La planta distribuidora de combustibles Shell, ubicada en Puerto Vilelas ya dejó de operar en la provincia. A consecuencia, unas 17 personas quedaron sin empleo y otros 50 transportistas también. La empresa se había instalado hace 70 años en la localidad cuando el Puerto de Barranqueras funcionaba a pleno y Puerto Vilelas era el polo industrial más importante de la provincia.
El cierre es una consecuencia más del impacto que tuvo en la economía local y en las personas la bajante histórica del río Paraná. La planta de Shell no operaba desde 2019 debido a que las barcazas no podían ingresar al lugar. Ahora, las familias de Puerto Vilelas se preguntan qué pasará con aquellos que quedaron sin empleo y se lamentan por el cierre de la única empresa que se mantenía en pie en la histórica ciudad.
Puerto Vilelas está ubicada sobre el margen derecho del riacho Barranqueras, un brazo del río Paraná. Se encuentra a 10 km de la ciudad de Resistencia y a 2 kilómetros de Barranqueras, por lo que forma parte del Gran Resistencia. Hace pocos días cumplió 112 años y sus habitantes recordaron la época industrial del pueblo.
Historia de fábricas y muelles
Puerto Vilelas se formó en torno a una fábrica de tanino que sobrevivió hasta 1950. Para esa época, otras industrias ya se habían instalado a la vera del riacho atraídas por el sistema de tren, la cercanía al Puerto de Barranqueras y la infraestructura fluvial que se había desarrollado que permitía la entrada de barcazas por el riacho Barranqueras.
En 1959 Vilelas dejó de depender del municipio de Resistencia al crearse una municipalidad, que abarca además del poblado tierras al sur de la localidad que ocupan en su mayor parte lo que se conoce como Bajos de Tacuarí. En esta área rural se encuentran el balneario de Villa Paranacito, y las localidades de Colonia Tacuarí e Isla Soto. Todos sus habitantes dependían de las industrias y la actividad pesquera para subsistir.
Sin embargo, a medida que Puerto Vilelas, Resistencia y Barranqueras crecían, comenzaron a decaer las industrias. Los edificios industriales y sus muelles hoy son solo ruinas de aquella época de esplendor que supo tener el pueblo. La planta de Shell era una de las sobrevivientes de ese apogeo industrial, que ahora ya no abrirá sus puertas.
Shell y el desabastecimiento de combustibles
Unas 17 personas, sumado a unos 50 transportistas que trabajan de forma indirecta en la planta de Shell hoy quedaron sin empleo debido al cierre. La planta contaba con un muelle propio para recibir a las barcazas con combustibles y almacenar el crudo en tanques ubicados en la misma localidad para, posteriormente, distribuirlo con camiones a todo el NEA.
“La mantuvieron abierta durante mucho tiempo como un reservorio ante cualquier eventualidad, para contar con una reserva para abastecer al NEA. Pero la petrolera consideró que ya estaba totalmente agilizado el abastecimiento a través de camiones y que era innecesario seguir manteniendo toda la operación de una planta cuando muy pocas veces al año cuenta con combustible en sus tanques”, explicó Oscar Gaona, presidente de la Cámara de Expendedores de Combustibles del Chaco.
Así, se cerró el fin de una era de Shell en Puerto Vilelas. Los habitantes de la zona se lamentan que la empresa se haya retirado ya que formaba parte de la historia del pueblo y genera empleos para las familias. Ahora, se espera que otra empresa se instale y ocupe la planta. Sin embargo, la bajante del Paraná aún se mantiene, lo que dificulta la operatividad del lugar.
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