En las últimas horas el río tuvo una fuerte crecida que llevó su nivel a 9.120 metros cúbicos por segundo.
Los daños en la pasarela que conduce al atractivo turístico de mayor relevancia en el parque, La Garganta del Diablo, han sido evaluados hasta el momento a través de la tecnología de drones porque es aún imposible acceder físicamente a la zona debido al fuerte caudal del río Iguazú.
Se estima que el tiempo de cierre de esta pasarela al público permanecerá por al menos dos meses y que se espera que el caudal del río vuelva a su nivel para evaluar la situación de los pilotes de hormigón de la pasarela ya que 51 tramos de esta última fueron arrasados por el caudal en las últimas semanas.

La proyección es que debido a las lluvias que hubo en la región, el nivel del río y la fuerza que este arrastra particularmente en estos atractivos sigan elevándose o cuando menos manteniéndose al nivel actual.
Se confirmó además desde la administración del parque que geólogos sumarán sus tareas en el mes de noviembre para revisar los desmoronamientos que se vienen dando en el Bosseti, lo que genera que circuito inferior esté habilitado de forma parcial por el derrumbe de rocas que se registró hace poco más de 40 días y que dañó la estructura.

A pesar de estas restricciones de acceso a determinadas áreas del parque, el flujo de turistas que siguen visitando el atractivo no ha mermado y en ese sentido, se ha destacado que en las últimas semanas ha sido notablemente alta la presencia de visitantes provenientes de Francia, España, Estados Unidos, Perú y Colombia, quienes se suman a la tradicional presencia de brasileros que hacen el circuito.
Se estima desde las agencias de turismo que este sábado y domingo se esperan alrededor de 4.000 turistas.
Fuente: El Territorio y Primera edición.
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