El río Paraná es el segundo río más largo de Sudamérica, ante esta característica, es vital para la población, la economía y el medio ambiente de Argentina, Paraguay y Brasil, los tres países a los que atraviesa. De esta manera, la sequía que hace dos años está en sus niveles más altos, está teniendo graves consecuencias.
En cuanto a la bajante del río, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de Argentina estimó que en los próximos tres meses seguirá el clima seco, y durante el período húmedo, entre enero y marzo, podría haber lluvias por debajo de lo normal. Asimismo, se estima que entre finales de octubre y noviembre el Paraná podría llegar a su nivel más bajo desde que comenzó la sequía.
En lo que va del 2021 el caudal del río cayó hasta los 7.000 m3/s, apenas por encima del valor mínimo histórico de 5.800m3/s, registrado en 1944; esto significa que el Paraná está más de tres metros por debajo de su altura promedio habitual.
Pero, ¿cuáles son los principales efectos de la bajante del Paraná? La alteración en los patrones de lluvia debido al calentamiento global y a la deforestación en el Amazonas, es una de los efectos que deja la sequía del río.
Tres consecuencias de la bajante del río Paraná
En la misma línea, el Paraná y el río Paraguay forman parte de uno de los mayores sistemas navegables del mundo, además forman la llamada hidrovía Paraná-Paraguay, que permite la navegación continua entre puertos de Argentina, Brasil, Bolivia, Paraguay y Uruguay.
Otra de las consecuencias de la bajante es que el río Paraná no sólo cumple un rol fundamental para la exportación, sino que también es clave para la importación, en particular de hidrocarburos. El 70% del gas natural comprimido que importa la Argentina viene por la hidrovía.
Fuente: Primera Edición.
ADEMÁS EN NEA HOY:
¿Cómo saber si tengo obra social en Argentina?
Economía de Paraguay: entre el aumento del PBI y la aceleración de la inflación
