Las inversiones en tecnologías de la información y la comunicación y las políticas tendientes a achicar la brecha digital son necesarias para la integración de personas con desventajas sociales y para desarrollar aquellos sectores más desfavorecidos.
Existe un consenso de que los países que no sean capaces de aprovechar las TICs o queden atrás en los niveles de conectividad perderán competitividad, generando a su vez una nueva desigualdad entre quienes tengan un mayor acceso al conocimiento de las redes y quienes tengan dificultades para hacerlo.
Sabiendo esto, el Presidente de los Estados Unidos, Joe Biden anunció que llevará adelante un programa de “conectividad asequible”, que consta de una inversión de 65.000 millones de dólares para ampliar el acceso a Internet de alta velocidad a millones de hogares que aún carecen de conexión y un acuerdo con 20 proveedores para ofrecer servicios con descuento a familias de bajos ingresos.
En este sentido, durante el 2020 el Presidente Alberto Fernandez emitió un Decreto de Necesidad y Urgencia declarando como servicios públicos a la telefonía celular, a los servicios de internet y a la televisión paga.
A su vez, este año el Gobierno Nacional relanzó el programa Conectar Igualdad con el objetivo de vincular las currículas educativas con el acceso y la formación en TICs, facilitando el uso de computadoras a chicos y chicas de escuelas estatales y de educación especial. El programa, además, comprende una importante inversión para ampliar y aumentar el nivel de conectividad en el país.
Durante el período 2010-2015, cuando el programa estuvo en funcionamiento, el acceso a internet en los hogares creció a un ritmo anual del 15% dando un total del 76% en 5 años. Durante el gobierno de Cambiemos (2016-2019) el programa fue descontinuado y la ampliación de la conectividad bajó a un promedio de 4% anual.
La brecha digital que se generó por esta baja en el nivel de conectividad se observó durante la pandemia, cuando el aislamiento preventivo obligó a las escuelas a continuar el dictado de clases de forma remota.
De acuerdo a una Evaluación Nacional del Proceso de Continuidad Pedagógica, el 90% de las escuelas privadas pudo mantener el vínculo educativo más de una vez por semana, mientras por los problemas de conectividad, solo el 70% de las escuelas estatales pudo lograr lo mismo.
La industria del software y el trabajo
La industria del software se encuentra en un claro crecimiento dentro del país desde el año 2019. Según datos difundidos por la Cámara Argentina del Software, el sector creció un 13% el año pasado, registrándose 116.616 puestos de trabajo durante el 2020 y 132.000 durante el 2022.
En el informe del Plan Argentina Productiva 2030, dependiente del Ministerio de Desarrollo Productivo, se observa cómo la conectividad está generando en el país un crecimiento del empleo privado calificado durante los últimos años.
El sector, además, tiene el potencial de generar un nicho exportador con un impacto ecológico mucho más reducido en comparación a las industrias agrarias y automotriz. Durante el 2020 la industria del software generó exportaciones por U$S1.789 millones. El año pasado esta cifra alcanzó los U$S2.000.
En ese sentido, es de destacar que hoy la misma cartera nacional creó el Programa Soluciona II que busca brindar asistencia financiera para favorecer la incorporación y el desarrollo de la economía del conocimiento para que se diversifique la producción y se mejore la competitividad industrial. Es así que se financiarán proyectos de hasta 25 millones de pesos.
Cuatro datos alentadores sobre la industria del software en Argentina.
1) El sector no para de crear empleos. En enero tuvimos 137.000 puestos de trabajo, una suba de casi 30.000 puestos respecto a tres años atrás. pic.twitter.com/d9IKEV6P8P
— Daniel Schteingart (@danyscht) April 25, 2022
Inversión estatal
La industria comienza a demostrar sus potenciales para achicar otras brechas históricas en el país. Una de ellas es la inequidad geográfica. El informe muestra que las provincias donde más creció la generación de empleo dentro de la industria son algunas de las más postergadas a nivel nacional, como La Rioja, Formosa, Misiones o San Juan.
En ese sentido, el crecimiento de la infraestructura está atada a la inversión estatal, como bien se demuestra con el ejemplo de las medidas tomadas por Biden. En un plano mas local, esto se puede demostrar con el ejemplo de Formosa, que en enero firmó una serie de proyectos para concretar 360 kilómetros nuevos de fibra óptica, que se suman a los más de 2.200 kilómetros ya tendidos. Con esta inversión, más localidades pudieron tener acceso a la conectividad.
Al respecto del empleo, la provincia de Formosa aumentó en un 74,5 por ciento el empleo formal en servicios informáticos y se ubica segunda en el país, detrás de La Rioja.
Brecha de género
Asimismo, a pesar de que el mundo de la informática y la programación fue por mucho tiempo visto como una actividad masculina, hoy el 32,9% de los trabajos de la industria están ocupados por mujeres.
De acuerdo al mismo informe, este porcentaje viene incrementándose desde el 2017, por lo que se observa una progresiva feminización del sector. De continuar esta tendencia, promover el acceso a internet también contribuye a achicar las brecha de género en el acceso al mercado laboral.
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