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Jueves 28 de marzo de 2024
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Violencia de género mediática: ¿qué responsabilidad tienen los medios de comunicación?

El abordaje de noticias sobre personas en situación de violencia de género debe ser responsable y evitar la revictimización.

El abordaje de noticias sobre personas en situación de violencia de género debe ser responsable y evitar la revictimización.

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La violencia de género es una problemática que la sociedad está tratando de revertir. Las mujeres y personas LGBTTIQ son las víctimas directas de este tipo de violencia. A diario, vemos casos que son noticia nacional por su grado de violencia y crueldad. Pero, ¿qué responsabilidad tienen los medios de comunicación en esto? 

La responsabilidad de informar con compromiso y respeto a las víctimas de violencia de género es importante. Así como también es importante no ejercer violencia hacia las personas en el marco de un programa de tv, una entrevista radial o una nota periodística en medios gráficos. 

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La Ley Nacional N° 26.485 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, establece las formas de violencia que existen y que pueden recibir penas ante la Justicia. El artículo 6 inc. F de la norma, tipifica la violencia mediática contra las mujeres. 

Presentar noticias sobre mujeres donde se las juzgue o ridiculice es un acto de violencia.

Establece que la violencia mediática es “aquella publicación o difusión de mensajes e imágenes estereotipados a través de cualquier medio de comunicación, que de manera directa o indirecta promueva la explotación de mujeres o sus imágenes, injurie, difame, discrimine, deshonre, humille o atente contra la dignidad de las mujeres, como así también la utilización de mujeres, adolescentes y niñas en mensajes e imágenes pornográficas, legitimando la desigualdad de trato o construya patrones socioculturales reproductores de la desigualdad o generadores de violencia contra las mujeres”.

Casos en la TV

El caso de la violación en grupo de Palermo, en Buenos Aires, volvió a poner en evidencia la necesidad de que los periodistas tanto varones como mujeres, se capaciten en perspectiva de género y derechos básicos. Durante la semana en que ocurrió el hecho, muchos medios difundieron datos íntimos de la víctima y sus agresores. 

De repente, la vida de una víctima de una violación grupal se sometió al escrutinio público, también los agresores; mucho antes de que la Justicia hiciera la suyo. Conocimos sus rostros, sus familias, empleos, y muy pocos analizaron el por qué de lo que ocurrió. El caso más visible fue el de Flavio Azzaro, periodista de Crónica Tv que expuso a la mujer de forma violenta y sin garantizar sus derechos. 

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Prueba del daño que causó el mal tratamiento periodístico del caso de “la violación grupal de Palermo” es la carta que la víctima hizo pública ayer. A través de un texto que su abogado, la joven solicitó a Télam la publicación de la carta en la que puntualiza que se sintió “totalmente hostigada por parte de los medios de comunicación”.

Poner la carga de un hecho violento en la víctima constituye un acto de violencia mediática.

Otro caso más lejano pero que incluso llegó a la Justicia es el de Fabiola Yañez, quien a partir de ser la esposa del Presidente, recibió comentarios machistas y acusaciones falsas por parte de comunicadores. Como resultado el youtuber “El Presto” fue condenado a 30 días de prisión, capacitación en el INADI y prohibición de acercamiento a Fabiola. 

Capacitarse es el camino

Entonces, capacitarse en comunicación con perspectiva de género y entender que relevar datos de la intimidad de una víctima o de su agresor es violencia, justificar la violencia, poner la culpa en la víctima, no garantiza los derechos básicos de una persona y es ejercer violencia mediática

En este contexto, la audiencia debe saber que puede denunciar hechos de violencia mediática o por razones de género que ocurran en la televisión y las radios a través de la Defensoría del Público de la Nación. Un espacio creado hace tiempo por el Gobierno nacional, para garantizar el derecho de las audiencias. 

En 2020 el famoso locutor y periodista, Baby Etchecopar fue sancionado por la violencia simbólica ejercida en su programa contra la Vicepresidenta de la Nación.

La Defensoría no tiene un rol de “policía de los medios” pero sí trabaja en la capacitación de comunicadores, periodistas y planteles completos de medios de comunicación o programas. También puede sancionar a un periodista o medio de comunicación recomendando capacitaciones y pedidos de disculpas públicas.

Así como las universidades y otras instituciones ofrecen capacitaciones en investigación periodística, periodismo de datos, redes sociales, redacción o periodismo deportivo, también existen las capacitaciones en perspectiva de géneros y derechos. Informar respetando derechos y libre de estereotipos es una decisión política de cada periodista y/o medio. 

Tampoco es necesario realizar una capacitación formal, con leer, por ejemplo, las recomendaciones que ofrece la Defensoría del Público en su sitio oficial basta para aprender que las mujeres y disidencias también deben ser respetadas a la hora de abordar noticias que las tengan como protagonistas. 

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La violencia dentro de los medios de comunicación

Por otra parte, existen otros episodios que tienen que ver con la violencia hacia las trabajadoras dentro de los medios de comunicación. Recientemente, el Frente de Trabajadoras de la Comunicación del Chaco -en el marco del 8M– a través de su cuenta oficial de Instagram, contó historias de violencias que sufrieron comunicadoras dentro de redacciones. 

Si bien es un plano que se puede denunciar ya que la violencia en ámbitos laborales y el abuso de poder está penado y puede llevarse a la Justicia, existen otras situaciones invisibles que también son hechos que socavan la integridad de las mujeres trabajadoras de la comunicación. 

“Invitamos a las periodistas a que nos cuenten situaciones que vivieron dentro de sus espacios de trabajo, con entrevistas o al cubrir hechos noticiosos. Hechos de discriminación por ser mujeres, desigualdad salarial entre varones y mujeres, de paridad, acosos, abusos y maltratos por parte de jefes o entrevistados”, comentaron a NEA HOY integrantes del Frente. 

El resultado de esta encuesta visibilizó también la necesidad de que los medios de comunicación tomen en serio la desigualdad que sufren las mujeres y la violencia a la que suelen estar sometidas dentro de sus espacios de trabajo; y revertirlo.

¿Cómo? Con paridad, contratándolas por su capacidad y no por ser mujeres, sin realizar comentarios sobre su cuerpo, su vida, sus relaciones, sin discriminar, permitiéndoles ascender, dirigir espacios, entre muchas otras medidas. 

 

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