Con solo 25 años, Franco Benítez ya cuenta con una extensa experiencia en el básquet nacional: el jugador habló con NEA Hoy sobre sus orígenes en el Club Unión de Posadas, su paso por Tokio, la llegada a Ferrocarril Oeste y hasta cómo influyó la pandemia en el deporte.
¿Quién es Franco Benítez?
Inició su carrera en el básquet en el Club Unión de Posadas, luego pasó a Tokio, donde tuvo un mayor roce en competiciones nacionales en inferiores antes de pegar el salto a la Liga Nacional.
En el club oriental tuvo varias experiencias en cuadrangulares finales de inferiores y eso le sirvió para mostrarse ante equipos de la máxima competencia. Desde joven pintaba para grandes cosas, sus 1.99 metros y un buen manejo del balón hicieron que pueda alternar por varias posiciones en la cancha.
El salto necesario lo dio al jugar el Torneo Federal con Tokio en 2013. Después de esa etapa, llegó la posibilidad de pasar a Sionista con 18 años y empezar su carrera profesional en el básquet de élite.
Sobre esta situación el alero contó: “Cuando llegue a Sionista me di cuenta lo diferente que era la vida siendo profesional, inconscientemente no sabía lo que era ser jugador de básquet y si bien primero me choqué con una pared, ese camino me ayudo a ser quien soy hoy”.
Su etapa en Ferro
La última temporada, Benítez defendió los colores de Ferro en la Liga Nacional. Tras un buen arranque, el equipo verdolaga se desinfló y terminó peleando por la permanencia, aunque después se quitaron los descensos.
El ex Tokio afirmó: “Ya en Ferro estaba muy preparado, en Hispano me había dado cuenta que estaba al nivel de Liga Nacional de Básquet”.
Durante su última temporada promedió 7 puntos por partido, 3.2 rebotes y 1 asistencia. Este fue su mejor año en números dentro de la Liga Nacional.
El básquet y la pandemia
El jugador debió regresar a Misiones durante el 2020 por la pandemia. Allí entrenó fuertemente para ponerse a punto físicamente.
Sobre lo vivido remarcó: “No era consciente de lo que pasaba en pandemia y al principio estaba contento de estar en casa, pero fue un trabajo psicológico importante para poder regresar de la mejor manera”.
Si bien no tiene definido su futuro, el alero piensa seguir en la élite del básquet argentino y por eso no ha dejado de entrenar en su ex club, Tokio de Posadas.
Para cerrar, celebró las muestras de afecto que le brindan en Posadas cada vez que viene a visitar a su familia y eso le pone muy contento “que lo que hago impacta de buena manera a otras personas”.
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