Según la plataforma de monitoreo Global Forest Watch (GFW), Paraguay es el segundo país de Sudamérica con más deforestación entre los años 2001 y 2019, con 6 millones de hectáreas. Es así que, a pesar de tener menos superficie, supera en cantidad de áreas destruidas a naciones como Argentina, Perú o Colombia.
El 93% de la pérdida de masa forestal está ligada a actividades de la producción de materia prima como la carne vacuna, la soja y la madera. A su vez, el origen de la problemática también está relacionado con la explotación forestal de bosques protegidos, el tráfico y comercialización de rollos de madera, la tala y quema de bosques para actividades vinculadas al agronegocio.
En Paraguay, la tala de bosques está tipificada por el Código Penal: el año pasado se sancionó la Ley de Deforestación Cero, normativa que extiende por 10 años más la prohibición de desmonte masivo con cobertura de bosques en la región Oriental. Sin embargo, los especialistas en protección ambiental expusieron sus dudas con respecto a la efectividad de su implementación.
Causas de la deforestación: ¿falta de voluntad política?
Actualmente, existen dos leyes que buscan regular esta problemática: la mencionada Ley de Deforestación Cero y la Ley de Prohibición en Región Oriental de actividades de transformación y conversión de superficies con cobertura de bosques, aprobada en el año 2004.
“La legislación es insuficiente por la desprotección real que tiene la naturaleza ante una institucionalidad débil e incapaz de hacer cumplir y por la falta real de voluntad política para detener la destrucción ecológica, dando fecha de vencimiento a la naturaleza y excluyendo al Chaco”, explicó en diálogo con NEA HOY José Escauriza, abogado ambientalista.
Es que, en este sentido, las normas existentes no impidieron la continua pérdida de bosques a lo largo de los años de vigencia de las mismas: entre 2002 y 2019, el aumento de la destrucción de sus bosques primarios, ubicó a Paraguay en el segundo lugar en la lista de países de Sudamérica con mayor deforestación, después de Brasil.
Con respecto a la norma que busca la “deforestación cero”, Escauriza se mostró crítico: “Lastimosamente mantiene dos grandes problemas: la temporalidad y el alcance territorial limitado y que la protección ecológica tenga plazo, cuando debería ser indefinida en el tiempo”.
“El mayor problema de esta ley, es que solo incluye a la Región Oriental, que ya está casi toDA deforestadA y se excluye de la protección a la Región Occidental”, enfatizó Escauriza.
Paraguay y el inminente avance de la deforestación
Durante el 2020, en Paraguay se perdieron 50.800 hectáreas de bosques primarios y hasta la fecha, se destruyeron más de 6.033.095 millones de hectáreas. Cabe destacar que las regiones de Mbaracayú, San Rafael, Morombí y Caazapá, que conforman el Bosque Atlántico del Alto Paraná (BAAPA), en la región Oriental del Paraguay, sí están protegidas por la Ley de Deforestación Cero.
En este sentido, el abogado y ambientalista se refirió a las normativas y cambios que necesarias para controlar problemática: “Lo que se necesita es una Ley que proteja a todo el país, sin fecha de vencimiento, indefinida en el tiempo, promoviendo corredores ecológicos, integrando las reservas forestales, las zonas de protección ambiental de cauces hídricos y las áreas protegidas”.
“Paraguay necesita cambios legislativos para incluir al Chaco Paraguayo y la región occidental, dentro de las previsiones de la Ley de Deforestación cero de manera indefinida” concluyó el abogado.
El Chaco paraguayo: el caso testigo
El Chaco paraguayo es el mayor bosque sub-tropical seco del mundo y el principal pulmón verde sudamericano, luego del Amazonas. A pesar de esto, es una de las grandes zonas afectadas por la tala indiscriminada que, en los últimos tiempos despertó protestas masivas con la exigencia de medidas contundentes para salvarlo. Según cifras de la Organización SOS Paraguay, se deforestan 334 hectáreas por día.
Bajo el lema “Salvemos el Chaco”, el pedido cobró en los últimos años mayor fuerza y dejó en claro la posición: bajo el lema “No más deforestación”, ciento de ciudadanos alzaron la voz mediante manifestaciones en contra de la tala de árboles en el país.
En este sentido, en la zona del Chaco Paraguayo un total de 23.827 hectáreas de tierras forestales cambiaron para otro uso, y con estas cifras, Paraguay lidera el porcentaje de la deforestación con 45% de los desmontes en dicha área.
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