La República del Paraguay atraviesa una curva ascendente de casos de COVID-19, acrecentada en los últimos dos meses del año, coincidente con la llegada del verano y el levantamiento de las restricciones.
Esta situación sanitaria llevó a que los distintos centros de salud, tanto público como privado, lleguen a niveles de estrés muy altos, en algunos casos como el de Itapúa, con el 100% de camas de terapia intensiva ocupadas.
Sumado a esto, la tensión política en Paraguay es alta. Mario Abdo Benítez, Presidente de la Nación, tuvo que realizar varios cambios en su gabinete para efectivizar sus medidas en pandemia y garantizar la gobernabilidad. Varios ministros fueron removidos.
Por otra parte, la caída abrupta del PBI paraguayo preocupa a los macroeconomistas del país, ya que este indicador se retrajo casi 2 puntos porcentuales, impactando en el mercado de trabajo, la producción y, sobre todo, el consumo interno.
Las zonas más afectadas del país son las turísticas y fronterizas, caso de Asunción, Encarnación y Ciudad del Este. Esto se debe a una dependencia comercial con sus vecinos de Argentina y Brasil.
Para ser muy claros: la Asociación de Emprendedores del Paraguay, liderada por Bruno Defelippe, junto al Ministerio de Gobierno de la Nación, plantean que unos 50.000 trabajadores han sido suspendidos y más de 6.330 empresas han parado o cerrado en la pandemia.
Esto es un número muy elevado para un país con una fuerza laboral muy baja y que ahora, producto del parate económico de la pandemia, agudiza esta falencia. Es por esto que el Estado de Emergencia es clave para sostener la situación.
Esto también repercute en las cajas del Estado. El caso del IPS, ente que recauda y funciona como Seguridad Social y Obra Social y Previsional, es muy claro.
De los 100 millones de dólares que recibió de aportes, 33 millones de dólares fueron a subsidios divididos en 8 partes.
Esta situación se dio en el marco de una Ley de Emergencia, la misma fue promovida en marzo y ejecutada por el Gobierno paraguayo durante la pandemia.
Ahora, la situación era un tanto distinta. El Gobierno de Mario Abdo Benítez ya trazó un plan de vuelta a la normalidad, con el regreso del movimiento turístico internacional, los traslados internos y la vuelta a clases.
Pero por las presiones de sectores del propio oficialismo y del sector privado, el Ejecutivo nacional, con el apoyo de ambas cámaras legislativas, extendieron la Ley de Emergencia por 6 meses más, llegando a junio de 2021 como fecha final.
Coronavirus en Paraguay
El país registra más de 100.000 casos positivos de COVID-19, experimentando un incremento exponencial en el pico de contagios en las últimas 4 semanas.
Las fiestas navideñas y la llegada del verano fueron factores claves en la suba de estas cifras de contagiados.
Lo importante es que el Ministerio de Hacienda del Paraguay informó que, en vistas de adquirir un stock importante de vacunas contra el COVID-19, prepara un fondo de 90 millones de dólares americanos.
La fecha del inicio de la campaña de inmunización aún no está definida.
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