Lautaro Rosé salió de su casa, acompañado de un amigo de 16 años, la noche del domingo 7 de noviembre y nunca más regresó. El testimonio de la gente que lo vio por última vez dicen que estuvo involucrado en una gresca y luego fue perseguido por efectivos de la Policía de Corrientes hasta terminar, trágicamente, ahogado en las aguas del Paraná. La primera autopsia de su cuerpo determinó que su muerte fue por asfixia por sumersión.
En su hogar lo esperaban, como cada lunes, luego de su habitual salida del fin de semana, pero el joven no volvió. El aviso del amigo que lo acompañó la noche anterior fue clave para que iniciaran las denuncias por desaparición.
Según su testimonio, ambos habían escapado de la Policía y habrían intentado refugiarse en el río para no ser violentados.
A su salida del agua, los efectivos lo tomaron y le proporcionaron un castigo físico que lo dejó inconsciente. Lautaro, que continuaba en el río, pidió auxilio pero las fuerzas policiales hicieron caso omiso, según el testimonio.
Al sitio donde habría pasado sus últimos minutos el joven de 18 años se lo señala por sus familiares por otros hechos de abuso policial similares; allí se registró en 2014 la muerte de un joven llamado Mariano Barrientos luego de una persecución policial similar. El caso fue confirmado a NEA HOY por familiares directos de Barrientos; sin embargo, aún hoy continúa impune.
Búsqueda de Lautaro
La intensa búsqueda del joven, en la jornada del lunes 8, se inició recién por la noche, luego de que el personal policial dijera a la madre de Lautaro, en la mañana, que “debía esperar” para confirmar su desaparición.
Durante la madrugada del martes lo buscó el personal de prefectura, en las inmediaciones del lugar en que había desaparecido. En la mañana se sumaron al operativo familiares y conocidos de la familia, con canoas y redes de pesca.
La intensa búsqueda se extendió hasta el miércoles, unos minutos pasadas las 7 de la mañana. Su familia permanecía en el lugar aguardando noticias.
Una vez que lo encontraron en el agua, a la altura del barrio capitalino Virgen de los Dolores, es decir, a pocos metros de la playa Arazaty, la familia lo reconoció y se iniciaron las pericias para conocer lo que sucedió en sus últimos minutos de vida.
Desde los primeros minutos, el abogado que representa a la familia pidió a la Fiscalía que apartara de la investigación a las fuerzas policiales de la provincia para llevar adelante un procedimiento transparente.
Este pedido se concretó recién esta semana cuando el Juzgado de Instrucción N°3 y la Fiscalía, luego de recibir notas del Ministerio de Derechos Humanos de la Nación, entendieron que la instancia de investigación no depende ni requiere asistencia del personal policial.
Pruebas que complican a los policías
Mientras se desarrollaba la intensa búsqueda del cuerpo de Lautaro Rosé, en la jornada del martes 9 de noviembre, el Ministerio Público Fiscal de Corrientes anunció públicamente que, luego de tomar intervención en el caso, comprobó que existió un procedimiento irregular del personal policial durante la madrugada del lunes.
Los efectivos que persiguieron al joven y su amigo por la costanera no labraron las actas correspondientes, aunque sí se probó la presencia policial en el lugar por el GPS de los vehículos. La misma mañana, el Ministerio de Seguridad anunció el apartamiento del cargo de tres policías que estuvieron involucrados directamente en el caso. Más tarde, la defensa de la familia de Rosé sostuvo que se trató de alrededor de 11 policías, con intervención directa e indirecta.
Las pruebas otorgadas por las cámaras de seguridad de la costanera capitalina probarían el accionar irregular de la policía y se encuentra siendo estudiada en la investigación.
Otra prueba que complica a los efectivos es el testimonio del amigo de Lautaro, quien se encuentra como testigo protegido, ya que la familia denunció persecución policial luego de que se encontrara el cuerpo sin vida en el Paraná.
Él manifiesta que fue llevado casi inconsciente a la Comisaría N° 2 de la capital y allí los efectivos policiales no quisieron recibirlo por lo que lo dejaron libre y pudo volver a su casa. Según datos oficiales de la causa, los oficiales que persiguieron y ocasionaron la muerte de Lautaro Rosé pertenecen al grupo GIR, Grim 1 y la Comisaría Decimosegunda de la capital.
Ayer, los efectivos se habrían abstenido de declarar. Sin embargo, su abogado defensor negó que se hayan “negado a declarar” como trascendió en los medios locales, y afirmó que “quedó diferida la audiencia y probablemente se concrete la semana que viene”.
A su vez, dijo que “hay que tener en cuenta que los policías no pertenecen a una misma unidad y en el procedimiento cumplieron roles diferentes. En ese sentido, hay que determinar qué desempeño tuvieron aquella madrugada. Hay efectivos que no estuvieron en el escenario de los hechos. La imputación no puede ser la misma para todos”.
Por su parte, el abogado de la familia de Lautaro sostuvo que realizó el pedido de prisión preventiva de los sospechosos que siguen en libertad.
Qué dijo la jueza que interviene en la causa
La jueza González Cabañas confirmó que la causa de Lautaro Rosé incluye el abandono de persona seguido de muerte y apremios ilegales que denunció el adolescente de 16 años. Señaló, también, que la semana que viene prestará declaración testimonial la madre del joven fallecido y un hermano de ésta. Por otro lado, determinó que ingrese al programa de protección de testigos el amigo de Lautaro, que logró salir del agua.
Entre las medidas concretas que resolvió González Cabañas se encuentran una serie de medidas cautelares como que los efectivos sean suspendidos de la fuerza hasta que se resuelva la situación legal de los mismos, restricciones de acercamiento a las víctimas y que no puedan comunicarse entre ellos por ningún medio, ni salir de la provincia.
También indicó que la Gendarmería Nacional colaborará cuando lo requiera el fiscal, que es quien tiene a cargo la investigación del hecho.
Por último, la jueza afirmó que “las imágenes son bastantes”, contando que hay una persecución registrada desde que se desencadenó la misma, con videos tomados por las cámaras municipales del 911 y algunas privadas.
“No queremos otro Lautaro”
El martes, los familiares de Lautaro Rosé realizaron una marcha para pedir justicia que inició en la casa donde vivía el joven y tuvo como foco la Jefatura de Policía y el Ministerio de Seguridad. Cabe remarcar que ambos edificios se encuentran ubicados a pocos metros, uno del otro.
En dicha ocasión, el abogado defensor, en compañía de la madre del joven manifestó que la movilización se realizó con dos consignas: “Primero, no queremos ningún Lautaro más. Vamos hacia la Jefatura a decirles que implementen políticas públicas de prevención y no de represión”. Y agregó: “Lo segundo es: ya sabemos que son 11 y los queremos presos ya”.
El caso que conmociona al país avanza día a día. Las discusiones respecto al rol de las fuerzas policiales y su accionar represivo no sólo se dan en el ámbito judicial, sino que se refuerzan en las redes sociales.
Los reclamos por justicia para Lautaro Rosé se afianzaron en las calles de Corrientes y llegaron incluso a tener presencia en las elecciones del domingo pasado.
Una parte importante de la ciudadanía, al igual que la familia del joven, no espera menos que una investigación transparente y una sentencia judicial ejemplar que siente precedentes para evitar nuevos abusos de autoridad policial, particularmente sobre los adolescentes y jóvenes correntinos de los barrios más carenciados.
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