En nuestro país, el Día Internacional de la Eliminación de la violencia contra las Mujeres es una jornada importante de lucha y reivindicación por los derechos de las mujeres, visibilizando todas las formas que existen de violencia de género. Una muy común es la violencia obstétrica, a menudo naturalizada por muchas personas.
Para profundizar en el tema, NEA HOY dialogó con Fernanda Regnier, ginecóloga de la Dirección de Maternidad e Infancia del Ministerio de Salud de Corrientes, quien aclaró que la violencia obstétrica es ejercida por el personal de la salud y afecta el cuerpo y el proceso reproductivo de la mujer.
Esta se puede manifestar a través del trato deshumanizado, la aplicación de medicamentos de forma injustificada o el tratamiento patológico de un proceso natural como es el proceso de parto.
Regnier señaló que es muy frecuente este tipo de violencia contra la mujer y es difícil contar con datos estadísticos sobre las personas que lo sufren ya que a muchas mujeres se les dificulta detectarla porque se encuentra naturalizada e institucionalizada en los centros de salud, tanto del sector público como del privado.
“Conocí casos de mujeres que pensaron que tendrían un parto normal y fueron anestesiadas, sin previo aviso, y llevadas al quirófano para que se les practicara una cesárea”
Cuatro ejemplos de violencia obstétrica, en la práctica diaria
La ginecóloga indicó a este medio que un modo muy común de violencia obstétrica sobre las mujeres en situación de parto es la realización de la episiotomía, es decir, un corte pequeño en la vagina antes del parto, que no se debe realizar de forma rutinaria y, mucho menos, sin el previo aviso y consentimiento de la mujer.
También señaló que es un modo de violencia obstétrica realizar un parto por cesárea cuando no hay motivo justificado.
Un tercer ejemplo, explicó Regnier, es utilizar métodos o técnicas para acelerar el trabajo de parto cuando el mismo se viene desarrollando bien pero el médico busca que el bebe saliera más rápido. Es así que utilizan distintos métodos como goteos u otras maniobras que, muchas veces, se encuentran contraindicadas.
Entre otros tantos ejemplos, la ginecóloga destacó que un modo de violencia obstétrica muy común es el trato deshumanizado como burlas o críticas a la mujer, o su bebé, durante el trabajo de parto.
“Hace muchos años me tocó participar en una situación en que la mujer embarazada era una persona con discapacidad en el habla y los médicos se burlaron de ella durante el trabajo de parto. Fue una experiencia desagradable, por lo que salí de la sala de parto indignada y más tarde me enfrenté a los médicos”, contó la ginecóloga.
Y agregó, en el marco de los casos de violencia obstétrica que conoció por los testimonios de sus pacientes, el de mujeres que pensaron que tendrían un parto normal y fueron anestesiadas sin previo aviso y llevadas al quirófano para que se les practicara la cesárea.
“Lo peor de todo es que, en el momento de parto, la mujer pasa a un estado de completa vulnerabilidad, es decir, está sensible, con las hormonas a tope, por tener a su hijo, así que imaginensé que no va a pelear o discutir con el médico. Más si tiene la idea paternalista de que el médico es el que decide todo y no sabe que ya también tiene la posibilidad de elegir y decidir”, manifestó.
¿Qué derechos tiene la mujer durante el trabajo de parto?
Según señala la Ley nacional 25.929, de Parto Respetado, sancionada en el 2004, Regnier detalló los siguientes derechos de las mujeres en situación de parto:
- Ser protagonista de su propio parto, es decir, participar de forma activa en la toma de decisiones respecto a su cuidado y al de su bebé.
- Elegir la posición en que quisiera realizar el trabajo de parto, buscando la más cómoda para ella.
- Ser informadas sobre las intervenciones médicas en el parto, en el caso de que hicieran falta; el objetivo de cada una, por ejemplo la realización de la episiotomía.
- Que se respete el tiempo biológico y psicológico del parto, evitando prácticas invasivas y medicación injustificada.
- Ser informada sobre la evolución del parto y el estado del bebé.
- Elegir una persona de confianza que la acompañe durante el trabajo de parto y el postparto.
- Poder estar al lado de su bebe en el caso que éste no requiera alguna atención especial.
- Ser asesorada sobre la lactancia y asistida durante este periodo.
¿Qué hacer en caso de ser víctima de violencia obstétrica en Corrientes?
La ginecóloga indicó que en caso de sufrir violencia obstétrica en Corrientes, las personas afectadas pueden recurrir al Ministerio de Salud Pública para comunicar a las autoridades ministeriales lo sucedido.
También, señaló, existen organismos de defensa al consumidor para denunciar casos de violencia obstétrica en centros de salud privados. O bien, la Superintendencia de Salud para regular el ámbito de las obras sociales.
Por otro lado, se encuentra el Consejo Provincial de la Mujer que, muchas veces, toma partida en este tipo de casos.
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