Las plantas medicinales nativas de la región del norte argentino, especialmente de la provincia de Formosa, donde convergen distintas culturas y saberes ancestrales de pueblos originarios, han sido utilizadas a través de la historia para tratar enfermedades y dolencias.
En la cultura wichí las plantas medicinales tienen 408 usos para tratar 68 síntomas o enfermedades diferentes y están muy ligadas a las abuelas y los llamados “curanderos”, como una tradición que sigue aún vigente pero con un plus agregado que se les dio desde la etnobotánica.
¿Sabías que?
En el Museo de Farmacobotánica “Juan Aníbal Domínguez” de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires fueron halladas varias fuentes documentales con información etnobotánica recopilada entre los indígenas Qom de la reducción San Francisco de Laishí de la provincia de Formosa durante 1924.
Se hallaron 6 libretas de campo, un herbario de 175 entidades botánicas y 85 muestras vegetales. Los manuscritos en grafito, cuentan con informaciones en español sobre los usos medicinales.
El trabajo de Leonardo Anconatani y Gustavo Scarpa del CONICET señala que las libretas de campo tienen anotaciones acerca de los nombres y las aplicaciones de las plantas silvestres –junto con material vegetal que las documentan– recolectadas en la Misión San Francisco de Laishí, este de la provincia de Formosa.
Estos documentos fueron enviados por el religioso franciscano Fray Pedro Iturralde en 1924 al entonces director del Instituto de Botánica y Farmacología de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Buenos Aires, Dr. Juan A. Domínguez.
La farmacia en el patio de casa
Las plantas medicinales se pueden preparar de varias maneras, dependiendo de que su uso sea interno o externo, de la enfermedad que se busca curar y de las características de la planta misma.
En plena pandemia, cuando no existían vacunas contra el coronavirus, las redes sociales en Formosa se llenaron de mensajes buscando hojas de eucalipto para inhalar y hasta quemarlas ya que era bueno para prevenir y ayudar si se tenían síntomas.
Dejando de lado el COVID-19 el eucalipto es bueno para realizar vaporizaciones.
La técnica
Una vez hecho el cocimiento, no se cuela y antes de destaparlo, ponemos la olla a unos 20 a 25 cm debajo de nuestra cara y nos cubrimos con una toalla grande o cobija, luego destapamos la olla, cerramos los ojos e inhalamos suavemente el vapor que sale, de esta manera se descongestionan todas las vías respiratorias. El eucalipto es muy bueno para los catarros, sinusitis y hasta el asma.
Ajenjo del campo
Posee grandes propiedades y beneficios para la salud. El ajenjo alivia dolores menstruales y normaliza la menstruación, es bueno para la inflamación de las piernas y dolores intestinales. El ajenjo entre otras afecciones se emplea para combatir la fiebre.
Como causa contracciones uterinas, se lo ha usado para causar abortos. Por vía interna está contraindicada en embarazo, lactancia, niños menores de 6 años.
El ajenjo también, es tónico y astringente al igual que el diente de león que también es diurético, laxante suave y depurativo de la sangre.
Según la tradición sirve para ahuyentar los insectos si se cuelgan unas ramas en algunos puntos de la habitación y si se pone debajo del colchón evita la presencia de toda clase de parásitos.
Burrito, Cocú y Doctorcito
El burrito se encuentra muy arraigado en el uso popular, puede hallarse tanto en forma silvestre como en jardines de casas y se adapta fácilmente a los cambios de suelo.
En uso medicinal la infusión de las hojas, se utiliza contra dolores de estómago, trastornos hepáticos, digestiones lentas, empachos, acidez, náuseas y vómitos.
Por su parte, el cocú tiene propiedades para sanar el hígado y se suele consumir en Formosa con el tereré. Se utiliza para hepatitis mal curadas, mala digestión, hemorroides. y cálculos hepáticos.
El doctorcito es un poderoso anti espasmódico y muy indicado para solucionar la mala digestión de comidas pesadas y los cólicos. Es un calmante natural y elimina los gases estomacales e intestinales.
Salud comunitaria
En Formosa desde el 2002 se desarrolla el programa Salud comunitaria con el propósito de valorar los conocimientos locales promoviendo la suma de saberes trabajando en la salud y las relaciones.
En el marco de “Las plantas y el cuidado del ecosistema local” se llevan a cabo diversas actividades orientadas a compartir los conocimientos populares sobre plantas medicinales autóctonas y su uso en el cuidado de la salud.
Así, tras varias experiencias en distintos barrios elaboraron un manual, donde se pretende plasmar los conocimientos populares y que cada participante cuente con una guía práctica de usos de plantas medicinales en su hogar para cuidar su salud y la de sus familias de una forma natural.
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