Jorge Román nació en la localidad de Palo Santo a 38 kilómetros de Pirané y más de 130 kilómetros de la capital de Formosa, se define primero como actor y también como docente, aunque “la actuación siempre estuvo presente” dijo.
Desde Formosa partió hacia la Capital Federal buscando su destino como actor dejando atrás su vida en la docencia, profesión en la que se destacaba, pero además sus raíces y el norte profundo que lo vió crecer con la firme convicción de convertirse en actor que siempre fue el anhelo principal y así se lanzó a la aventura.
Fue así como Jorge Román fue buscando su camino, haciéndose el artífice de su propio destino. Le llegaría la oportunidad de debutar con “Felicidades” en el 2000. Siguió persiguiendo su sueño traspasado por el arte y, luego de realizar cuanto casting pudo, dos años más tarde uno de los mejores directores del país vió algo particular en el intérprete formoseño.
“La búsqueda debería ser constante; es un proceso dónde se debe dar todo y crecer, ese es el mayor premio que le puede pasar a las personas”, dijo Jorge Román a NEA HOY sobre su pasión por el teatro, el cine y la docencia.
En el 2002 el formoseño conquistaba la pantalla grande con “El Bonaerense”, la película que tendrá 15 o 20 años fue dirigida por el inigualable cineasta argentino Pablo Trapero. Aunque muchos no lo sepan, “El Bonaerense” es una de las grandes películas del cine argentino que llegó al Festival de Cannes y Jorge Román fue uno de los actores protagónicos con su interpretación de “El Zapa”.
Jorge Román estuvo viviendo por Misiones y Corrientes para filmar la película “Un gauchito Gil”, el santo del culto popular y experiencias narradas desde el Iberá que se estrenó en el 2019 luego vino el rodaje de “Matar a un muerto” que aborda de lleno la dictadura de Alfredo Stroessner en Paraguay.
A la par que filmaba escribía lo que este año salió a luz y actualmente está presentando que son los cuadernos de actuación en cine llamado “Vivo el Cine. Apuntes para no actuar”.
En carne viva: Jorge Román como Carlos Monzón
Aunque el actor formoseño ya venía abriéndose camino desde hace varios años en el cine argentino, el destino nuevamente lo conduciría a Buenos Aires y marcaría un antes y un después en su carrera profesional. Lo convocaron para interpretar a “Monzón”, la serie sobre el célebre boxeador campeón del mundo con una vida plagada de escándalos sentimentales, violencia de género y un trágico final.
El personaje de Carlos Monzón le exigió un compromiso físico y emocional. “Pasé noches sin dormir preparando el personaje y el testimonio de Susana me ayudó a interpretarlo y tratar de entender qué le pasaba” contó Jorge Román.
“Estaba vulnerable todo el tiempo en el papel de Carlos Monzón; me sentía en carne viva en el set de grabación, y hasta llegó un punto de agobio pero era un poco la característica propia de la vida del excampeón: intensa y en declive”.
Carlos Monzón conoció los dos extremos de la vida, por un lado la miseria y la pobreza absoluta proveniente de un hogar humilde y por el otro; el éxito arrollador, trazando un paralelismo Jorge Román se siente identificado y asegura que tuvo una vida muy parecida.
Nuevos proyectos y nuevos desafíos
Días atrás, el actor estuvo en Formosa para participar de varías entrevistas y con rumbo a Paraguay para presentar en el Centro Cultural el libro “Vivo el Cine. Apuntes para no actuar”, donde despliega otra vez su rol como docente en ciencia de la educación.
“Es un libro para entrenar que debería encarcela de una manera práctica; como creo que es el cine siempre”, refirió. Una de las aspiraciones de Jorge Román es que sea utilizado como material de consulta en las universidades de realización audiovisual, está dividido en contenido, objetivos y estratégias.
“Vivo el Cine. Apuntes para no actuar”, es un recorrido del actor delante de cámara como protagonista y detrás entrenando actores. En la segunda edición del libro según adelantó estará sobre basado en la dirección.
Además, y un poco más relajado del esfuerzo que implicó la serie de “Monzón”, filmó en Corrientes “La luz mala”, el film que toma como punto de partida el fenómeno de los ovnis en Argentina, en el que se entrelaza el humor con los hechos sobrenaturales.
La caída de un objeto en los Esteros del Iberá y un grupo de convencidos “especialistas” en el fenómeno de los ovnis que ven una oportunidad única de rubricar la pasión de sus vidas y, de paso, cumplir con el sueño de un programa propio en la televisión, es la propuesta de La luz mala, de Carlos Kbal.
Jorge Román y Horacio Fernández encarnan a dos esforzados periodistas de radio que subsisten a duras penas y con la caída de un supuesto ovni en la provincia, esperan hacer un programa sobre el fenómeno y saltar a la televisión.
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