El Día de los Muertos se popularizó a través de la fe católica, es la fecha en la que se celebra los días de todas las almas y todos los santos, pero el origen de la celebración es mucho más antiguo y se remonta a las comunidades aztecas y sus ideas de la vida después de la muerte, una tradición que es naturalmente anti cristiana.
La celebración del Día de Muertos se lleva a cabo los días 1 y 2 de noviembre, de acuerdo con el calendario católico: mientras que el 1 de noviembre corresponde a Todos los Santos, día de los “angelitos” que refiere al dedicado a los niños fallecidos, el día 2 de noviembre es para los Fieles Difuntos en edad adulta.
Si bien la fecha se conmemora hace más de 800 años a lo largo y a lo ancho del planeta, la Iglesia Católica es una de las culturas que instauró la conmemoración, así como también lo hicieron en México, donde se preparan varios días antes para recibir a las almas de sus ancestros con peregrinaciones, comidas típicas y cánticos alegres.
Los orígenes de la celebración comparten la armonía de los rituales religiosos católicos traídos por los españoles y la conmemoración del día de muertos que los indígenas realizaban desde los tiempos prehispánicos.
Se cree que entre los siglos VIII y IX la fiesta comenzó a difundirse en Europa, y en Roma específicamente en el IX. Allí fue el Papa Gregorio III quien eligió la fecha del 1 de noviembre para coincidir con la consagración de una capilla en San Pedro.
Con el correr del tiempo, la fecha ha tomado tal popularidad, que en el año 2008 la UNESCO incluyó la conmemoración del Día de los Muertos en la lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, por entender que <<las ofrendas son tan variadas como la imaginación, combinando tradición, arte y creatividad. Además, en ninguna de ellas puede faltar el cempasúchil, la flor de los muertos. Las festividades han ganado fama internacional y parecerían ser cada día más grandes y coloridas>>
Así es como, las diferentes culturas toman este día y lo apropian con características relacionadas a su propia idiosincrasia, con el objetivo unificado de recordar a las almas que partieron de manera física.
En México y en otros países de Latino América, se cree que esa noche se abre la barrera entre el mundo de los vivos y muertos donde las almas regresan a sus hogares con sus seres queridos para compartir alimentos puestos en altares en su honor.
Por un lado, una celebración más ortodoxa y tradicional, es la de la Iglesia Católica, donde recuerdan a sus seres queridos que han fallecido y rezan por el reposo de sus almas celebrando una misa o yendo a visitar sus restos físicos a los cementerios. En sus casas, las familias construyen altares, también conocidos como ofrendas, adornados con símbolos cristianos.
¿Cómo son las celebraciones por el Día de los Difuntos en México?
El país azteca es una de las regiones que se destaca por ser ricos culturalmente hablando, es por eso que celebran la fecha desde varios días antes a la noche del día de los muertos, organizando todo para la noche del dos de noviembre, con rituales y peregrinaciones particulares en cada estado mexicano.
Las características de los festejos mexicanos, van desde adornar las tumbas con flores y altares sobre las lápidas, lo que en los tiempos indígenas tenía un gran significado porque se pensaba que ayudaba a conducir a las ánimas a transitar por un buen camino tras la muerte.
La tradición indígena también indica que, para trazarles el camino del retorno de las almas a la tierra, se deben esparcir pétalos de flores de cempasúchil y colocar velas trazando el camino que van a recorrer para que estas almas no se pierdan y lleguen a su destino.
Las familias mexicanas comienzan a arreglar los altares desde el 28 de octubre y llegan a su colorido y bello esplendor el 2 de noviembre, en el transcurso, realizan peregrinaciones, y se disfrazan con las típicas máscaras de calaveras con flores, en honor a sus difuntos.
Los mexicanos y la mayor parte de la comunidad Hispana, ven esta fecha como la única en la que pueden pasar toda la noche con las almas de sus antepasados y donde las almas pueden venir de visitas y compartir la comida, bromas e historias.
Tan fuerte es la celebración y la costumbre azteca que en Estados Unidos donde la festividad de Halloween, o “Noche de Brujas” se ve muy arraigada, la celebración del Día de Muertos es cada vez más popular y respetada, por tener una enorme comunidad mexicana: alrededor de 36 millones que se ha encargado de mantener vivos los rituales y costumbres alrededor de esta tradición.
Otra de las comunidades que conmemora esta fecha, son los ciudadanos de Bolivia y Perú donde las celebraciones tienen las mismas similitudes que la tradición azteca.
Así también, en oriente China celebra su particular Día de los Difuntos, la Fiesta de Qingming, como se la denomina, que tiene lugar 15 días después del equinoccio de primavera en lugar del 1 de noviembre, cayendo usualmente cae entre el 4 o 5 de abril del calendario gregoriano.
En esta jornada, millones de familias se reúnen en los cementerios para recordar a los parientes muertos, adecentar sus lápidas y quemar todo tipo de objetos de papel, como por ejemplo billetes de papel, con la idea de que no les falte de nada en la otra vida.
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