El pasado 24 de junio, el Congreso nacional sancionó la Ley 27.363, que reconoce el derecho de inclusión laboral a personas travestis, transexuales y transgénero.
Con el objetivo de solicitar la adhesión de Corrientes, un grupo de organizaciones sociales se manifestaron frente a la Casa de Gobierno y aseguraron que continuarán insistiendo hasta que se reconozca este derecho esencial.
Los principales referentes hablan de un “derecho negado durante años” a decenas de personas que integran el colectivo en la provincia y sostienen que la situación “no se puede seguir ignorando“.
“La adhesión a la Ley de Cupo Nacional es necesaria porque las travestis y trans se mueren todos los días por causas evitables”, expresó a NEA HOY Patricia Ramírez, una de las activistas trans que encabezó la sentada frente a la Casa de Gobierno.
Quienes velan por el derecho de acceso laboral para personas trans, travestis y transgénero consideran que la aplicación de la ley nacional tiene una función reparatoria: compensar el daño que, por acción y por omisión, el Estado le provocaron al colectivo.
“Hoy siguen diciendo que nosotres estamos pidiendo privilegios al luchar por una ley de cupo. Comúnmente pasa esto, confunden derechos con privilegios. Lo curioso es que, si alguien ha tenido privilegios en este país, no hemos sido precisamente nosotras”, sostuvo Ramírez, que además integra la organización Frente Transversal y es militante de la Asociación de Transgéneros Travestis y Transexuales de la Argentina (ATTTA), con sede en Corrientes.
Recibir trabajo y cambiar la vida de la comunidad
“Se dice mucho sobre cómo se mejora la vida del colectivo reconociendo este derecho, pero mejoraríamos también al Estado si muchas travestis se incorporaran a trabajar. El Estado provincial debe ampliar su mirada en muchos sentidos”, agregó la activista.
Según explicó, acceder a un puesto de trabajo en el Estado hace que la vida de la persona beneficiada se modifique, pero cuando lo hace un grupo mayor la vida comunitaria cambia totalmente.
A su vez, quienes integran el colectivo trans y trabajan activamente por la adhesión a la Ley Nacional de Cupo Laboral Travesti, Trans y Transgénero sostienen que si este paso se implementara desde el Gobierno correntino, muchas empresas del sector privado lo tomaríar como ejemplo.
El colectivo trans y la condena a la precariedad
“La realidad es que no vas a ver personas travestis trans más que cuando cae la noche y paradas en las “zonas rojas”, comentó conmovida Patricia Ramírez sobre la delicada situación que vive el colectivo de personas travestis, transexuales y transgénero en la provincia.
Además, aseguró: “Hemos sido condenadas a la noche, a la precariedad, a la prostitución, a no poder vivir más de 35 o 40 años; por las enfermedades de transmisión sexual, por las malas praxis, las inyecciones de relleno líquido en los cuerpos, neumonías, pulmonías y demás problemas”.
La activista expresó la difícil realidad de tener que dar entierro a las compañeras que fallecen por abandono y ausencia del Estado y la sociedad. Solo en junio y julio debieron lamentar dos muertes de personas de 32 y 36 años.
“Nuestras vidas se ven truncadas a tan corta edad por qué nos niegan la posibilidad de poder acceder a nuestros derechos; derechos que son humanos y básicos”, Patricia Ramírez, activista por los derechos del colectivo Travesti, Transexual y Transgénero.
Camino a un cambio cultural
La consigna del movimiento, que cada vez recibe más personas, es levantar una bandera unificada y poder mejorar la vida de las compañeras travestis y trans que viven en Corrientes.
“¿Cómo serían los espacios laborales si las personas travestis y trans siguen aún sin ingresar en ellos?”, se preguntan quienes militan para que les sea reconocido el derecho de acceso al trabajo dentro del Estado.
En línea con eso, la activista de ATTTA consideró: “Tenemos mucho que aportar para el cambio cultural, partiendo de nuestra gran capacidad de supervivencia. Hemos sobrevivido a la calle, a la policía, lo hemos hecho para expresar quiénes somos, para hablar por nuestra diferencia”.
El cupo es el método eficaz para mejorar la vida de las personas aquí y ahora. Por supuesto que no todo se agota con esta ley, pero es un gran punto de partida lograr esta adhesión, tras años de lucha, sostienen los diversos organismos que acompañan la demanda.
Logros obtenidos y proyectos para lograr la adhesión provincial
Una “pequeña victoria”, como lo denominan las organizaciones de personas travestis, transexuales y transgénero de Corrientes, para acceder a los derechos laborales fue la adhesión de la Cámara de Senadores de la provincia a la Ley Nacional de Cupo que sancionó el Senado de la Nación.
A partir de esa decisión, el 1% del personal legislativo de dicha Cámara deben ser personas travestis, transexuales y transgénero.
Sin embargo, la necesidad del colectivo requiere de una política superadora; que los sectores mayoritarios en ambas cámaras, es decir, principalmente, los legisladores del oficialismo, acompañen y legislen una ley provincial.
Es necesario, sostienen los sectores que luchan, que, de una vez por todas, como lo ha sabido hacer el Congreso de la Nación, la Provincia de Corrientes se adhiera y legisle a favor de una población que ha vivido toda la vida por fuera del sistema, y continúa, esperando algo tan justo, equitativo e igualitario como el reconocimiento de sus derechos y su lucha constante.
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