La sanción de la ley N° 6.389, que contempla la implementación de la Educación Emocional en las aulas correntinas, se produjo en 2016. Desde entonces, la Dirección de Servicios Educativos de Prevención y Apoyo (DiSEPA) reconoció en ella un espacio para hablar sobre las emociones de los estudiantes, las diferencias en el aprendizaje de acuerdo a la situación en que vive cada uno, el reconocimiento personal de las emociones y otros temas cruciales.
El trabajo se inició con capacitaciones a docentes en las que profundizaron la capacidad de conocerse a sí mismos y, a partir de eso, conocer a sus estudiantes.
En diálogo con NEA HOY, Julia Saez, la Directora de DiSEPA, sostuvo que la educación emocional es muy importante porque contribuye a prevenir muchas cuestiones que afectan a la vida de los estudiantes y que, en la actualidad, se tratan sólo las consecuencias; por ejemplo, la discriminación o el bullying.
“Si se empieza a hablar a las personas sobre educación emocional desde muy chiquitito, desde el jardín de infantes, les permitimos conocer e identificar sus emociones y aprenden a autorregularse frente a las distintas situaciones. Así, pueden controlar sus impulsos y saber cómo actuar en cada ocasión, sin necesidad de la intermediación escolar”, expresó Saez.
Automotivación y empatía
Dos ejes de la educación emocional en las que puso el foco Julia Saez son la automotivación y la empatía.
A partir de la primera, cada estudiante puede definir qué metas tiene en su vida y cuál es el camino que desea tomar; junto con ello, pueden replantearse si conocen totalmente las posibilidades que tiene de acuerdo a su capacidad intelectual y emocional.
Por otra parte, la empatía; mediante la cual los docentes y estudiantes pueden detectar las emociones y lo que le pasa a la otra persona, producto de las situaciones de vida.
Ésta última actitud también impacta de lleno en los modos de enseñanza ya que permite a los docentes ser un poco más considerados con sus estudiantes, utilizando métodos adecuados que no lastimen las emociones; por ejemplo, al momento de corregir tareas o evaluaciones.
La importancia de avanzar en su implementación
Si bien lleva poco más de 5 años sancionada la ley, la educación emocional aún no es implementada en todas las escuelas correntinas. Para poder hacerlo, comentó Saez, debe transcurrir un largo proceso que la provincia inició hace dos años, a fin de dar el marco de enseñanza a la asignatura e incluirla en el diseño curricular.
Sin embargo, el Ministerio de Educación manifiesta su decisión de implementarla ya que se produjeron materiales y bibliografías actualizadas para poder llevarlas a las aulas.
Esto significa, los métodos necesarios para que los docentes desarrollen educación emocional, incluso en los jardines de infantes.
“Es importante que el docente sepa cómo actuar cuando los padres de una estudiante se pelean y esta persona manifiesta estar triste. No es solamente exponerlo al chico a que cuente su situación de vida, sino también tener las herramientas para que ellos puedan sobrellevar la situación y responder a sus demandas emocionales”, añadió la directora de DISEPA.
En la actualidad, la Dirección de Servicios Educativos de Prevención y Apoyo, dependiente del Ministerio de Educación de Corrientes apuesta a la implementación de los contenidos de la educación emocional mediante resoluciones ministeriales.
Estas resoluciones, dice Julia Saez, son el paso intermedio a lograr un diseño curricular por el cual esta herramienta esencial en la vida de los estudiantes puedan formar parte del calendario escolar.
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