Nadie duda que la alimentación saludable en las infancias es uno de los aspectos más importantes para lograr que el niño o niña pueda desarrollar todo su potencial de crecimiento y aprendizaje. Además, es una edad crucial para el desarrollo de hábitos saludables como el de mantener una dieta balanceada.
Sin embargo, la tarea como padres y tutores es ardua, y entre las dificultades económicas y las presiones sociales muchas veces es difícil seguir recomendaciones como la de alejarse de las gaseosas y ultraprocesados y mantener una dieta balanceada.
En NEA HOY, dialogamos con algunas nutricionistas que compartieron tips y consejos para poder mejorar la alimentación en las infancias.
La alimentación, un asunto de familia
La Doctora Mónica Katz, académica y escritora de varios libros sobre alimentación como “Somos lo que Comemos” y “El Método No Dieta”, empezó derribando algunos mitos, como el que se deba planificar una dieta exclusiva para niños diferente a la de los adultos.
“La alimentación de los chicos en edad escolar es la alimentación saludable de cualquier adulto”, expuso la doctora, “no hay diferencias entre alimentaciones de chicos y adultos hoy, las recomendaciones nutricionales son exactamente iguales, lo único que cambia es la porción”.
Para Katz, entender ésto es importante, ya que la dieta saludable debe ser compartida, entre el adulto y el niño. Esto no solo quita de la mesa el esfuerzo de tener que planificar dos alimentaciones distintas (la del chico y la del adulto), sino que además brinda la oportunidad a los padres de cuidar al niño al mismo tiempo que se cuida a uno mismo, aportando también con el ejemplo la importancia de una alimentación saludable.
“La mayor dificultad que tienen los padres es que tienen los mismos problemas que los hijos en general”, recomienda la doctora, “en una familia que tiene sobrepeso, todos tienen la misma dificultad, por eso siempre digo que la obesidad infantil es un asunto de familia, entonces hay que trabajar con los papás”.
Un acuerdo saludable
Otro problema recurrente es que, agobiados por las responsabilidades del día a día, los padres se encuentran que no tienen tiempo para pensar y planificar la manera de brindar a sus hijos una dieta saludable y balanceada y terminan cayendo en las opciones más fáciles, comprándoles alguna galletita en el kiosko.
La nutricionista Virginia Yodice compartió un excelente tip para aplicarlo en las salitas y escuelas en donde se intentan implementar meriendas o colaciones saludables. En éstos casos, ella recomienda organizar entre todos los padres un sistema de delegados, en los que entre todos se turnen todos los días para preparar a los chicos un alimento saludable.
“Entonces, si bien quizás algún día resulta más laborioso, porque de repente tenés que hacer una torta casera, una torta rica de zanahoria para veinticinco chicos o tenés que enviar veinticinco frutas, pero es una vez al mes, pero el resto de los días ayuda a bajar el estrés que tenemos como papás y mamás”, explica la profesional.
Además, agrega la nutricionista, ésto también “permite unificar, porque una parte importante de ofrecer opciones saludables también es que haya un acuerdo, es decir, que no esté conviviendo la galletita con la fruta”. De ésta manera, si un padre o madre se esfuerza para brindar a su hijo una comida saludable, no tiene que enfrentarse con la frustración del niño al ver que sus compañeritos están comiendo galletitas dulces.
De ésta manera, la alimentación saludable puede ser sostenida al mantenerse en común acuerdo entre los distintos padres.
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