El atropellamiento de animales en rutas misioneras son un problema en constante crecimiento. Las áreas naturales protegidas son el epicentro de animales fallecidos por automovilistas, que en la mayoría de las cosas, no respetan las velocidades máximas.
Según un estudio recientemente realizado por la Fundación, se estima que más de 5.000 animales mueren al año por esta problemática en rutas que atraviesan áreas protegidas de Misiones.
Datos en Misiones
En una encuesta encargada por Vida Silvestre y realizada en abril, el 96% de los misioneros expresaron estar interesados por el cuidado del ambiente. A su vez, el 44% reconocen que las personas son las mayores responsables de los impactos negativos que sufre el ambiente.
De las personas consultadas, la mayoría indicó que la deforestación, la extinción de especies y los incendios son los problemas ambientales que más les preocupan.
Si bien el 42% respondieron en una pregunta abierta, que la cacería es una de las principales amenazas que afecta al yaguareté, cuando se les dio opciones, destacan la deforestación y el atropellamiento.
Las especies animales más afectadas
Las especies que más accidentes registran son los marsupiales como las comadrejas, el tatú mulita, el oso hormiguero chico o tamandúa, coatíes, zorros, agutíes, osito lavador o aguará popé, hurones, corzuelas o venados, lagartos y aves, entre otros.
Lamentablemente en la provincia también es común el atropellamiento de felinos como el yaguarundí, margay, ocelote, tirica e incluso pumas debido principalmente a la falta de cumplimiento de las señales de tránsito.
Existen también registros de al menos unos cuatro yaguaretés atropellados en los últimos años, lo que causó un gran impacto debido a que se trata de especies en peligro de extinción.
Sobre esta situación, Lucía Lazzari, Coordinadora de paisajes terrestres de Fundación Vida Silvestre Argentina explicó: “Hay ciertos tramos en las rutas en donde la velocidad máxima es de 60 kilómetros por hora. Estos tramos están en áreas de selva que son esenciales para conservar la diversidad natural y son imprescindibles que respetemos”.
Principales problemas
Las rutas generan fragmentación de hábitat, y obligan a la fauna silvestre a atravesarlas en busca de agua, alimento, pareja, refugio o simplemente trasladarse de un fragmento a otro.
El aumento en los atropellamientos va de la mano del aumento del tránsito, de la cantidad de vehículos circulando. Si bien no hay registros precisos, se estima que durante la primera etapa de la pandemia, la que impuso mayores restricciones a la circulación, es posible que los casos de atropellamiento de fauna hayan mermado.
Sin embargo, hubo algunos movimientos que no se detuvieron y ya hoy la circulación está volviendo a la normalidad, impactando sobre la fauna como por ejemplo el pasado 6 de septiembre cuando atropellaron a un ocelote en la ruta 12.
Sobre las multas por el atropellamiento de animales, los proteccionistas resaltan que no se ejecutan, Lazzari afirmó: “En Misiones hay Monumentos Naturales Provinciales, como el yaguareté o el tapir, y atropellar y matar a estos animales tiene un gran impacto y debe ser multado”.
Trabajo conjunto para el cuidado de animales
La Fundación Vida Silvestre es parte de una iniciativa interinstitucional que permite el monitoreo participativo para el registro de atropellamiento de fauna silvestre llamado Red Argentina de Monitoreo de Fauna Atropellada.
La iniciativa es liderada por el Centro de Investigaciones del Bosque Atlántico (CeIBA-IBS-CONICET), y busca unir esfuerzos de numerosas instituciones para recolectar información sobre registros de atropellamientos de fauna en rutas y caminos del país.
Otras de las acciones realizadas para prevenir accidentes según explicó Lazzari: “Fue la instalación de carteles sobre la Ruta Nacional N°12 por los casos emblemáticos de atropellamientos bajo el lema ´Atropellarlos es extinguirlos. Cuidemos nuestra fauna. Respetemos los límites de velocidad´”.
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