La Rastrojera TV es una cooperativa audiovisual que nació en el 2007 acompañando y registrando los conflictos de los desalojados por la Represa Binacional Yacyretá. A través de los años se convirtió en un medio alternativo de referencia en la provincia, abordando aquellos conflictos sociales que muchas veces los medios tradicionales no podían difundir.
Como muchos medios alternativos, La Rastrojera utiliza un canal de Youtube para difundir su contenido y autogestionar su trabajo. Sin embargo, a mediados de julio, sin advertencias ni previos avisos, la plataforma decidió levantar el canal en el que habían estado subiendo sus trabajos durante los últimos 15 años bajo pretexto de infringir los lineamientos de la comunidad de youtube.
El hackeo de la cuenta
En una entrevista a NEA HOY, el realizador audiovisual y referente de La Rastrojera TV, Nicolá Amadío comentó que se enteraron de que el canal se había levantado de las redes por un colaborador que quería difundir uno de sus videos y no encontraba el link para hacerlo. Al intentar entrar al canal de Youtube para buscarlo, se dieron cuenta que el mismo había sido borrado, perdiendo los cientos de videos que habían producido los últimos 15 años.
Como única explicación de lo ocurrido tenían un mensaje de la plataforma de Youtube diciendo que el canal había sido levantado por la supuesta infracción, pero a pesar de realizar los reclamos por las vías que permite la plataforma, no recibieron respuesta de cuáles fueron las normas que supuestamente habían infringido ni el tiempo en que podrían volver a disponer de su canal.
Al no recibir respuesta, difundieron un comunicado explicando la situación, con la esperanza de que haciendo correr la voz pudieran dar con alguien que les pueda ayudar a solucionar el problema. Como muestra de la importancia que supo ganarse el canal durante todos estos años, el comunicado fue compartido por distintos centros comunitarios, medios alternativos y referentes culturales a lo largo del país y del continente.
Gracias a la repercusión que tuvo la campaña, la cooperativa fue contactada por funcionarios de la defensoría del público de la Nación y por un observatorio de medios latinoamericano que se pusieron a disposición para hacer de mediadores entre ellos y las oficinas de Google en Argentina.
Finalmente, desde Google Argentina les informaron que el canal había sido levantado por registrar una actividad inusual. Aparentemente, la cuenta había sido hackeada y estaba siendo utilizada para realizar un streaming con fines monetarios que infringía las normas de la plataforma.
Después de todo esto la cooperativa recuperó el canal, pero el diseño había sido modificado y todos sus videos borrados. Hoy, La Rastrojera TV debe tomarse el trabajo de volver a subir todas sus producciones al canal sin ningún tipo de garantía de que no vuelva a pasar lo mismo en el futuro.
La vulnerabilidad de los medios alternativos
Amadío comenta que, después de lo ocurrido, como cooperativa vieron la necesidad de discutir “el tema de la vulnerabilidad que hay en las plataformas, la falta de acceso, de capacitación, la necesidad de poner en común un tema que es muy importante, porque la comunicación hoy en día se está dando desde otro lugar”.
Para garantizar un derecho humano tan esencial como el de la comunicación, es necesario generar políticas que garanticen el sostenimiento de medios comunitarios que contribuyan a la diversidad de voces aportando una mirada más allá de las generadas desde el estado o el mercado.
Lo que pasó a La Rastrojera TV es una muestra de la vulnerabilidad a la que quedan expuestos estos medios al no garantizarles acceso a las licencias o espacios tradicionales. Impulsados por las posibilidades que brindaba la Ley de Medios Audiovisuales al tercer sector, La Rastrojera TV empezó a hacer los trámites para acceder a una licencia, pero esto fue imposible debido a que por el conflicto de las licencias en la provincia de Misiones no hacía viable llamar a concurso.
Después del 2015, al limitar por decreto el alcance de la Ley de Medios, la posibilidad de acceder a una licencia se hizo más difícil, y como muchos medios alternativos, La Rastrojera quedó relegada a lo que puedan autogestionarse dentro del espacio de medios digitales.
Si bien desde las plataformas hoy en día es posible alcanzar un público incluso mayor al de muchos canales de televisión, es un espacio donde la normativa aún es muy esquiva, y muchas veces el trabajo de los periodistas digitales debe someterse a sanciones criteriosas o arbitrarias por parte de las empresas multinacionales que no brindan suficientes espacios de reclamo.
Mientras difundían lo ocurrido, los miembros de La Rastrojera se contactaron con otros medios comunitarios a lo largo del continente, encontrándose siempre con experiencias similares. “Justo ayer nos comentaron en caso de una película que había realizado un grupo independiente, y que le habían bajado el trailer sin dar ninguna explicación. Hay otros usuarios que también tienen problemas con que se les da de baja los videos y nunca se les da una explicación concreta de por qué”.
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