En los últimos años hubo dos crímenes que sacudieron y conmocionaron a la sociedad de Formosa y que tienen como principales acusados a menores de edad, lo que trae todo un debate sobre este tipo de casos, aunque no todos son iguales.
El primero, fue el de Lucy Juarez, una odontóloga asesinada un 14 de febrero en su casa, con más de 36 puñaladas, por un menor de 15 años que confesó judicialmente ser el autor del hecho en el 2015.
El segundo fue el de Jonathan Lezcano de 16 años, en el año 2018. También en el hecho están involucrados dos menores que eran sus compañeros de colegio. El chico estuvo desaparecido durante varios días y fue hallado muerto en un descampado lindante a la casa de uno de los principales implicados del crimen.
Ambas historias son trágicas y tienen un mismo denominador común: los menores señalados como autores materiales de asesinatos. Además, ambos casos aún esperan una sentencia judicial con una condena firme. ¿Hay consecuencias penales para asesinos menores de edad?; ¿es necesario bajar la edad de imputabilidad?; ¿qué pasa en Formosa cuando los menores son acusados de asesinos?
Una opinión como profesional y víctima
Emiliano Lacasa es abogado y uno de los hijos de Lucy Juárez. Detalló a NEA HOY el nuevo avance de la causa que está por cumplir seis años de investigación. Hay tres personas imputadas, uno de ellos tiene falta de mérito, otro quedó procesado por encubrimiento y el menor que confesó ser el autor.
En principio, dijo que en febrero de este año fueron enviadas para analizar y cotejar muestras de ADN entre el menor que confesó el crimen y Lucy; para la próxima semana estarían los resultados.
Sobre la baja de imputabilidad de los menores, el abogado e hijo de la víctima, consideró que el sistema así como está funcionando actualmente no sirve, sentenció y deben replantearse muchos paradigmas que rigen en la provincia. Bajar la edad de imputabilidad sería una de las soluciones porque se debe tratar al menor de 16 años como un imputado con derecho a un defensor, sostuvo.
Asimismo, manifestó que deben existir instituciones especiales para alojar menores, donde se los contenga y reinserte en la sociedad, pero especialmente aplicando políticas preventivas para evitar crímenes.
“Es una herida abierta y un día a día”, dijo Emiliano Lacasa a NEA HOY. En tanto, comentó que familiares, amigos, conocidos y familiares de víctimas de siniestros viales y delitos fueron y siguen siendo un apoyo fundamental.
Asimismo, consideró que por más que al autor del crimen de su madre le den sentencia perpetua o que según establece el código penal son entre ocho y 25 años, “no devuelve la vida de un ser querido”, pero terminar con el caso en la búsqueda de justicia es un alivio.
En tanto, explicó que según la Ley Orgánica del Poder Judicial de Formosa es competencia del Juez de menores cuando el partícipe de un hecho sólo es un menor pero, en el caso de partícipes mayores de edad en complicidad con el menor, es competencia del Juez de Instrucción y Correccional.
El abogado puntualizó que en el caso del menor es el Juez de menores quien decide dónde quedará alojado , al igual que si es peligroso para sí o para terceros. Actualmente, muchos de los menores imputados o con problemas delictuales en Formosa son alojados en el Centro de Atención Integral Juvenil (CAIJu).
El caso de Lucy Juarez
El menor, que en ese entonces tenía 15 años, que confesó judicialmente haber matado de 39 puñaladas a la odontóloga. Relató cómo sucedieron los hechos de aquella fatídica mañana del 14 de febrero y no dejó margen de dudas acerca de su autoría material, por el cuál fue detenido y puesto a disposición de la Fiscalía.
Según se supo, una vez consumado el alevoso asesinato, para el cual actuó solo, el menor se retiró de la casa de Lucy, subió a un colectivo y se dirigió a su casa, donde se acostó a dormir como si nada hubiera pasado.
La guitarra que había robado de la casa de la víctima la entregó posteriormente a su hermana, el teléfono celular lo regaló a un amigo, también imputado en la causa, y la computadora la retuvo porque tenía pensado venderla.
Si bien las averiguaciones del caso fue un hecho casual sin planificación previa, actuó con alevosía y el menor que ya tenía antecedentes por mala conducta y trastornos mentales, se crio en un entorno familiar conflictivo.
La noche anterior al crimen en compañía de un amigo se dirigieron a un bar a cenar y consumir alcohol, después entraron a un local bailable, donde siguieron tomando. El chico contó que también ingirió psicofármacos, lo que combinado con alcohol produce un efecto rebote de excitación y muchas veces hasta de persecución.
Entrada la madrugada se dirigió a la plaza San Martín de Formosa, donde volvió a ingerir más psicofármacos. Desde allí fue caminando por la calle José María Uriburu y entró al pasaje Estrada: estaba sin rumbo y su idea era robar en alguna casa.
Se trepó a un poste de luz, saltó una verja y entró a una casa pero como estaba cerrada se dirigió a una vivienda contigua, donde observó que la puerta estaba abierta, eligiendo como blanco de su acción delictiva.
Contó que entró a la casa y cruzó por un depósito de donde tomó el cuchillo, caminó por el interior de la vivienda y llegó hasta el living, donde tomó la computadora portátil, y en ese instante comenzó a ladrar el perro de la víctima. En ese momento irrumpió la mujer y comenzó a agredir verbal y físicamente al joven, quien sin ninguna contemplación la atacó brutalmente. Después de terminar con la vida de la mujer y robar, prendió fuego el lugar.
La confesión
El menor se declaró consumidor de drogas y fue trasladado primero al área de Salud Mental del Hospital Distrital en Formosa, después fue llevado a Misiones, siguiendo un tratamiento psiquiátrico. Intentó fugarse junto con otros menores pero fue descubierto y apresado antes que gane la calle.
La opinión de un exjuez de menores
Por su parte, el exjuez de menores de Formosa, Carlos Miers sentenció a NEA HOY que está de acuerdo con la baja de imputabilidad de los menores que están en conflicto con la ley penal, sin descuidar los tratados internacionales de los Derechos del Niño, del cual forma parte la Argentina, y la Ley 26.061, consideró.
El magistrado que estuvo al frente del Juzgado de menores de Formosa durante 20 años presentó un proyecto de Ley que plantea la reforma en la justicia provincial y en este sentido abogó por llevar adelante un trabajo coordinado con las políticas públicas diseñadas para tratar y prevenir las problemáticas que llevan a los menores a delinquir o a la violencia.
El exjuez se basa sobre la necesidad de modificar el régimen penal juvenil, bajando a 11 años la edad de inimputabilidad y de 12 a 14 si se presume inimputable, esa presunción se puede revertir con la prueba que sería la pericia psiquiátrica.
“Es la ciencia que nos va a informar al juez o tribunal si el supuesto autor del delito comprende la criminalidad de su acto y puede dirigir su accionar y puede ser solicitada con fundamentos por el fiscal; de 15 a 17 , todo lo contrario, se presume su imputabilidad, pudiendo revertir la situación del adolescente con la misma clase de pericia, en este caso solicitada por la defensa”, explicó.
También fundamentó el tema de cuando se cometen delitos con pena única de prisión perpetua; las consecuencias de la declaración de responsabilidad penal en la sentencia; y la reincidencia. Esta ley tiene que ser tratada y dictada por el Congreso de la Nación.
El código de procedimiento penal de la provincia de Formosa prohíbe la prisión preventiva de menores, pero, otras provincias sí la prevén como alternativa la prisión preventiva.
Destacó que aunque hay reticencia a la baja de la imputabilidad de menores hay que debatir las posiciones basándose primero en la prevención y protección y de restauración de los derechos de la niñez que son violentados desde hace mucho tiempo. Para finalizar, señaló que debe existir una política de Estado para trabajar en las problemáticas de asistencia a los menores de sectores vulnerables.
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