Brasil es la potencia económica de Latinoamérica, eso no cabe duda.
Con 209 millones de habitantes y un PBI casi tres veces mayor al de Argentina, posee un mercado interno inmenso y es el principal socio comercial de sus vecinos.
De todas formas, Brasil viene atravesando momentos de inestabilidad institucional y política en los últimos 5 años, incluida la asunción al poder de Jair Bolsonaro en 2019.
Pobreza en Brasil
La economía brasileña se caracterizó por tener un fuerte potencial agroexportador, especialmente al sur del país, siendo una de las principales áreas productivas junto con un inmenso mercado automotor que exporta partes y vehículos a toda la región.
Por otra parte, Brasil tiene más de 50 ministerios y cientos de Secretarías de Estado, lo que le genera un inmenso Gasto Público, lo que no se condice con los niveles de recaudación del país.
Esta situación, sumada a la pandemia del COVID-19 que ya dejó un tendal de 203.000 muertos en Brasil, llevó a que su máxima autoridad, Jair Bolsonaro, reflexiones y asegure que “Brasil está quebrado”.
“Brasil está quebrado, no puedo hacer nada” Jair Bolsonaro, Presidente de Brasil.
Esta afirmación puso un manto de dudas respecto a las decisiones políticas y económicas del Gabinete de Bolsonaro para los próximos meses, teniendo en cuenta el contexto de pandemia y de caída del consumo y turismo.
¿Por qué dice esto Bolsonaro?
Lo cierto es que la pobreza, y en especial la pobreza extrema en Brasil son un problema desde hace décadas.
Para entenderlo hay que saber que en este país más de 60 millones de personas viven con menos de 6 dólares americanos diarios, estando bajo la línea de la pobreza.
Por su parte, 6.5% de la población brasileña -unos 13 millones ciudadanos- viven con menos de 2 dólares americanos diarios, cayendo bajo la línea de pobreza extrema.
Esto, sumado a la pandemia del COVID-19 que retrajo la actividad económica internacional y limitó a Brasil respecto al turismo, llevó al Gobierno de Bolsonaro a asistir a más de 68 millones de personas.
Esto no fue suficiente porque en los últimos tres meses, casi 4 millones de brasileños cayeron en la pobreza.
El gasto público elevado, masivos subsidios por la pandemia tanto a personas como a empresas, caída de las exportaciones y por ende de las retenciones e impuestos en divisa, hacen que Bolsonaro exprese que Brasil está fuera de control en términos económicos.
Proyecciones en Brasil e impacto en Argentina
En contrapartida de lo que afirma Jair Bolsonaro, el Banco Mundial y varios de los mejores investigadores macroeconómicos del mundo aseguran que Brasil crecerá este 2021.
Esto se debe a que es un generador de commodities: es uno de los principales productores de soja, girasol y trigo del mundo.
Además, luego de la retracción económica del 2020, los macroeconomistas prevén un salto en la comercialización internacional en el 2021, generando ganancias importantes en los países productores de alimentos.
Las proyecciones del Banco Mundial indican que Brasil caerá casi un 4% durante el periodo 2021.
Estos números impactarán en la economía Argentina, siendo Brasil el principal socio comercial de nuestro país.
Esto se debe a que las exportaciones de granos y productos de primera necesidad serán demandados por Brasil, que con un año productivo bueno, impulsará -al menos- un punto porcentual al crecimiento argentino.
COVID-19 en Brasil: situación.
Brasil es el país más afectado de la región por el COVID-19 y el segundo del mundo, detrás de Estados Unidos.
Las estadísticas oficiales indican que hay más de 8 millones de contagiados desde que inició la pandemia y más de 203.000 muertes.
Actualmente, el Estado de Manaos y el de Río de Janeiro se encuentran más golpeados por el virus.
A contramano de esto, desde el Gobierno Nacional no han dado directivas o avances de cuándo empezarán a vacunar contra el coronavirus, aunque se estima que lo harán a mediados de febrero, invirtiendo más de 3 mil millones de dólares en la campaña de inmunización.
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