La semana pasada, militantes de la organización social Movimiento Teresa Rodríguez (MTR) se encontraban realizando una manifestación en la municipalidad de Garuhapé para coordinar el trabajo en los merenderos de la ciudad, cuando un grupo de vecinos, empresarios y colonos locales decidieron correrlos con palos y machetes.
El hecho, que tomó trascendencia nacional, tiene su semejanza con otros sucesos en el país en donde el humor social, alimentado por los prejuicios hacia los manifestantes y beneficiarios de planes sociales, lleva a ciudadanos a “autoconvocarse” para responder con violencia a sus reclamos.
A través de una entrevista brindada a NEA HOY, el referente provincial del MTR Américo Melgarejo reflexionó sobre el trabajo que vienen haciendo con la organización y los peligros que pueden presentarse si esta situación llegara a escalar en un pueblo en que todos se conocen como Garuhapé.
Colonos contra obreros, vecinos contra vecinos
Quienes los corrieron con palos y machetes de la vereda de la municipalidad, fueron los mismos colonos, productores y empresarios para quienes muchos de ellos trabajaron la mayor parte de sus vidas, los dueños de la ferretería y supermercados a los que los propios militantes que reclamaban van a comprar los víveres después de cobrar el plan.
“Esto es lo triste” para Melgarejo, ya que el prejuicio que se reproduce por los medios y redes sociales que pone a la comunidad en contra de los trabajadores que reciben planes sociales, genera violencia y enemistades en un pueblo donde todos se conocen y podría de otra forma funcionar de manera más armónica.
Hoy los militantes de Garuhapé fueron corridos por los colonos o emprendedores del pueblo a gritos de “planeros ratas” o “manga de lacras”. Mañana, tendrán que poner su mejor cara cuando vayan al comercio de éstos emprendedores y, con el dinero de los planes sociales, compren los víveres y herramientas que necesitan para trabajar.
“Es feo cuando vos escuchás de un productor o empresario que dice “Que feo estos manga de vagos, estos manga de ratas”, y el productor o el patrón no se dan cuenta de que esos ratas o esos lacras son los que pueden ir a trabajar en su propia chacra si se puede trabajar en un consenso”, explicó.
“El enojo del productor por ahí es el impedimento sobre la Ruta Nacional 12, y nosotros entendemos el malestar, pero también nos gustaría que recuerden que cuando ellos tuvieron sus reclamos nadie dijo nada, y hasta se los ha acompañado”, agregó Melgarejo refiriéndose a las veces que los colonos y productores reclamaron por mejores precios de sus productos.
Además, Melgarejo no entiende por qué ellos son víctimas de insultos y prejuicios, cuando los propios colonos también reciben subsidios del estado cuando lo necesitan. “También los pequeños productores reciben subsidios cuando tienen una tormenta atravesando sus chacras, cuando un granizo hace desastre en sus huertas.”, explica, “hay grandes empresas que tienen subsidios para plantaciones de pinares”.
Esto sucedió en Garuhapé Misiones, en el día de hoy. Vecinos corrieron a ong sociales.
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“Que no venga a decirme a mí un colono que él tiene un tractor porque laburó toda su vida, es el pobre trabajador el que hizo 50 o 100 hectáreas de yerba y con esa ganancia el patrón logró comprar un tractor” describió Melgarejo, recordando que muchos de los militantes del MTR trabajaron mucho tiempo para los mismos que hoy los corrieron de la municipalidad de Garuhapé
“Entonces no vengamos a tirar palo como que solamente los que tienen son los que se merecen tener las cosas, el trabajador es el que dio crecimiento hasta para el patrón, así que no tenemos que mentirnos”, concluyó.
El beneficio de los “Planeros”
Melgarejo afirma que los insultos y prejuicios que reciben por parte de los colonos son injustificados, asegurando además que el trabajo que realizan como MTR trae muchos beneficios a un pueblo como Garuhape.
Por un lado, explica que los productos de consumo que venden gracias al trabajo en sus chacras son consumidos por las mismas personas que los critican, ya que muchas veces son más baratos. Para trabajar la chacra, además, muchas veces alquilan el servicio de algún colono de la zona que tenga tractor para desmalezar, dando trabajo a los colonos de la zona.
“Nosotros tenemos compañeros y compañeras que están trabajando en las escuelas por ese pequeño sueldo, ¿por qué? Porque en las escuelas no hay portero.” Explicó por otro lado, “Eso también es algo que satisface a todo el pueblo, porque hay un personal en la escuela que mantiene limpio, que mantiene ordenado para que después los chicos cuando se van a la escuela no se encuentren con una tremenda capuera o con el aula sucia y llena de telaraña”.
“En Garuhapé tenemos un grupo de vecinos que está cansado que le corten las rutas y les tomen las avenidas, al primer bombo que suena reaccionan. No hablamos de violencia”.
Schmied. Garuhapé. pic.twitter.com/iELGMfuKKj— Radio República (@Republica99) November 7, 2022
Además, aseguró que los prejuicios hacia los planes sociales desconocen el beneficio que está trayendo para el pueblo. “Toda la plata que uno gana en un plan social se invierte en el pueblo, nosotros cobramos nuestra platita y vamos a pagar nuestra luz, vamos al supermercado, vamos a la ferretería”, explicó, “hoy el pueblo mismo está sostenido casi por los planes, los comercios, carnicerías, farmacias, cooperativas de luz”.
Aun así, Melgarejo entiende que cobrar un plan no es lo ideal, y que justamente parte de los reclamos apuntan a que muchos de estos trabajos por los que sus compañeros reciben un plan, se transforme en un puesto con un salario digno.
“Nosotros a través de nuestro trabajo, la idea es ir generando trabajo genuino e ir descartando los planes”, afirmó, “Lo que nosotros estamos peleando con el Ministerio es que ese compañero o compañera se logre quedar con un trabajo genuino”.
Es frustrante que aquellas personas que se quejan porque ellos reciben planes sociales, al mismo tiempo los insulten y amedrenten cada vez que reclaman por herramientas y trabajo genuino.
Enfrentamientos en Garuhapé: los métodos de la protesta
Melgarejo entiende que el descontento que el descontento nace por el método de los reclamos, que muchas veces implica el corte de la ruta, impidiendo el paso de camiones y tránsito entre los pueblos.
Si bien él entiende el malestar que esto pueda ocasionar, también pide que éstas personas intenten ponerse en su lugar. “Sabemos que no es el punto ideal, pero bajo el derecho a la manifestación, fue el único punto donde fuimos escuchados”, afirmó.
Melgarejo comenta que, como todo movimiento, ellos también se cuestionan el tener que molestar a otros trabajadores para reclamar cada vez que necesitan de la copa de leche o las herramientas que les prometieron para trabajar. En este sentido, explicó que intentaron encontrar métodos alternativos pero ninguno obtuvo la respuesta por parte de las autoridades.
“Lamentablemente, si vos vas a la vereda se te cagan de risa, si te concentras en la plaza, la plaza es para los chicos, si te vas en frente a la municipalidad se esconden todos”, explicó, “pero si te vas a la ruta nacional al primero que se pregunta qué esta pasando es el gobierno provincial, y entonces el gobierno provincial hace la llamada urgente para que el municipio dé soluciones”.
Para Melgarejo, los pobladores deberían entender que el corte de ruta es siempre el último eslabón en una cadena de métodos de reclamos, y que en más que enojarse con ellos, los pobladores deberían enojarse con las autoridades que desoyeron los métodos anteriores.
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