La historia de vida de Victoriana Segovia es una de las tantas que valen la pena contar. Ella, como tantas otras mujeres que luchan, trabaja incansablemente, están frente a las tareas de cuidado en el hogar, enfrentan la desigualdad y la brecha económica, o son víctimas de violencia por motivos de género, se enfrentan con la opresión patriarcal.
Frente a un contexto en el que las mujeres están en desventaja por las barreras estructurales de género, el empoderamiento para alcanzar una vida autónoma en la que puedan participar, en términos de igualdad, en el acceso a los recursos, al reconocimiento y a la toma de decisiones en todas las esferas de la vida tanto personal, económica y social es una necesidad imperiosa.
Una de esas tantas mujeres independientes y empoderadas es Victoriana Segovia, oriunda de la localidad de Laguna Blanca en Formosa, es hija de padres inmigrantes paraguayos que se dedicaron siempre a trabajar la tierra y estar en la chacra.
Mujer rural y paippera
Según comentó a NEAHOY forma parte desde hace más de 20 años del Programa de Asistencia Integral para los Pequeños Productores Agropecuarios (PAIPPA), trabaja desde que era una niña en la chacra, cursó sus estudios en la Escuela Agrotécnica de Laguna Blanca, después se recibió de Técnica Superior en Agroindustria en el Instituto Universitario de Formosa y actualmente es una de las capacitadoras del PAIPPA empoderando a otras mujeres.
“Mujer rural paippera y formoseña con orgullo“: así se autodefine. Hoy tiene 47 años, se dedica a la siembra de mandioca, maíz, poroto, elabora quesos o mermeladas, y también está abocada a la producción de leche y cría de animales vacunos. Victoriana Segovia es esposa, orgullosa madre, amiga y hermana. Sigue trabajando en su lugar de origen porque fue su padre quien le dejó como legado el arraigo a la tierra pero también la educación.
Según comentó Segovia a NEAHOY, la primera vez que escuchó del PAIPPA fue por su propio padre que en guaraní le explicó el discurso del Gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, durante el lanzamiento en 1996 desde un viejo galpón de una desmotadora de algodón en General Belgrano. Ese lanzamiento se trataba de un hito que marcó un antes y un después para el pequeño productor agropecuario.
“El programa PAIPPA es la política pública más revolucionaria en beneficio de los pequeños productores de Formosa”, aseguró Victoriana Segovia.
Inclusión educativa como herramienta de transformación
Victoriana Segovia destacó las capacitaciones y la formación académica que evita el desarraigo de los jóvenes o personas mayores, tanto desde el PAIPPA como también por el acceso a carreras terciarias y universitarias que se brindan en el Instituto Universitario de Formosa (IUF).
El IUF se transformó en un instrumento de inclusión educativa en Formosa, dentro de su currícula ofrece la Tecnicatura en Producción Agropecuaria, Ingeniería en Producción Agropecuaria, Licenciatura en Turismo y Licenciatura en Ciencias Ambientales.
De esta manera, el ciclo de educación universitaria brinda la posibilidad de estudiar a hijos e hijas de familias campesinas o productores paipperos que provienen de pueblos o zonas rurales.
Según comentó Victoriana, una de sus hermanas con 46 años está en cuarto año de la carrera de ingeniería en producción mientras que otro está a punto de recibirse también de ingeniero. Además, sus hijos estudian en el Instituto Universitario de Formosa y “serán profesionales“, contó emocionada.
“El PAIPPA es el empoderamiento en beneficio del pequeño productor y el acceso a la educación en el lugar de origen”.
Por otra parte, Victoriana que mientras preparaba el fuego para celebrar junto a su familia el cumpleaños de su compañero de vida Anselmo, contó que gracias al Fondo Fiduciario Provincial (FONFIPRO) logró obtener un crédito para extender su chacra.
Desde el FONFIPRO señalaron que se sigue con toda una política de asistencia a la producción en general a través de las líneas de crédito que el Gobierno de Formosa habilitó en su momento, aseveró, aludiendo a que estas abarcan a segmentos que van desde el ganadero, el agro, madereros, ladrilleros, apicultores, entre otros.
Del asistencialismo al desarrollo productivo
El PAIPPA en Formosa es considerado el programa que cambió la realidad de los pequeños productores que estaban desprotegidos y olvidados sin una política pública que contenga a ese sector social.
La creación del programa PAIPPA inicialmente fue entendida como una medida asistencialista, sin embargo, desde hace 26 años se transformó para miles de familias campesinas en una herramienta de transformación y autogestión productiva.
El programa PAIPPA impulsó el desarrollo productivo de la provincia norteña y consiguió el fortalecimiento de los pequeños productores rurales.
Esta política se manifestó en la titularización de la tierra, la construcción de viviendas, educación rural, salud, provisión de insumos y capacitación. La mayoría alcanzó logros impensados con la venta de sus productos en los principales mercados del país y la comercialización a través de las Ferias Francas de la provincia, generando un proceso de dinamismo y consolidación de la economía de Formosa.
Actualmente, Victoriana Segovia, es capacitadora del PAIPPA y su objetivo es que las mujeres tengan las herramientas necesarias.
“Las mujeres empoderadas como protagonistas impulsamos la economía, estimulamos la productividad y el crecimiento porque ser emprendedora es sinónimo de libertad”, dijo.
El rol del PAIPPA: revalorizar al pequeño productor
Con el correr de los años comenzó a reflejarse otro contexto socio político producto de las mejoras de los procesos socioproductivos de las familias de pequeños productores a través del PAIPPA. Desde su creación en 2004, se promovió que los productores comiencen con nuevas prácticas asociativas y de cooperación que permitieran alcanzar la producción de sus insumos e iniciar otras actividades que le agregaran mayor valor a su producción.
El PAIPPA está conformado por la familia del pequeño productor agropecuario del interior de la provincia. Individuos que fueron desplazados durante años, como el campesino que no tenía derechos sobre la tierra, acceso a la salud o educación, sin mencionar los escasos beneficios que recibían por su producción.
Por tal motivo, el instituto está dirigido al hombre de campo y su familia, pretende que el productor se apropie de los beneficios de su esfuerzo y pueda desarrollarse integralmente disfrutando de una vida digna en el lugar donde nació o eligió vivir.
Es así que progresivamente cada vez más familias fueron incluidas o comenzaron a acercarse al PAIPPA, pero su rol fundamental se acentuó aún más desde el aporte nutricional hacia el Plan Alimentario Nutrir y también en Nutrifor, donde la diversificación de la producción de los pequeños productores contribuye a la alimentación saludable de sectores vulnerables como para la elaboración de diversos productos alimenticios.
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