43 exnumerarias auxiliares públicamente denuncian al Opus Dei por haberlas reclutado engañadas cuando eran adolescentes para hacerlas trabajar como empleadas de limpieza. La denuncia se realizó a través de una nota en el diario La Nación, en donde las mujeres exponen sus experiencias en la institución.
Habiendo trabajado durante dos o tres décadas para la institución sin recibir compensación alguna, reclaman una disculpa pública y una compensación económica que les permita acceder a una jubilación.
La mayoría de estas mujeres fueron convocadas cuando aún eran menores de edad. Provenientes de provincias del NOA y NEA. Dicen haber sido convocadas por miembros del Opus Dei que les ofrecieron ir a Buenos Aires para estudiar carreras de hotelería o administración, pero afirman que una vez allí las hicieron trabajar como mucamas sin salarios ni aportes jubilatorios.
Las palabras de Sebastián Sal
Las 43 mujeres están siendo acompañadas por el abogado Sebastián Sal. En una entrevista con LRA 14 de Santa Fe, él afirma que los procedimientos mediante los cuales las mujeres fueron reclutadas y obligadas a permanecer en la institución son similares a los de la trata con fines de explotación laboral.
“El Opus Dei Organizadamente iba a buscarlas a diferentes lugares del interior, se fijaban en familias humildes, en gente que fuera menor de edad y con poca educación”, Sebastián Sal.
Resumiendo los testimonios que se difundieron de las exauxiliares, el abogado recuerda que mientras trabajaban para el Opus Dei, las mujeres no tenían libertad para salir solas a la calle ni realizar llamadas telefónicas.
Periódicamente se les cambiaba de residencia y no tenían acceso a medios de comunicación. A través de charlas y el seguimiento de un “guía espiritual”, se les intentó convencer de que ahora ellos eran su familia, y que el trabajo no remunerado que realizaban era en realidad la misión que dios tenía para ellas, asegura el abogado.
Intentando obtener respuestas más rápidas, optaron por elevar sus reclamos al Vaticano. Se reunieron dos veces con el ministro apostólico en la ciudad de Buenos Aires para informarle lo sucedido y dicen que el Papa Francisco ya está al tanto de la situación, por lo que esperan tener respuestas relativamente pronto.
Investigando al Opus Dei
Paula Bistagnino es una periodista que investiga las prácticas del Opus Dei y acompaña al grupo de exauxiliares en la difusión de su reclamo. En diálogo con NEA HOY nos explica que el conflicto adquiere gravedad por detectarse en el relato de las mujeres una discriminación de clase y de género.
Paula destaca que, si bien la institución admite numerarios femeninos y masculinos, el rol de numerario auxiliar solo lo pueden cubrir las mujeres. Según la periodista esta figura está hecha para poder reclutar mujeres de bajos recursos que sirvan de empleadas domésticas a los otros miembros.
Así como los numerarios, expresa que las auxiliares asumen compromiso de pobreza, castidad y obediencia similares al sacerdocio. Parte del compromiso es donar todas sus pertenencias, dinero y herencias familiares a la institución.
Sin embargo, al ser miembros laicos (que toman compromisos en vez de votos) no entran en la misma categoría jurídica que los sacerdotes o monjas de las Iglesias, que las habría hecho merecedoras de otros beneficios.
“Estas 43 mujeres son las primeras que se juntan y hacen el reclamo, pero hay muchas más que pasaron por lo mismo y tienen más para reclamar, tanto en Argentina como en los 68 países donde funciona el Opus Dei”, Paula Bistagnino.
Los testimonios de estas mujeres se suman a otras voces disidentes nos recordó Paula refiriéndose al documento “Aspectos Críticos de la praxis del Opus Dei” del 2014, firmado por una decena de exnumerarios argentinos y los “opus libros” que cuentan con testimonios de exmiembros de todo el mundo.
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