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Sábado 20 de abril de 2024
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Leandro Paredes pidió justicia por Fernando Báez Sosa

El campeón mundial argentino publicó en sus historias un posteo para pedir justicia, mientras continúa el juicio por el asesinato del joven. La jornada judicial de ayer estuvo marcada por los testimonios de los jóvenes que estuvieron con Báez Sosa al momento del crimen. Su madre se descompensó tras ver los videos del ataque.

El campeón mundial argentino publicó en sus historias un posteo para pedir justicia, mientras continúa el juicio por el asesinato del joven. La jornada judicial de ayer estuvo marcada por los testimonios de los jóvenes que estuvieron con Báez Sosa al momento del crimen. Su madre se descompensó tras ver los videos del ataque.

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El juicio por el asesinato del joven Fernando Báez Sosa continúa, marco en el que el futbolista argentino y campeón del mundo, Leandro Paredes, pidió justicia a través de sus redes sociales. Paredes, al igual que Fernando, tiene familia paraguaya.

El jugador compartió un posteo con una foto de Báez Sosa, acompañado de unas manos unidas en símbolo de “Por favor”. Camila Galante, su esposa, hizo lo mismo.

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A casi tres años del suceso, el lunes comenzó el juicio en el que algunos de los acusados podrían ser condenados a cadena perpetua y Paredes aprovechó para acompañar a la familia de la víctima y dejar un mensaje en señal de apoyo.

La carta que compartió en sus historias Leandro Paredes

Soy Fernando Báez Sosa. El 18 de enero de 2020 salí a divertirme con mis amigos y mi novia a un boliche en Villa Gesell. En un momento le tiramos sin querer un poco de bebida en la camisa de un chico, le pedimos disculpas pero no entendieron que fue sin querer.

A la salida del boliche me agarraron entre 8 y me golpearon hasta matarme, 2 más filmaban todo y se reían de mi, siendo cómplices de todo. Me golpearon tanto que incluso hasta después de que muera me siguieron dando patadas.

Me dejaron tirado y se fueron a comer a McDonald’s para festejar que habían matado a “un negrito” como dijeron. Ya pasaron 3 años y todavía no obtuve justicia.

Lo cuento yo porque Fernando Báez no puede.

Publicación de Paredes.

Cómo sigue el juicio

Ayer fue la segunda jornada del juicio contra los ocho jóvenes acusados de matar a Fernando Báez Sosa, que estuvo marcada por la declaración de los amigos de la víctima, en una audiencia en la que se vivieron momentos de tensión y que debió ser suspendida momentáneamente por la descompensación de la madre de Báez Sosa.

La misma comenzó con una decena de testimonios de amigos de Fernando que veraneaban en la costa: Ignacio Vaudagna, Juan Manuel Pereyra Rozas, Juan Bautista Besuzzo, Lucas Begide y Tomás Agustín D ´Alessandro.

Cinco del grupo fueron atacados y heridos levemente cuando intentaron defender a Báez Sosa de los ocho rugbiers que hoy se encuentran imputados por “homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas”.

Los presuntos asesinos, Máximo Pablo Thomsen; Ciro Pertossi; Enzo Comelli; Matías Franco Benicelli; Blas Cinalli; Ayrton Michael Viollaz; Lucas Fidel Pertossi y Luciano Pertossi, fueron trasladados cerca de las 8 del domingo a través de dos móviles del Servicio Penitenciario Bonaerense hasta el Palacio de Tribunales para ser juzgados por homicidio.

Máximo Pablo Thomsen; Ciro Pertossi; Enzo Comelli; Matías Franco Benicelli; Blas Cinalli; Ayrton Michael Viollaz; Lucas Fidel Pertossi y Luciano Pertossi, los presuntos asesinos.

Después de la palabra de los padres, Silvino Báez y Graciela Sosa, como primera testigo del martes se esperaban las declaraciones de la novia de Fernando en ese momento, Julieta Rossi. Sin embargo, el abogado Fernando Burlando señaló que la joven no se encontraba en condiciones para declarar.

Por lo tanto, fue su padre, Oscar Rossi, el primero en declarar como testigo en esta segunda jornada: “Julieta no está preparada emocionalmente para enfrentar el juicio, para afrontar lo que vivió el día del hecho”, explicó en relación a la ausencia de su hija. “Fernando era una excelente persona”.

El padre de la joven detalló cómo vivió la llamada por parte de Julieta en el momento del ataque a Fernando: “Papá, por favor, vení a Villa Gesell porque Fernando está en el hospital y yo en la comisaría”.

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“Juro que no le deseo a nadie ver lo que yo vi en el cuerpo de Fernando. Ni un animal en medio del campo, ni un cazador con un animal. No le deseo a nadie como papá ver a Fernando acostado y esperando que lo ingresen en un cajón”, agregó Rossi.

Posteriormente fue el turno de uno de sus mejores amigos: el primero fue Lucas Filardi, quien detalló el inicio del ataque por parte de los rugbiers hacia Báez Sosa: “Le pegaron patadas, había cuatro o cinco personas pegándole”. Además, indicó que “creería que fue Luciano Pertossi quien me pegó a mí”.

El mejor amigo de Fernando habló de “patadas en el pecho y en la cabeza” y explicó dónde se encontraba al momento del crimen, mientras se mostraban imágenes en la pantalla. 

“Fue un instante en que vino gente gritando y le pegaron. Se cayó al piso, y ahí fueron patadas y piñas. No hubo acto de defensa, explicó.

A través de las preguntas de Burlando y los videos proyectados, el joven aseguró que Fernando recibió un golpe “firme, fuerte, a la cara”; luego, el abogado le pidió al testigo que recree las patadas recibidas por los presuntos asesinos, lo que provocó la queja del abogado defensor, Hugo Tomei.

Tras la declaración de Filardi, que duró más de 2 horas, comenzó el primer cuarto intermedio de la jornada. En ese marco, el equipo de abogados que defiende a los rugbiers salió del tribunal y compartió algunas opiniones sobre lo que está sucediendo en el proceso judicial.

Vamos a estar hasta tarde hoy”, señaló sin dar mayores detalles el abogado Hugo Tomei. También fue consultado por el barbijo que llevan los ocho acusados y señaló que el Tribunal es el que decide si deben sacárselo.

El letrado también aprovechó para hablar de los pedidos de nulidad y sostener que durante las primeras horas posteriores al crimen no se cumplió con el debido proceso a la hora de imputar a los acusados. 

Habló de una “imputación express” ya que las audiencias duraron 25 minutos en total para todos los acusados y alegó que no se les proporcionó información clara sobre los hechos imputados.

El cuarto intermedio se prolongó por una hora y, al terminar, comenzó la declaración de Juan Bautista Besuzzo, otro amigo de Fernando Báez Sosa. Identificó a Enzo Comelli y a Máximo Thomsen como agresores.

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Por otra parte, recordó que cuando cruzó a Le Brique para pedir ayuda, escuchó que alguien dijo: “Son los mismos de siempre”, en relación a los agresores, pero no pudo afirmar si ese comentario fue de un empleado de seguridad o de alguien que le hablaba al empleado.

Besuzzo luego relató cómo vivieron el hecho: “Mis amigos estaban todos llorando. Yo di vueltas y me dediqué a rezar. Luego de 25 minutos llegó la ambulancia y se llevó a Fernando”.

El tercer testigo en declarar fue Santiago Corbo, quien identificó a Ayrton Viollaz como uno de los rugbiers que “estaba entre el grupo donde estaba Fernando” mientras lo golpeaban y que no permitía que nadie se acercara a ayudarlo. Además, aseguró que lo escuchaba gritar: “¿Y ahora qué, ahora qué?”.

Otro de los amigos que declaró este martes fue Julián Lucas García que expuso que el conflicto comenzó cuando él mismo sintió una “cachetada en la nuca” y Fernando lo defendió. Cuando se dio cuenta que su amigo había sido expulsado del boliche fue a buscarlo y hablaron tranquilamente fuera del lugar.

Sin embargo, según relató, cuando Báez Sosa fue a comprar un helado vio a “cinco o seis personas” con intenciones de pegarles y diciendo: “A ver ahora que estamos afuera”.

“A mí me dieron un golpe en la parte del oído, me desconcierta un poco, cruzo la calle a la parte de Le Brique, me quedo un poco desconcertado. Pedí a los patovicas si podían cruzar a ayudarnos y cuando vuelvo Fer ya estaba en el piso y no respondía, concluyó.

Al cierre de la jornada, la madre de Báez Sosa, Graciela Sosa, se descompensó luego de ver los videos del ataque a su hijo y debió recibir asistencia médica. El hecho obligó a suspender momentáneamente el proceso.

Al cierre de la jornada, la madre de Báez Sosa, Graciela Sosa, se descompensó luego de ver los videos del ataque a su hijo y debió recibir asistencia médica.

Minutos después, al concluir la audiencia, Sosa y su marido hablaron con la prensa en las afueras de los tribunales.

“En un momento me sentí re mal por ver cómo atacaban a Fernando. Ya estaba tirado en el piso e imploraba clemencia para que dejaran de golpearlo. Es muy difícil para una madre ver eso, contó la mujer entre lágrimas.

Acto seguido, dijo: Me apoyo mucho en Dios, agarro fuertemente este Rosario, y pienso en que tengo que estar fuerte para seguir buscando justicia por él. Fernando merece una justicia ejemplar, que no vuelva a haber otro Fernando”.

Fuente: Ámbito

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