Desde el año pasado, el Día del Niño pasó a llamarse Día de las Infancias con el objetivo de incorporar las perspectivas de derechos humanos y visibilizar las distintas formas de la niñez y celebrarlas en la diversidad que existen en el país.
La nueva denominación entonces insta a abandonar la noción androcéntrica de “niño” como sujeto universal y homogéneo, así como también a pensar las infancias desde la pluralidad, reconociendo que cada ser humano tiene diferentes formas de vivirlas. Ese cambio abrió puertas para comenzar a hablar sobre los los juegos y condicionamientos respecto de los estereotipos de género.
También, abre el debate respecto a cómo tratan los adultos a las infancias, qué costumbres se les impone, por qué, cómo cuidarlos y protegerlos respetando su integridad, intimidad, derechos y voluntades.
La ESI para garantizar derechos
La Educación Sexual Integral es una ley que promueve el conocimiento del cuerpo, el respeto a éste desde una perspectiva de derechos. Pensar en las infancias con los lentes de la ESI es invitar a docentes, familias y personas adultas a ejercer la perspectiva de género para visualizar y problematizar los estereotipos y mandatos constituidos socialmente en función de este.
La ESI supone reflexionar y transformar las inequidades que existen en el país y el mundo respecto a las infancias, para garantizar el derecho a vivir una vida sin violencias por cuestiones de género, identidad u orientación sexual.
En el marco del reconocimiento de las infancias como sujetos de derechos, desde el año 2020, en Chaco se creó una mesa interministerial que trabaja en la aplicación efectiva de la Ley en las escuelas y espacios de formación que posee el Estado para docentes. Para eso, se crearon programas provinciales que fortalecen el rol de las escuelas.
Protección de las infancias
Un estudio de UNICEF muestra que en el 70% de los hogares se usan métodos de disciplina que incluyen violencia física o verbal como zamarreos, chirlos, cachetadas, golpes y gritos para “educar” o “reprender” a las infancias. También, han aumentado exponencialmente las denuncias por abuso.
Para garantizar la protección integral de niñas, niños y adolescentes, se gestaron leyes nacionales que, entre otras acciones, establecieron la creación de la Línea 102, oficinas de atención a niños, espacios de recreación y contención. También modificaciones al Código Civil y Comercial que garantiza la protección judicial de las infancias que sufren maltratos.
Los principios de la Línea 102, son reconocidos en la Convención de los Derechos del Niño y la Ley Nacional 26.061 de Protección Integral de los derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes que establece:
- No discriminación: Prevalece la condición de persona por sobre cualquier otra condición.
- Interés superior: se debe brindar la máxima satisfacción integral y simultánea de los derechos y garantías actualmente reconocidos en las leyes. Cuando exista un conflicto entre los derechos de niños, niñas y adolescentes frente a otros derechos igualmente legítimos, prevalecerán los primeros.
- Autonomía progresiva: el derecho a ser oídos y que sus opiniones sean tenidas en cuenta de acuerdo a su madurez y desarrollo.
- Vida, supervivencia y desarrollo.
- Libertad de expresión y derecho a ser oídos.
En Chaco, la Línea 102 recibe llamados las 24 horas los 365 días del año, por casos de abandono, maltrato, situación de calle u otros tipos de vulneración de derechos de niños, niñas, adolescentes y adultos mayores.
El dispositivo de atención posee equipos interdisciplinarios que bajan al terreno a verificar cada caso denunciado que involucre a las infancias e implementan medidas, junto a otras áreas del Estado y el Poder Judicial, tendientes a la restitución de derechos que han sido vulnerados en la infancia y adolescencia.
Estereotipos que afectan a la niñez
Las diferencias respecto al comportamiento que se espera de un varón o de una mujer, se van transmitiendo a lo largo de la infancia, se naturalizan, son patriarcales y no reconocen otro tipo de identidades de género o autopercepción. Todo es rosa o celeste, varón o mujer, fútbol o muñecas.
Esa costumbre de separar, genera una desigualdad que atraviesa a las infancias y, luego, afecta al desarrollo de la adolescencia y la adultez. La Iniciativa Spotlight, junto con el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad y la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, lanzó la campaña llamada “Sin mochilas”.
Se trata de un experimento en el que participaron niñas y niños. Durante el juego, se deben enunciar frases típicas que se les dice a las infancias sobre las diferencias de género, tales como “el color rosa es de nena”, “los hombres no lloran”, “las niñas no juegan al fútbol”, entre otras. Al escucharlas, las y los participantes que ya antes las habían oído de boca de una persona adulta deben colocar una pelota pequeña dentro de sus mochilas.
Luego, se les pide que jueguen con esa mochila puesta. Al final se les consulta su opinión, en base a su experiencia, sobre el sustento de este tipo de afirmaciones.
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