A partir de la quita de los subsidios a los servicios de la luz y el gas por parte del Gobierno nacional a un porcentaje de la población que reside en Argentina, el cuidado y ahorro de la energía tomó un lugar central. Más aún en los meses de verano como enero y febrero, cuando las altas temperaturas nos tientan a encender todos los electrodomésticos de refrigeración que tenemos en nuestras casas al máximo.
En esta nota de NEA HOY te contamos cuáles son las mejores formas para no gastar tanta energía durante el verano en Argentina y los mejores trucos para no desperdiciarla.
¿Por qué es importante la eficiencia energética?
La eficiencia energética es el conjunto de acciones que permiten mejorar la relación entre la cantidad de energía consumida y los productos y servicios que se obtienen a partir de su uso, sin afectar la calidad de vida de los usuarios. En otras palabras, es a lo que debemos aspirar en verano al momento de sopesar la cantidad de energía que gastamos en refrescarnos o bajar la temperatura de nuestros hogares. No se trata de no utilizar aires acondicionados y ventiladores, sino de encontrar un balance en la relación del uso y consumo.
La Secretaría de Energía de la Nación señala que hay varios puntos para lograr la eficiencia energética como:
- la implementación de medidas de gestión de la energía,
- la inversión en tecnologías de mayor rendimiento,
- el empleo de procesos productivos más eficaces y
- la mejora de los hábitos para un uso responsable.
Es este último punto el que podemos poner en práctica todas y todos en el día a día en nuestros hogares.
¿Cómo ahorrar energía en el hogar?
Según la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares que realiza el INDEC, el mayor gasto energético de un hogar se realiza en la calefacción, casi el 35 por ciento del total que se consume. Le siguen los artefactos de cocción, otros electrodomésticos eléctricos, la conservación de alimentos, la refrigeración de ambientes, la iluminación y, por último, el lavado de ropa.
Un elemento fundamental al momento de ahorrar energía es la etiqueta de eficiencia energética ya que permite conocer de manera rápida y fácil cuál es el consumo de energía de los artefactos, electrodomésticos o gasodomésticos y cuál es su nivel de eficiencia energética. Generalmente está en forma de adhesivo en un lugar visible y fácil de reconocer. Cada letra y color representa un nivel que va en una escala desde el más eficiente (letra A – color verde) al menos eficiente (letra G – color rojo). A mayor nivel de eficiencia, menor consumo de energía. En este enlace podés conocer cómo es cada una de las etiquetas de eficiencia energética de los artefactos y electrodomésticos más comunes del hogar.
¿Cómo ahorrar energía durante el verano?
Un dato interesante a tener en cuenta para ahorrar energía es que los ambientes no se enfriarán más rápido aunque se baje más la temperatura. Ese será un gasto innecesario de energía. Lo más recomendable es ajustar el termostato del aire acondicionado a 24 grados. En determinados lugares, un ventilador, preferentemente de techo, puede ser suficiente para mantener un adecuado confort. Éstos producen una sensación de descenso de la temperatura de entre 3 y 5 grados. Limpiar los filtros cada temporada, cuando están sucios el equipo debe funcionar por más tiempo para obtener el mismo resultado que con los filtros limpios. La altura recomendada para colocar un aire acondicionado es de 1.80 a 2 metros, porque el aire caliente sube y desplaza al aire frío, que tiende a bajar.
Con respecto a la iluminación de los hogares, se recomienda analizar las necesidades de luz que tiene cada parte de la casa ya que no todos los espacios tienen los mismos requerimientos, ni durante el mismo tiempo, ni con la misma intensidad. En verano se puede, además, aprovechar la mayor cantidad de horas de luz durante el día y así apagar las luces en las habitaciones que no estén siendo utilizadas, por más bajo que sea su consumo.
En la cocina también se puede ahorrar energía. En primer lugar se debe evitar introducir alimentos calientes en la heladera porque se consume más energía para enfriarlos. En segundo, intentar abrirla el menor tiempo posible porque cada vez que se la abre se pierde temperatura y recuperar esos valores genera más gasto de energía. Por último, se recomienda revisar con frecuencia que los burletes de las puertas estén en buenas condiciones. En algunos casos conviene cambiarlos para evitar pérdidas de frío y ahorrar energía.
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