Más del 90 por ciento de la provincia de Misiones es frontera internacional, y esto la hace especialmente susceptible a la inestabilidad de la economía.
El cambio hace conveniente a turistas brasileros a comprar y comer en Argentina, como puede verse tanto en comercios de los municipios lindantes con Brasil, como San Javier, Bernardo de Irigoyen y El Soberbio, y hasta en los restaurantes de la costanera de Posadas, que aunque se encuentre a más de 100 kilómetros del país, es una atractiva parada para los turistas que pasan por misiones.
También es sabido que brasileros y paraguayos aprovechan la diferencia de precios con respecto a los bienes subsidiados, como es el caso de la nafta, el aceite y la harina. Las estaciones de servicio de Posadas tuvieron que imponer precios diferenciales para evitar la escasez del insumo debido al gran afluente de autos extranjeros que vienen a cargar combustible al país.
¿Cómo se construye una corrida cambiaría?
En este video te cuento las 5 etapas y cómo operan los grupos de poder en el mercado y la opinión pública. pic.twitter.com/8iYDvl1D5X
— Nahuel Sosa (@nahuelsosa__) April 24, 2023
La escalada del dólar
Esta semana se vivió una escapada del dólar blue que lo llevó a un récord de $490, para finalmente bajar hasta posicionarse hoy en los $460. Lógicamente, la depreciación del peso con respecto a la divisa estadounidense afectó también al cambio de moneda con los países vecinos, llegando a estar $98 pesos el Real y cien pesos los 670 guaraníes.
La escalada del dólar afecta positivamente a los turistas. Los hoteles en los pueblos de la costa del Río Uruguay ya estuvieron el fin de semana pasado con ocupación de entre el 80 y el 100% debido a que los brasileros celebraron el feriado de Tiradentes. La tarde del martes, cuando el dólar llegó a su pico máximo, muchos brasileños cruzaron la frontera para comprar productos en los comercios argentinos.
El comercio fronterizo
En condiciones normales, un aluvión de turistas consumiendo productos y servicios argentinos sería algo positivo. Sin embargo, cuando éste consumo se produce por una escapada del dólar como se vivió ésta semana puede traer consecuencias graves para los comercios y restoranes de la provincia.
Un buen ejemplo es el sector gastronómico. Tanto mozos como encargados suelen mirar con alivio cada vez que una mesa se llena de clientes brasileros. Como el tipo de cambio hace que los platos y bebidas les parezca baratos, suelen ser quienes consumen más, compran los vinos más caros y hasta dejan las mejores propinas. El problema es que ese mismo cambio que les parece barato a ellos, le parece caro a muchos argentinos.
En diálogo con NEA HOY, el comerciante gastronómico y Presidente de la Cámara Metropolitana de Turismo, Comercio y Servicios de misiones Martín Oria explicó que, si bien la diferencia de cambio hace que más brasileros vengan a ocupar las mesas de los restaurantes, ésto no termina compensando la cantidad de clientes argentinos que decidirán no salir a comer por la pérdida que la corrida generó en su poder adquisitivo.
Vamos a usar toda las herramientas del Estado para ordenar esta situación y en ese sentido notificamos al FMI de las restricciones que pesaban sobre la Argentina y vamos a cambiar en la rediscusión del Programa.
— Sergio Massa (@SergioMassa) April 25, 2023
Entonces, mientras que ésta semana la corrida probablemente provoque que haya una mesa más de brasileros, la misma corrida seguramente generará cuatro mesas menos de argentinos, y otras cinco en las que eligieron un plato más barato, o tomaran un vino menos.
El rubro comercial también tiene su particularidad. En principio, al comerciante le conviene vender, sin importar a quien, y si una subida repentina del dólar atrae a más brasileños o paraguayos a comprar sus productos, esto lo beneficia.
El problema es que ésta misma escalada hace que los proveedores no le quieran vender mercadería hasta que el tipo de cambio se normalice y puedan redefinir los precios. El comerciante, entonces, corre el riesgo de bajar mucho su stock para después reabastecerse a un margen de ganancia mucho menor.
Finalmente, la compra de productos subsidiados significa que ése gasto estatal, realizado para que las harinas, aceites y combustibles tengan un precio más accesible para las familias argentinas, terminan por beneficiar a los extranjeros.
La diferencia en el precio de combustible de una frontera a otra generó una problemática particular, ya que hay gente que ingresa a Argentina para comprar combustible y venderlo al otro lado de la frontera.
El peligro que conlleva éste tipo de contrabando dedicado a transportar sustancias de combustión ya provocó varios incendios en la aduana posadeña. En un intento por reducir ésta práctica, las estaciones de servicio resuelven cobrar un precio diferencial a los autos con patente extranjera.
Sin embargo, esto no impide que particulares quieren vender a extranjeros, y cada corrida y escapada del dólar, abre la ventana para que ésta práctica aumente y peligre las vidas, tanto de los que transportan el combustible como de quienes lo almacenan y sus alrededores.
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