Cada 11 de septiembre, en Argentina, se celebra el Día del Maestro en homenaje a Domingo Faustino Sarmiento, conocido como “el padre del aula”, en conmemoración a la fecha del aniversario de su muerte.
Aprovechando la ocasión, desde NEA HOY queremos resaltar la incansable labor que realizan los docentes rurales de nuestra región; que muchas veces son poco valorados en la sociedad, los medios y la política, pero que son la base para la formación de miles de personas y una oportunidad de desarrollarse y progresar.
Estas ideas fueron resaltadas desde la misma Legislatura chaqueña, en ocasión de sancionar la ley que definió el 16 de agosto como el Día del Docente Rural, en homenaje a la fecha de inicio de la trayectoria como docente de la señora Haideé Inés Gerzel, y en reconocimiento al invaluable aporte de los docentes rurales para garantizar a los niños, niñas y jóvenes equidad y calidad educativa.
“Hablar del docente rural es darle una connotación diferente, el docente rural puede ser de cualquier nivel, puede estar en cualquier paraje, en cualquier zona rural, pero todos tienen un desempeño que no se limita al proceso de enseñanza-aprendizaje sino que incluye un gran compromiso social con su comunidad”, dijo al respecto la Diputada Zulma Galeano.
Y agregó: “Ese compromiso social tiene que ver con sus niños, con las familias, y es lo que hace que pongan los pies en el barro, que muchas veces recorran varios kilómetros para poder llegar a sus escuelas, con sus motos con bolsones de mercadería para llevar todos los días para el comedor. Eso no es la obligación del docente, es el compromiso, la convicción y la voluntad de que la educación les llegue a todos, que la educación sea inclusiva, que la educación sea igualitaria y equitativa”.
Un reflejo de las palabras de la Legisladora es la labor del docente correntino Nahuel Hollman, quien fue reconocido por el certamen nacional “Docentes que Inspiran”. Meses atrás, él mismo se definió como un “apasionado de la tecnología”. A los 43 años, lleva dedicados 16 a la docencia.
En un paraje rural, muy cercano a la capital, Hollman se dedica a transmitir su pasión por la informática a sus estudiantes, como una base para su propio desarrollo y en beneficio de las comunidades de las que provienen.
“Comúnmente se relaciona a la vida rural con trabajos en el campo y no precisamente con el uso de tecnologías”, había dicho el docente a NEA HOY, meses atrás.
“Yo busco enseñar tecnología de una manera útil, es decir, para un uso responsable, humanitario y apropiado; una tecnología que permita solucionar problemas de la vida cotidiana y proyectar un futuro”, compartió.
Otra historia que se resalta en esta fecha, en torno a la labor de los docentes rurales, se encuentra en una Escuela Agrotécnica de Laguna Yacaré, en Sumayén, Formosa. Es el caso de Jorge Pinatti, un docente que lleva dedicados 30 años de su vida a este servicio y que convive con su comunidad en un lugar casi inhóspito; donde hay más de ocho meses de sequía, más 40 grados de calor y algunas heladas que afectan al ganado local.
En el lugar habitan, en su mayoría, la comunidad originaria wichí. Por ellos, Pinatti se empinó en la idea de educar a los más necesitados. Además, trabajó la tierra junto a los aborígenes estableciendo de esta manera la primera huerta más grande de la provincia; y cuyos productos son donados a la comunidad.
“Nuestro objetivo es preparar a los jóvenes para la vida del campo, que adquieran los conocimientos que el día de mañana facilite el crecimiento y desarrollo de las actividades agropecuarias”, dijo a NEA HOY en una entrevista, en ocasión de su propuesta para integrar el certamen Docentes que Inspiran.
Y señaló que “ser un docente que inspira significa tener compromiso en la formación desde la educación para que los alumnos salgan bien formados y tengas las herramientas necesarias para el futuro y el desarrollo de sus comunidades, por eso se hace un trabajo integral con las familias de la zona y se trabaja en la contextualización de los contenidos con internet y proyecciones audiovisuales como una herramienta más en el aula aunque no se dejaron de utilizar los libros”.
Misiones también tiene su caso destacado de docentes rurales que, día a día, apuestan por una educación más humanitaria, que apuesta al desarrollo y el progreso de las comunidades con menos oportunidades.
Su nombre es Graciela Gebhardt y, según documentaron medios locales, está a cargo del dictado de cinco materias en un Bachillerato Orientado Provincial (BOP) que se encuentra en una zona rural, con cursos a cargo que van de entre 2do a 5to año, y con alumnos que rondan en promedio entre los 13 a 20 años.
Para Graciela la pandemia fue un obstáculo gigante, tal como habrá sido para otros tantos docentes rurales.
“Nunca pensé que terminaría mi carrera docente aprendiendo tantas herramientas nuevas para enseñar e interactuar con mis alumnos. Fue un nuevo desafío, me gusta y me apasiona. Estoy en constante contacto con mis alumnos. Los aliento, porque a veces manifiestan que extrañan la escuela. Algunos también quieren bajar los brazos. Yo les aconsejo que no abandonen, que sigan respondiendo a la escuela a distancia, ya que pronto nos vamos a reencontrar en las aulas”, había contado en una entrevista.
En forma cotidiana, documentaron, en sus más de 30 años de docencia, siempre transitó las zonas rurales y terradas para llegar a las escuelas. Sin embargo, la pandemia le impuso un nuevo desafío; transitar la virtualidad y esforzarse por acercar el material educativo a los estudiantes con menos posibilidades.
Estos, como otro tantos ejemplos de incansable labor en las escuelas rurales, nos enorgullecen y motivan a decir ¡Feliz día del maestro!
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