepresidente a Obama. Si llegase a ganar las elecciones presidenciales del próximo martes 3 de noviembre, sería el mandatario más viejo en asumir el poder en la historia de los Estados Unidos.
En términos económicos, Biden plantea algunos puntos muy diferentes a Trump para su posible presidencia: propone un segundo seguro o subsidio por desempleo como consecuencia de la pandemia del COVID-19.
Además, espera poder impulsar una suba considerable en el salario mínimo, elevando la hora de trabajo de $7,5 USD a más de $15 USD, evitando recortes en la seguridad social.
En términos medioambientales, Biden tiene una mirada mucho más progresista que Trump, adhiriendo acuerdos internacionales como el Acuerdo de París, plan que Trump rechaza.
Además, promete una inversión de 2 billones de dólares americanos en energías verdes, con el objetivo de ser 100% sustentables para el 2050.
¿Qué relación se establecería con Latinoamérica?
La cuestión migratoria es una de las grandes banderas que alza Biden a diferencia de Trump.
El actual presidente se ha mostrado públicamente en contra de las corrientes migratorias latinoamericanas, africanas y asiáticas a los Estados Unidos. Recordemos que en su discurso populista prometió la construcción de un muro con México, cuestión que se llevó a cabo a medias.
Con Latinoamérica las cosas cambiarían mucho si Biden es electo. En primer lugar, el candidato demócrata ve al sur del continente como un socio estratégico y no como un inferior. Aquí plantea una inversión millonaria en países como Brasil para mitigar los efectos de la pobreza y la deforestación. Además, ya promete políticas más dinámicas con inmigrantes venezolanos y cubanos, en pos de reforzar las relaciones bilaterales con estos países.
En tanto, los sondeos son claros: desde un primer momento dan como favorito a Joe Biden en los comicios presidenciales. Esto deviene en una serie de factores políticos y económicos que fueron machacando la imagen positiva que tenía Trump en los últimos años.
La pandemia de COVID-19 se cobró cientos de miles de vidas en Estados Unidos y generó una pérdida de empleo similar a la crisis financiera de 2008. A esto se le sumaro las luchas sociales que se fueron dando en muchos puntos importantes del país por cuestiones de raza e igualdad.
Si bien es cierto que las encuestas se equivocaron en las últimas elecciones y que el Presidente Trump se siente victorioso, la disputa es reñida y los estados que más electores poseen para la etapa final de estas elecciones son los que decidirán la suerte de los candidatos en estas presidenciales.
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