Los avances cosechados en materia de inclusión han ayudado a concienciar a la sociedad y han propiciado distintos espacios para que sea más proclive favorecer la accesibilidad. Sin embargo, aún existen muchas barreras por romper y desde allí surge el Proyecto Igualarte, donde el arte y la fotografía se conjugan y fusionan como un medio para visibilizar y contar historias de personas con discapacidad en ocho países.
El Proyecto Igualarte se lleva adelante a través de las cámaras de 70 fotógrafos de Argentina, Chile, Perú, Paraguay, Bolivia, México, Uruguay y España, que comparten sus producciones buscando fomentar la diversidad y la inclusión desde una iniciativa que surgió en plena pandemia del coronavirus para que el distanciamiento no sea para la discapacidad.
Renata Copponi es de Formosa pero hace muchos años se trasladó a Buenos Aires y Ana Gregorio, Directora del proyecto, vive en Córdoba; por la pandemia aún no se conocen personalmente pero la necesidad de contar historias a través de la misma pasión por la fotografía que comparten fue más fuerte y comenzaron a impulsar el Proyecto Igualarte hace cuatro meses.
Ambas conversaron con NEA HOY sobre sus vivencias, la importancia de derribar prejuicios en torno a la discapacidad y la necesidad de la inclusión como llave transformadora en la sociedad. Sí, se encendió el flash para quienes no suelen ser convocados para sesiones de fotos.
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Ana Gregorio desde hace varios años trabaja a través del lente de su cámara para la inclusión y el autoestima, pero fundamentalmente para darle otra mirada, a las personas con discapacidad. Comenzó con una muestra fotográfica llamada “Indistinto: tengo un alma y quiero cargarla”, donde reunió 15 retratos de niños y niñas con alguna discapacidad.
Ahora lo hace desde el Proyecto Igualarte, que busca ser masivo con el objetivo de fomentar cada vez más la inclusión, el respeto y la concientización a través de la información sobre la discapacidad y distintas afecciones.
“La idea es siempre normalizar la discapacidad, impulsar la inclusión desde la fotografía”, dijo Ana Gregorio, mientras que Renata Copponi contó que “aprendemos de los papas; nadie nació sabiendo como es tener un hijo con discapacidad y teníamos miedo en como trabajar en este proyecto”. En el Proyecto Igualarte, además de los fotógrafos, cuentan con una psicóloga especialista en discapacidad y sobre enfermedades autoinmunes.
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La iniciativa se puede seguir a través de Instagram @proyecto_igualarte y los posteos se realizan una vez por mes.
El Proyecto Igualarte sumó rápidamente no solo followers sino también fotógrafos en semanas que ya son más de 70 de Argentina, Perú, Chile, Uruguay, Paraguay, Bolivia, México y España. La condición es tener una sesión de fotos profesional y también una entrevista con los protagonistas y su familia para que cuenten sobre cada tipo de discapacidad, sus retos, sus necesidades y sus sueños.
“Son historias hermosas y cada fotógrafo esté en cualquiera de los países compartimos, que somos quienes más ganamos porque nos llenan el alma de felicidad”, relató Renata Copponi. Agregó que el proyecto es un granito de arena porque lo que buscamos es el hablar, conocer, el respeto y el conocimiento.
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“Hay enfermedades autoinmunes que no tienen rostro, no se conocen, pero deben ser contadas porque las personas sufren discriminación”, señaló.
El Proyecto Igualarte, puso el foco en la inclusión, respeto y aceptación. En el Igualarnos todos. Aplausos de pie para estos artistas que a través de la fotografía rompen todos los estereotipos con solo mirar detrás del lente.
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