Un grupo de científicos del país trabaja en la investigación y el desarrollo de una vacuna trivalente capaz de combatir el COVID-19, la gripe y la bronquiolitis. Entre ellos se encuentra un correntino, nacido en Curuzú Cuatiá, formado en la UNNE, de quien depende el monitoreo de los voluntarios; su nombre es Darío Álvarez.
El especialista trabaja en el Hospital Militar de Buenos Aires desde hace más de una década y en agosto del año pasado se adhirió al estudio iniciado por tres científicos, Fernando Polack, Gonzalo Pérez Marc y Romina Libstein, de la Fundación Infant; una organización sin fines de lucro cuya misión es investigar las causas de enfermedades respiratorias.
A finales del año pasado iniciaron los estudios de la fase 3 de la vacuna y fueron parte de la publicación de los resultados que se imprimieron en la revista “The New England Journal of Medicine”.
En diálogo con NEA HOY, Darío Álvarez comentó que en los primeros meses de pandemia no se imaginó participar en el desarrollo de una de las vacunas que tratara el COVID-19; aseguró que se centró en la falta de insumos y en la necesidad de conseguir reactivos para detectar nuevos casos.
También contó que antes de iniciar los estudios en agosto, realizaron diversos estudios relacionados al virus, como la transmisión vertical de madres embarazadas y contagiadas.
Sus inicios en la bioquímica
Darío Álvarez posee la matrícula profesional n° 10.659 por medio de la Universidad Nacional del Nordeste. Luego de recibirse en 2009, viajó a Buenos Aires y realizó su residencia en el Hospital Militar de Buenos Aires durante tres años.
Al finalizar ese periodo, fue jefe de residentes y paso a ocupar, desde 2016, el cargo de jefe del sector de inmunología y virología, en el que se constituyó el área de biología molecular. Este fue el puntapié para adosarse al estudio de las vacunas que promovieron los investigadores de Infant.
Asimismo, el correntino presta servicio actualmente como jefe de virología en un mega laboratorio del sector privado desde 2015.
Álvarez remarcó durante la entrevista con NEA HOY el profesionalismo de los docentes que le formaron en la UNNE y dijo que forman a los estudiantes con la inquietud de saber siempre un poco más.
“En la carrera de Bioquímica de la UNNE te proveen múltiples herramientas para poder seguir formándote fuera de la institución, para trabajar en el ambiente público y privado coordinando estudios y hasta para ser responsable de una área científica”, manifestó.
A su vez, expresó que lo alienta la idea de saber que puede devolverle a la Universidad el conocimiento que le proporcionó a través del desarrollo de este tipo de vacunas que beneficia al sistema científico de todo el país.
Vigilar las 24 horas
Específicamente, el trabajo de Darío Álvarez en el desarrollo de la vacuna trivalente contra el COVID-19, la gripe y la bronquiolitis tiene que ver con la vigilancia de los voluntarios por medio de detección molecular, las 24 horas.
En el inicio de la pandemia, el bioquímico estuvo a cargo de formar a los nuevos residentes, entre los que ingresó otra profesional correntina llamada Lorena Piazza, también egresada de la UNNE.
“Es un desafío muy lindo porque uno aprende a coordinar grupos y debe enfocarse en todos los detalles del estudio para que el proceso salga bien”, dijo Álvarez.
Estudio de otra vacuna
Vale destacar que Darío Álvarez y el equipo de científicos del Hospital Militar de Buenos Aires, además de protagonizar el estudio de fase 3 de la vacuna trivalente, también participan del ensayo clínico de la vacuna conocida como “vegetal”.
Esta fue desarrollada por la firma Medicago y se está llevando adelante también en Canadá, Estados Unidos, Reino Unido y Brasil. El Hospital Militar aportó la mayor cantidad de participantes. Ahora, según explicó el correntino, se encuentran a la espera de los resultados de la fase 3.
Por otra parte, anticipó que iniciarán una serie de ensayos clínicos que prueben por separado las vacunas innovadoras de Infant y que actualmente se encuentran en una etapa regulatoria.
Si la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) la aprobara podrían empezar este mes. La prueba en personas podría realizarse recién en un plazo de dos o tres años.
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