Luego de 30 años de proyectar la construcción del puente internacional que unirá Argentina con Uruguay y también con Brasil, autoridades locales anticiparon que se podría concretar el inicio de obras en noviembre. En el proyecto vienen trabajando arduamente los gobiernos argentino, uruguayo y brasilero por el impacto productivo que tendrá en las ciudades fronterizas y la región.
En las últimas décadas, el proyecto para construir el viaducto fue aprobado por la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU), pero nunca se logró concretar debido a diversos factores económicos y diplomáticos.
Anteriormente, Corrientes declaró de interés su construcción y el entonces Gobernador Ricardo Colombi comentó en 2017 que se había reunido con el Presidente Tabaré Vázquez para iniciar los procesos de licitación. Sin embargo, no existió tal avance.
Ya en la gestión de Alberto Fernández en la Nación y de Gustavo Valdés en la provincia, ambos gobiernos bregaron por obtener el financiamiento internacional requerido. Así fue como el Banco de Desarrollo de América Latina dio luz verde para asumir los costos de la obra, estimada en u$s 133 millones.
“Se encuentran abiertas las conversaciones bilaterales y nos estamos reuniendo de manera presencial y virtual dos veces al mes. Tenemos una vinculación como nunca tuvimos con Bella Unión de manera institucional, estamos muy felices de trabajar en forma conjunta con los presidentes de los tres países limítrofes en inversión en infraestructura”, dijo recientemente a medios locales el Intendente de Monte Caseros, Juan Carlos Álvarez.
Destacó el trabajo en conjunto con el municipio de Bella Unión, porque la obra demandará empleo a 800 obreros, y Monte Caseros solo no tiene esa capacidad de recursos humanos.
¿Por qué es estratégico el puente internacional?
Los funcionarios del Comité para el Desarrollo de la Cuenca del Río Uruguay (CCRU) destacan que el puente se emplazará en las inmediaciones de la Triple Frontera entre Argentina (Monte Caseros), Uruguay (Bella Unión) y Brasil (Quaraí, que se encuentra a 200 metros de donde se construirá el puente). Por lo tanto, su construcción contribuirá a modificar la matriz socioproductiva de toda esta región del MERCOSUR.
“Desde el punto de vista geopolítico, el puente tiene un valor futuro por la unión del Pacífico con el Atlántico. Debemos pensar que en la zona de San Juan se está planificando para que exista un túnel en Los Andes lo que sería, después del Canal de Panamá, la primera unión del Pacífico y el Atlántico. Entonces este puente formará parte de esa conexión, lo que es a largo plazo, de 15 y 20 años. De esta manera queda conectado el norte del país”, explicó semanas atrás el ex Embajador Daniel Bentancur, coordinador de la secretaría técnica del CCRU.
Otro aspecto fundamental que señaló Bentacur tiene que ver con la conexión comercial con San Pablo y la salida hacia el puerto de Río Grande.
Así también, el puente internacional generaría ciertas soluciones en el tema infraestructura, una gran carencia de la región. “El tema del arroz está desarrollado y en la zona hay suficiente espacio para aumentar esa y otras producciones. Pero cuando se sacan los cálculos de costos, casi termina siendo no competitivo”, añadió Bentacur.
Vale remarcar que también será un impulso para el desarrollo del turismo local. Por otro lado, muchas personas que habitan de ambos lados del río mencionan la posibilidad de afianzar lazos culturales y obtener beneficios tanto laborales como educativos para la población.
Las características del puente internacional
Según se proyecta, el viaducto que unirá las ciudades de Monte Caseros y Bella Unión tendrá 1.780 metros y un trazado total de casi 12 kilómetros. A partir del inicio de las obras, se estima que durarán cuatro años.
Vale acotar que se transformaría en el cuarto puente que une a la Argentina con Uruguay, junto al puente San Martín que une Gualeguaychú y Fray Bentos, el General Artigas entre Paysandú y Colón, y el de Salto Grande entre Salto y Concordia.
Situación actual entre Monte Caseros y Bella Unión
En la actualidad, las personas que habitan en ambas ciudades fronterizas cuentan con la única posibilidad de conectarse a través de barcazas que recorren el paso fluvial sobre el río Uruguay.
El paso fronterizo estuvo cerrado, desde el inicio de la pandemia, hasta la semana pasada, cuando el municipio de Monte Caseros y el alcalde de Bella Unión, William Cresseri, anunciaron la apertura.
El transporte habilitado es la embarcación “El Tiburón” y realiza cruces diarios de lunes a viernes a las 8:30, 11, 13 y 17 horas.
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