La demanda de gas natural registró aumentos durante las dos decadas del siglo XXI, creciendo a un promedio anual del 2,6%. Generalmente, la mayor demanda de fuentes de energía se deben a un crecimiento en el consumo y la productividad de los países emergentes, necesitando por ello alimentar una creciente matriz energética.
Este aumento se debe a que algunos de los gigantes asiáticos todavía se encuentran en el proceso de migrar su matriz energética del carbón a hidrocarburos como el gas, lo que asegura un crecimiento de la demanda durante las próximas décadas. A esto se suma un incremento del 6% promedio anual de la expansión de la producción en Medio Oriente y otro 4,3% en el Asia Pacífico, lo que da como resultado un aumento de la oferta en torno a los 1.141 millones de metros cúbicos por día (MMm3/d).
Y además del aumento en la demanda del gas licuado, se debe considerar que el contexto de guerra entre Ucrania y Rusia conlleva a un aumento en el precio de exportación. Este contexto hace más atractivo las inversiones al desarrollo de yacimientos para la producción, envasado y exportación del hidrocarburo.
Vaca Muerta
El Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA) estima que el 77% del crecimiento de la demanda de gas natural será satisfecha por el Gas Natural Licuado. Esto coloca a Vaca Muerta en un lugar estratégico, pudiendo convertirse en el principal driver exportador para el 2030, incluso pudiendo colocarse por encima de la producción de granos.
De acuerdo a estimaciones, los recursos gasíferos del país permitirían desarrollar proyectos de exportación que llegarían a las 25 millones de toneladas por año (MTPA), lo que equivale a un licuado de 100 a 125 MMm3/d.
Estos datos coinciden con un informe de la Energy Information Administration, que destacan a Vaca Muerta como el segundo mayor recurso no convencional de gas en el mundo, posicionando a Argentina solo detrás de China. Argentina ocupa, además, el cuarto lugar en recursos de petróleo no convencional, por detrás de Rusia, Estados Unidos y China.
De acuerdo al IDEA, se requieren alrededor de 15.000 millones de dólares solo para el desarrollo de una planta de licuefacción, y eso aún sin considerar las inversiones requeridas en el desarrollo del upstream y midstream.
En este escenario, la entidad empresarial aseguró que “el sector privado local, incluyendo a YPF, asociándose con compañías internacionales, está en condiciones de conseguir el financiamiento y de construir y operar el proyecto”.
El informe de IDEA estima que el desarrollo industrial del GNL permitiría al país contar con US$ 27.000 millones al año en exportaciones para finales de esta década.
Esto equivale a 1,1 veces lo que aporta el complejo sojero (US$ 23.841 millones), tres veces el de maíz (US$ 9.225 millones), ocho veces el de trigo (US$ 3.488 millones), cinco veces el del complejo petrolero y petroquímico (US$ 5.208u millones), y más de ocho veces del complejo ganadero (US$ 3.148 millones).
Acuerdo YPF-Petronas
Recientemente el Presidente Alberto Fernández anunció un convenio con la empresa Petronas de Malasia, el cuarto productor de gas licuado del mundo, para concretar el procesamiento de gas no convencional (que busca un aumento de la producción gasífera y de la capacidad de transporte y la instalación de una planta de Gas Natural Licuado (GNL) en la localidad bonaerense de Bahía Blanca, lo cual permitirá generar exportaciones por 50.000 millones de dólares al año).
Esa alianza, resulta estratégica ya que permitirá seguir potenciando a Vaca Muerta para aumentar la producción de gas no convencional y, a su vez, las exportaciones al mundo. Se estima que este yacimiento podría generar 308 billones de pies cúbicos de gas, por lo que el país tendría asegurado el consumo de gas por los próximos 85 años.
Además de asegurar el autoabastecimiento, explotar todo el potencial de Vaca Muerta en cuando al gas no convencional permitiría al país ser uno de los principales proveedores en el mercado internacional, compitiendo con Rusia.
Un dato a tener en cuenta, la producción nacional de gas no convencional ha crecido y el año pasado significó por primera vez el 55% de la producción total de gas.
Esto fue posible gracias a la recuperación de YPF, la cual pertenece en un 51% al Estado argentino, ya que mientras estaba a manos de Repsol no se invirtió en la exploración de Vaca Muerta.
“Estamos asistiendo a una suerte de piedra fundacional de un tiempo, en donde la Argentina ingresará de otro modo al mundo global, como un gran jugador en la oferta energética“, dijo el Presidente Fernández, luego de la firma del convenio con Petronas, que tuvo lugar en el Centro Cultura Néstor Kirchner.
“Tenemos la segunda reserva de gas no convencional más importante del mundo, y estamos construyendo un gasoducto que va a permitirnos el autoabastecimiento. Tenemos también recursos excedentes que vamos a poder mandar al mundo para que ingresen los dólares que tanto necesitamos”, destacó.
Una Ley para el Gas Natural Licuado
Para la entidad, resulta clave contar en el país con “una ley específica que sea votada por amplia mayoría que defina con claridad los requisitos para desarrollar la producción de gas natural y la exportación de GNL”.
De esta manera, quedaría demostrado un compromiso del Estado en el desarrollo del sector y se establecería reglas claras a ser analizadas por inversionistas y “aprovechar la ventana de oportunidad que permitirá recibir un nivel de inversiones nunca antes visto en la Argentina”, aclaran desde IDEA.
Existen varios proyectos que apuntan al sector y para la entidad empresarial, existen varios puntos que deberían estar considerados en la Ley que regularía el mercado del GNL. Uno de ellos es la necesidad de ofrecer mejoras en los impuestos a las ganancias e IVA, la amortización acelerada y reducción de quebrantos impositivos y reintegro de créditos fiscales.
Sobre las retenciones, que tanto se discuten en el sector de los granos, la entidad empresarial la entiende como necesaria para el financiamiento del Estado a través de la explotación de recursos naturales dentro del territorio nacional. Aclara, eso sí, que el nivel de las mismas no debería interferir con una rentabilidad razonable por parte de las empresas involucradas.
En el informe, IDEA además entra en la discusión por las ganancias extraordinarias, aclarando que debería garantizarse que el conjunto de la sociedad pueda compartir los beneficios de aquellas que puedan generarse ante un contexto de precios internacionales muy elevados.
En un contexto de brecha cambiaria, IDEA señaló que un porcentaje de los ingresos provenientes de las exportaciones de GNL deberían ser de libre disponibilidad del exportador para no requerir su liquidación. También menciona que, para que los yacimientos nacionales sean competitivos, sería clave que el sector esté exento de derechos a la importación, reduciendo significativamente los costos de producción.
El autoabastecimiento
Además de las exportaciones que acumularían reservas para el Estado, el desarrollo de estos yacimientos son importantes para el abastecimiento de la matriz productiva nacional. Esto evitaría recurrir como en los últimos dos años a utilizar estas reservas para importar de Bolivia un gas que se encarece por el crecimiento de la demanda mundial.
Y un dato a destacar sobre la importancia que está teniendo Vaca Muerta para la matriz productiva nacional, es que mientras que en el 2008 el 99% del gas producido en el país era convencional y solo el 1% no convencional, en el 2018 la producción de gas no convencional ya ocupaba el 35% de la producción total. Existe un fuerte crecimiento de la importancia del gas no convencional.
En los últimos años se vienen realizando fuertes inversiones para asegurar la utilización de la producción de éstos yacimientos para abastecer la matriz energética nacional. Entre los más importantes se encuentra la construcción del gasoducto Presidente Néstor Kirchner, que conectará Vaca Muerta con Salliqueló en el 2023.
La obra amplía en un 25% la capacidad del sistema de transporte de gas natural llegando a los 24 MMm3/d , permitiendo alcanzar el autoabastecimiento de gas y mejorar la competitividad de los proyectos.
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