Bolivia viene registrando entre 1.000 y 1.200 contagios diarios de coronavirus hace algunas semanas, lo que preocupa a sus autoridades sanitarias y presiona a su debilitado sistema de salud.
Además, la escasez de vacunas y la dependencia de la logística y donaciones de otros países vecinos -como la Argentina- hace que la gran mayoría de su personal sanitario no haya recibido ni una sola dosis de la vacuna contra el COVID-19.
A todos estos factores internos se le suman externalidades que sobrepasan las capacidades instaladas de Bolivia, ya que uno de sus vecinos, Brasil, es una bomba de tiempo epidemiológica para uno de los departamentos bolivianos más fuertes en términos productivos, Santa Cruz.
Es por esto que el actual presidente Luis Arce, representante del partido Movimiento al Socialismo, ordenó por Decreto Supremo, el cierre total de las fronteras de Bolivia con su vecino Brasil, todo esto en el “marco de las medidas para proteger a la población”.
Recordemos que esta zona es neurálgica para la economía boliviana, ya que por allí se exportan a Brasil millones de dólares en productos y materia prima de Bolivia. Además, la actividad fronteriza de los bolivianos con sus vecinos es cotidiana y preponderante para la microeconomía local.
En el marco de las medidas para proteger a la población, instruimos el cierre temporal de fronteras con Brasil, por 7 días. Los ministerios @SaludDeportesBo, @MindeGobierno y de @MRE_Bolivia dispondrán el cierre temporal de otros puntos, en base a la situación epidemiológica. pic.twitter.com/tW5LtzMts9
— Luis Arce Catacora (Lucho Arce) (@LuchoXBolivia) April 1, 2021
El cierre de las fronteras llega en un momento clave, ya que Brasil está inmerso en un colapso sanitario, reportando un promedio de 3.800 a 4.000 muertes diarias por COVID-19.
Además, una inestabilidad política marcada por renuncias y cambios en el gabinete del Poder Ejecutivo, con movimientos en las cúpulas dirigenciales de las Fuerzas Armadas, grandes aliados del Presidente brasilero Jair Bolsonaro.
Por otra parte, en las últimas horas del miércoles, investigadores brasileños y las autoridades sanitarias de este país, informaron la circulación de una mutación de la cepa de Manaos. Esto pone en alerta a Brasil y a sus vecinos.
Esta nueva variante genética del COVID-19 en su cepa de Manaos se da, según las fuentes oficiales del Ministerio de Salud de Brasil, por la convivencia de varias cepas dentro de un mismo territorio.
Es por esto que no se descarta que esta nueva variante de la cepa de Manaos sea una especie de combinación con la cepa detectada en Sudáfrica, que también circula en latinoamérica, como así la Británica.
Por su parte, Bolivia intenta contener su sistema sanitario de manera tal que las nuevas cepas o variantes del COVID-19 no ingresen a su territorio por vías terrestres o aéreas.
En este sentido, el Presidente Arce anunció en su cuenta oficial de Twitter que, todos aquellos extranjeros que ingresen al país, deberán hacer una cuarentena obligatorio de 7 días.
Recordemos que hay varios países latinoamericanos que han tomado medidas similares a Bolivia respecto al ingreso de personas desde Brasil, entre estos Argentina, que restringe los vuelos provenientes de ese territorio.
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