La empresa Aguas de Corrientes, encargada de proveer agua potable a la ciudadanía, informó que en la capital el consumo diario promedio de una persona es de 164 litros de agua potable. El valor está muy por encima de lo estipulado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que se estima entre los 50 y los 100 litros diarios.
En un contexto en el que el Río Paraná no repunta la altura de su caudal desde junio y sufrió una bajante histórica, el dato preocupó a las autoridades, que llamaron a tomar conciencia a toda la población. Los expertos no prevén que la situación mejore considerablemente en los próximos meses.
Datos preocupantes sobre el uso de agua potable
Los directivos de Aguas de Corrientes señalaron que el consumo mensual promedio de una familia que reside en la capital correntina ronda los 20 metros cúbicos, es decir, 20.000 litros.
A partir de ese número, se calcula que una familia de cuatro personas emplea 655 litros de agua de forma diaria. Por ende, una sola emplearía 163.93 litros para consumo y la realización de tareas cotidianas.
Leopoldo Martínez, interventor del Ente Regulador del Agua, indicó que el consumo mensual mínimo de un hogar es de 10 metros cúbicos, es decir, 10 mil litros y cada domicilio, conectado al servicio de agua corriente, debe pagar por mes esa cantidad, por más de que se emplee un volumen menor.
Alerta por la situación de extrema bajante
El registro actual del río Paraná se acerca al peor en promedio mensual, en más de medio siglo y el Instituto Nacional del Agua advirtió que los posibles escenarios durante los próximos meses son desalentadores.
Cabe señalar que esta bajante extrema es la más prolongada de los últimos 77 años en la cuenca hídrica de los ríos Paraná, Paraguay e Iguazú. Por esto, el Gobierno nacional resolvió declarar el “estado de emergencia hídrica” por 180 días en la región de la cuenca del río Paraná.
El fenómeno afecta a las provincias de Formosa, Chaco, Corrientes, Santa Fe, Entre Ríos, Misiones y Buenos Aires.
La tendencia decreciente podría llegar a ocasionar problemas en el abastecimiento de agua, la energía, la navegación y el riego.
Si bien, hasta el momento, la provisión de agua potable en la ciudad y la provincia está asegurada, los funcionarios piden administrar el consumo y evitar el derroche, particularmente en la temporada de verano.
La postura de los ambientalistas
Luego de conocerse los datos preocupantes sobre el consumo elevado de la población correntina, NEA HOY dialogó con el ambientalista correntino, Luis Martínez, quien señaló que en pocos años un tercio de la población mundial vivirá en zonas con estrés hídrico. Además, ofreció recomendaciones a la ciudadanía para lograr un mayor cuidado del recurso.
“Hoy el Río Paraná no sólo se está quedando sin agua, si no que también estamos haciendo un mal uso de sus recursos, en este caso del agua. La sociedad pasa por alto la necesidad de que todos debemos cuidar y optar por hacer un uso racional del agua”, expresó Martínez.
El ambientalista reconoció también que es imposible pensar en estos días en lavar el auto o regar la vereda debido a la escasez del recurso y señaló que tampoco se puede pasar por alto el problema de la contaminación.
“En ocasiones se extrae agua de alta calidad pero se devuelve al sistema hidrográfico o incluso desechamos en el río productos que contaminan; por ejemplo, plásticos, pesticidas o herbicidas. Esto no afecta solo a la agricultura, ya que las ciudades e industrias también devuelven agua contaminada; ya sean superficiales o subterráneas; y luego los animales terminan bebiéndola y contaminandose”, agregó Martínez.
“El consumo del agua se ha duplicado cada 20 años durante la era moderna, por lo que se calcula que para el año 2025 al menos dos tercios de la población mundial vivirá en zonas con estrés hídrico”. Luis Martínez, ambientalista correntino.
“Si se adoptan medidas para mejorar su uso, se reducirá no sólo su consumo si no que también la contaminación que hacemos al río es importante que cada uno de nosotros nos concienticemos para concientizar”, finalizó Martínez.
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