“Zurdos de mierda, están perdiendo la batalla”, “Que vos pienses que los políticos te cuiden es como poner a tus hijos en manos de un pedófilo”, “Yo considero al Estado como un enemigo”, “Si yo tuviera que elegir entre el Estado y la mafia, me quedo con la mafia. Porque la mafia tiene códigos, la mafia cumple, la mafia no miente. Y, sobre todas las cosas, la mafia compite”, estas como otras tantas otras frases picantes salieron de Javier Milei, el actual abanderado de las ideas libertarias en el país.
El economista gracias a los medios de comunicación y redes sociales se convirtió en el predicador del neoliberalismo extremo y encontró seguidores muy fieles que lo consideran el “mentor” como el libertario de Formosa Agustín Rojas, que se hizo conocido por empezar a impulsar marchas de jóvenes ante las restricciones y medidas impuestas por el aislamiento del coronavirus en la provincia.
Hace unas semanas atrás, Javier Milei viajó a Formosa en medio de un fuerte rechazo de organizaciones políticas y sociales que se manifestaron en contra de la visita del dirigente libertario. En un documento con la consigna #FueraMilei lo catalogaron como “persona no grata” y rechazaron sus ideas por fascistas, misóginas, clasistas, homofóbicas y xenófobas.
El escrito señala que Milei es un personaje que nos debe alertar, porque se esconde detrás del discurso de la ‘anti política’ y, en realidad, representa las ideologías más oscuras de la política: fascismo, misoginia, clasismo, racismo, xenofobia, con tintes homo-odiantes y trans-odiantes, además de ser un negacionista de los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico militar en nuestro país.
Tanto él, como el espacio político que integra y dirige, encarnan el modelo neoliberal de exclusión, inequidad y pobreza reivindicando un país con minorías esclarecidas y cerradas a cualquier tipo de debate en el marco de una democracia participativa; y ocultan en su pretensión ‘anti sistema’ la abolición de los sostenes democráticos y republicanos para aspirar a un darwinismo social, un gobierno de pocos, sostiene.
Según marcaron es todo lo que no queremos ser como sociedad formoseña, ya que esos modos de concebir la política atentan contra los derechos que supimos conseguir, con militancia y lucha en las calles, con acceso a políticas públicas y el reconocimiento que históricamente nos han negado los que defienden los mismos intereses que Milei.
El documento pronunciado en Formosa #FueraMilei expresa que la libertad no es ser fascistas ni tener en sus filas negacionistas y neonazis que andan armados y apuntan hasta contra sus propios votantes.
Y aclara: La libertad es poder expresar nuestras ideas, exigir nuestros derechos y elegir a quienes queremos apoyar, sin que eso signifique la persecución y escraches inventados por parte de los militantes de este personaje que se cansó de repudiar a “la casta política”; y hoy, orgullosamente, forma parte de ella.
El “mesías” de la libertad fue a la provincia norteña para apoyar a su militante Agustín Rojas, quién encabeza el movimiento, tras las causas judiciales que tiene por protagonizar marchas, convocatorias y reclamos durante el aislamiento. Estos hechos impulsaron a que el joven libertario se hiciera conocido por sus ideas contra el Estado; antes y según el diario Clarín era influencer.
¿Quiénes son y cómo piensan los libertarios?
Sus ideas están muy aparejadas a la antipolítica, en “rechazo” de la clase dirigente tradicional, a pesar de que hubo claros acercamientos al macrismo. Al respecto, el Licenciado en Psicología Comunitaria, Sebastián Bertucelli, habló con NEA HOY sobre la antipolítica, a la que describió como un “anarquismo errático”, resumido en la idea de “sé lo que no quiero pero no sé lo que quiero”.
El problema, señala, es que “no se busca tener fundamentos, sino ir a la queja, y la queja inmoviliza, es adolescente, por eso las proposiciones usadas como ‘contra’ y ‘anti'”.
Estos movimientos han proliferado en los últimos años gracias a Internet y las redes sociales. Son integrantes del grupo más agresivo y reaccionario del neoliberalismo y la derecha que se esparce en el país. Están a favor del empresariado y tienen como enemigo principal al Estado (a pesar de que el empresariado en las altas cúpulas obtuvo muchos beneficios estatales a lo largo de décadas, permitiendo oligopolios).
Lo paradójico es que sus seguidores señalan que debe hacerse reformas estructurales para que, recién, en unos 20 años el país pueda ser una potencia, como bien lo exhiben algunos seguidores en redes sociales, como el siguiente comentario en Instagram.
Su lema es “no me pises” (dont treat on me). Los libertarios se sienten oprimidos por el Estado que supuestamente los pisotea y por eso sienten que deben atacar. El discurso económico para los libertarios se resuelve achicando el Estado o dejando de emitir e implantar un sistema de libre mercado (como bien se ha planteado durante el menemismo cuando se propuso privatizar las empresas estatales).
Están en contra de los derechos sociales y políticos de otros grupos (feministas, aborto, los sindicatos, los derechos humanos, asignaciones sociales).
A nivel internacional, los referentes de los libertarios son personajes de la extrema derecha como Donald Trump, o los neoliberales clásicos de la década de los 80 y su grupo libertario ronda entre jóvenes de 20 y 30 años.
Por otro lado, están contra la justicia social y la coparticipación participativa en las provincias. En ese sentido, el propio Milei sostuvo que la Constitución de Alberdi no sostenía la coparticipación y que “solamente sirve para mantener a feudos”, entre los que señaló al Gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, olvidando de que una gran parte de los subsidios se van hacia CABA y Buenos Aires y que esto deja como beneficios, por ejemplo, boletos de transporte más baratos que en el NEA.
Al respecto Milei no propuso una alternativa ni cómo podrían mantenerse presupuestariamente las provincias sin coparticipación.
La plataforma electoral de La Libertad Avanza propone cambios en cuanto a seguridad como la libre portación de armas para defensa personal y más poder a la fuerzas de seguridad.
Sobre educación plantean un sistema de vouchers, esto significa que se deje de lado el libre acceso a la educación y que parte de los ingresos de los ciudadanos financien a un pozo que se reparta entre todos; quien tenga el voucher puede invertirlo en la institución que desee. En caso de que no haya voucher para todos no se dijo una propuesta alternativa y, en cualquier caso, supuestamente la sociedad tendría el dinero suficiente para solventar sus gastos.
Milei, ha dicho que el Estado es “una invención del maligno” y en Formosa, para los libertarios, el Gobernador de la provincia lo representa.
Durante el aislamiento impuesto para combatir el avance de los contagios, como sucedió en gran parte del mundo, Javier Milei afirmaba que la pandemia “no existe” y que el problema era “la cuarentena cavernícola del Gobierno”. Los jóvenes libertarios de Formosa se sumaron a esa propuesta.
El análisis político argentino todavía no sabe muy bien qué hacer con el fenómeno Milei, al igual que ocurre en la provincia bastión desde hace décadas del peronismo.
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