Definido por sí mismo como un apasionado de la tecnología, Nahuel Hollman tiene 43 años y 16 de ellos los dedicó a la docencia. En la actualidad trabaja en una escuela de capital y en otra de la localidad rural de San Cayetano dando clases de informática.
El docente, además de enseñar computación, es analista y operador de sistemas y técnico especialista en redes, y todos los conocimientos adquiridos los utiliza para poner en práctica la innovación en el aula.
En la escuela N° 553 de San Cayetano, donde trabaja desde el 2009, Hollman puso en marcha distintos proyectos relacionados al aprendizaje de la informática y destinados a achicar brechas de género en el ámbito laboral.
El docente sostiene que el aula es el lugar perfecto donde convergen sus dos pasiones: la tecnología y la educación.
También piensa que el sistema de educación que posee la provincia y el país debe ser modificado de forma urgente para beneficiar a los estudiantes.
Innovar en escuelas rurales
“Comúnmente se relaciona a la vida rural con trabajos en el campo y no precisamente con el uso de tecnologías”, piensa Hollman. Y sostiene que esta realidad se fundamenta en que muchas veces no se acerca la posibilidad a los estudiantes rurales de conocer tecnología e idear proyectos.
“Yo busco enseñar tecnología de una manera útil, es decir, para un uso responsable, humanitario y apropiado; una tecnología que permita solucionar problemas de la vida cotidiana y proyectar un futuro”, explica el docente en diálogo con NEA HOY.
Por otra parte, pone todo su empeño en que los estudiantes asimilen los contenidos que les comparte para que su paso por la escuela sea fructífero.
“Tenemos que hacer un gran cambio en esta educación estructurada que tenemos de forma urgente”
Achicar brechas de género
La búsqueda de Hollman por achicar brechas de género que existen en el sector de la informática es uno de los factores más llamativos de su labor.
El docente asegura que esta brecha, palpable en el ámbito laboral, no se origina por la falta de interés de las mujeres en el sector de la informática sino por una cuestión cultural, los mismos estereotipos y también la desigualdad salarial.
El proyecto más grande que ideó el docente, en pos de este objetivo, fue la apertura de un espacio formativo denominado “Misión Steam Latam: Chicas a Marte”. Este mismo reunió a 36 estudiantes mujeres de países como Colombia, Perú, Uruguay, Venezuela y Argentina que compartieron sus conocimientos a través de plataformas virtuales.
Cabe destacar que la base del sistema STEAM es educar a los estudiantes en cinco disciplinas: Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Artes y Matemáticas, con un enfoque interdisciplinario en lugar de enseñar cada disciplina por separado. Además se aplica a situaciones de la vida real.
A través de estos espacios, según explicó Hollman, muchas estudiantes contemplaron la idea de estudiar alguna carrera universitaria relacionada con las cinco disciplinas para especializarse aún más.
También llevó adelante otros proyectos similares, como el que denominó empoderamiento femenino y con el que otorgó conocimientos sobre el sistema STEAM a casi 200 niñas de toda latinoamérica.
“Cuando uno se dedica a la innovación y trata de romper con una estructura o un paradigma de enseñanza tradicional comienza a resaltar”
Un método de enseñanza que traspasa fronteras
Nahuel Hollman tuvo la posibilidad de conocer a docentes de distintas partes del mundo e intercambiar conocimientos luego de ser invitado por el Instituto para la Investigación y la Innovación de Bogotá a participar en un curso de investigación.
En el mismo espacio participaron 32 docentes de toda Latinoamérica con el único objetivo de lograr hacer prácticas de investigación con los estudiantes en el aula.
Fue entonces que Hollman generó una red de intercambio de aprendizaje entre profesores y alumnos; un espacio que se sostiene hasta hoy y en que las niñas y niños pueden conocer, a través de encuentros por la plataforma Zoom, cómo trabajan en otros países con las disciplinas como la informática.
“Estás clases vinieron para quedarse en mis espacios de enseñanza porque son muy productivas para los chicos”, señaló el docente.
Gratitud de los estudiantes
Por otro lado, Nahuel Hollman remarcó la posibilidad de que su labor pudiera ser retribuida por sus estudiantes a través de la gratitud. En relación al homenaje hecho por la empresa de seguros Zurich y el grupo Clarín denominado “Docentes que inspiran”, Hollman expresó: “Los docentes no estamos muy acostumbrados a este tipo de reconocimientos”, y agregó que haber sido elegido entre más de 3.000 docentes lo llenó de felicidad.
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Asimismo, valoró el reconocimiento a su labor por parte de los mismos estudiantes a quienes les enseñó contenidos informáticos durante toda su docencia.
Sin dudas, lo que más celebra es haber transmitido su pasión y que muchos de los estudiantes, luego de su egreso de la escuela secundaria, hayan elegido seguir formándose en los ámbitos de la informática, en carreras como profesorados y licenciaturas.
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