A lo largo de su carrera, Marión Báez Breard se destacó en la natación, siendo campeona nacional y sudamericana. Durante 16 años tuvo una trayectoria implacable hasta que decidió poner fin a su carrera y empezar como entrenadora en el club Capri, al que representó siempre.
Hoy junto a Gustavo Breitenbruch, conducen de forma pedagógica uno de los semilleros de natación más importantes del NEA. El club Capri se destaca no solamente en torneo locales sino en convocatorias nacionales de sus alumnos.
Comienzos
Marión empezó de muy chica a los 4 años, porque sus primas hacían natación y su madre decidió mandarla a nadar a ella y a su hermana. El arranque fue de forma lúdica en el Independiente (hoy Capri) donde hoy está trabajando.
Baéz recuerda aquellos tiempos: “Jugando iba aprendiendo y también iba conociendo, mis mejores recuerdos son los juegos y el grupo que era muy variado. Salíamos al río con las tablas, hacíamos vida de club, hoy eso es más complicado porque el río está peligroso”.
El paso de lo lúdico a lo profesional fue natural: dejó de nadar por hobby y pasó a la competencia, primero como promo del equipo y después al equipo competitivo. A los siete años empezó la competencia y nunca más se detuvo.
Desde que pasó al equipo federado se presentaron muchos torneos. Sobre esto, afirma que no recuerda a uno en particular sino a todos: “Cierro los ojos y puedo ver lugares donde fui, sentir los olores, las músicas que se escuchaban, los nervios que sentía”.
La natación es su vida
Para Marión como para muchos, el poder llevarse amigos del deporte es lo más importante. Hoy como formadora, intenta convencer y transmitir que es por ahí el disfrute, si bien los deportistas tienen objetivos no son máquinas.
Sobre el período de formación la entrenadora del Capri destacó: “Hoy por hoy mi compromiso como entrenadora es no buscar el éxito a cuesta de todo, soy mas bien la que abraza, ríe o llora con las tristezas de ellos”.
Durante su carrera fue campeona argentina, sudamericana y de la Copa Austral, lo que significó horas de entrenamiento y sacrificios personales como no asistir a cumpleaños o perderse momentos familiares, de los cuales Marión no se arrepiente.
Natación ¿inclusiva?
La natación, como muchos otros ámbitos, vive un período de cambios, la mujer está teniendo espacios para crecer a la par del hombre aunque todavía faltan algunas cuestiones para lograr mayor igualdad.
Para Marión, aún estas diferencias son muy visibles: “Falta todavía más espacio para la mujer en la natación. Somos una pareja pedagógica con el Colo (Breitenbruch) y los dos los estamos formando, sin embargo, a todas las concentraciones nacionales llaman al hombre, es cuestión de hacerse su lugar, no es una lucha que la podamos hacer solas”.
Hoy el Capri está integrado por un equipo de profesores que enseñan desde la escuelita hasta el equipo competitivo. El semillero siempre ha dado grandes resultados con nombres como Astrid Olmedo o el reciente caso de Sebastián Méndez Brandt que representa a la Selección Argentina.
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