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Viernes 19 de abril de 2024
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Guerra fría del Siglo XXI: ¿qué tan cerca estamos de un holocausto nuclear?

La semana pasada Putin anunció la suspensión del tratado New Start, una iniciativa de desarme conjunto iniciado después de la guerra fría. La suspensión del tratado vuelve a encender la alarma de una guerra armamentista que pondría a todo el mundo en peligro de un holocausto nuclear

La semana pasada Putin anunció la suspensión del tratado New Start, una iniciativa de desarme conjunto iniciado después de la guerra fría. La suspensión del tratado vuelve a encender la alarma de una guerra armamentista que pondría a todo el mundo en peligro de un holocausto nuclear

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La semana pasada el presidente ruso Vladimir Putin sorprendió al mundo con un anuncio en el que dejan en suspensión el tratado New Start de desarme nuclear. La suspensión del acuerdo, que ya estaba comprometido por la imposibilidad de realizar inspecciones, vuelve a encender las alarmas sobre la posibilidad de una escalada armamentística y los peligros de un holocausto nuclear a nivel mundial.

Si bien la suspensión del tratado no implica un incumplimiento del mismo y podría tratarse de una respuesta de Rusia a las sanciones impuestas por occidentes después de la invasión a Ucrania, el anuncio hace tambalear todo lo construido en tres décadas para lograr la paz y el desarme nuclear después de los peligros producidos por la carrera armamentística de la guerra fría.

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El acuerdo New Start

El New Start es un programa de desarme de cabezas nucleares empezado después de la caída de la Unión Soviética y el final de la guerra fría. En ese momento, fruto de la carrera armamentística durante la guerra, Rusia contaba con más de 10.000 cabezas nucleares y Estados Unidos superaba las 11.000.

Por ello, el primer acuerdo New Start comprendía la reducción del armamento nuclear hasta 6.000 cabezas. El presente acuerdo, prorrogado a 5 años por Putin y Biden en el 2001, comprende un techo de 1550 cabezas nucleares.

Hoy, tanto Rusia como los Estados Unidos se mantienen por debajo del techo del tratado New Start, sin embargo, el acuerdo también comprende la realización de inspecciones in situ del arsenal de la otra parte. Esta medida no pudo realizarse debido a las sanciones de vuelo que occidente ha impuesto a Rusia después de la Guerra contra Ucrania.

Esto hizo que Rusia, a su vez, informara en agosto a Washington su desición de prohibir las inspecciones estadounidenses de su arsenal, y la semana pasada, finalmente, informó su intención de suspender el tratado.

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Hay que aclarar que la decisión de suspender el tratado no significa necesariamente una desición por incumplirlo. Mientras ambos países se mantengan por debajo del techo establecido de cabezas nucleares, el tratado estaría siendo cumplido. Sin embargo lo queda en suspenso son las iniciativas para monitorear el tratado.

Sin embargo, la suspensión del tratado no deja de ser un motivo de alarma, ya que podría tratarse de una amenaza de Rusia hacia Estados Unidos y la OTAN que llevaría a incumplir el tratado si siguieran apoyando a Ucrania, lo que significaría un retroceso de tres décadas de desarme nuclear y podría llevar a una nueva carrera armamentista.

90 segundos para la medianoche

Ya en 1945, un grupo de científicos que trabajaban en el Proyecto Manhattan, viendo el riesgo geopolítico que ocasionaba la investigación en armamento nuclear, formaron el Boletín de los Científicos Atómicos para advertir sobre el peligro de una guerra nuclear

Fue allí que inventaron el “doomsday clock”, un reloj que sirve como metáfora de lo cerca que nos encontramos a un holocausto nuclear, simbolizado por la medianoche en el reloj.

El Doomsclock se utiliza para alertar sobre lo cerca que nos encontramos a un holocausto nuclear.

En 1991, cuando finalmente terminó la guerra fría y se firmaron los primeros tratados de desarme, el Consejo de Ciencia y Seguridad ubicó el reloj a los 17 minutos de la medianoche, lo más lejos que se ha ubicado hasta hoy

En enero del 2023, el Consejo anunció que, después de la escalada geopolítica producida por la Guerra en Ucrania y la suspensión de las revisiones del tratado, el reloj se posicionaría a 90 segundos de la medianoche. 

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Esto es lo más cerca en la historia que se ha posicionado el reloj, marcando lo cerca que se encuentra el mundo de una serie de decisiones que llevarían al lanzamiento de los primeros misiles y el inicio de una guerra nuclear.

En enero de éste año, el Doomsday Clock fue colocado a 90 segundos de la medianoche, lo más cerca que ha estado en la historia.

Argentina y Australia, los mejores lugares para sobrevivir a un holocausto nuclear

En medio de la guerra entre Rusia y Ucrania, un estudio internacional utilizó los antecedentes de los bombardeos de Estados Unidos en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki para preveer cuáles serían los resultados de una ante un escenario de guerra nuclear.

Según el estudio, publicado en la revista especializada Nature Food, una guerra nuclear podría traer como resultado la muerte del 75% de la población por falta de alimentos. “La reducción de la luz, el enfriamiento global y las probables restricciones comerciales después de las guerras nucleares serían una catástrofe global para la seguridad alimentaria“, detalla.

En este escenario, “los países con mayores esperanzas de al menos ver sobrevivir a su civilización en la década siguiente a una guerra nuclear serían Argentina y Australia“.

Las razones de ésto es porque ambos países ya se encuentran muy alejados de los focos del conflicto (mayormente Europa y Asia occidental). Además, ya se encuentran plantando algunos de los alimentos con mayor demanda, como el trigo, y tienen poca población.

Por esta razón, el estudio plantea que ante una guerra mundial, ambos países estarían mejor posicionados no solo para salvarse del holocausto nuclear sino también para sobrevivir ante las hambrunas producidas por la posterior escasez de alimentos.

 

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