A últimas horas de ayer, al Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi en Asunción llegaron 100.000 dosis de Covaxin, la vacuna de origen indio que tiene casi el 80% de efectividad contra el COVID-19.
De esta forma, Paraguay va conformando un pequeño pero regular stock de inmunizaciones para continuar con su Plan de Vacunación, que tiene como prioridad la inoculación de los médicos y el resto del personal de salud y esencial.
Pero hay un detalle en las vacunas: a Paraguay llegaron miles y miles de dosis de vacunas contra el virus de COVID-19 de diversas naciones. Esto acrecienta las dudas de parte de la oposición paraguaya respecto al manejo del Gobierno de Marito Abdo Benítez.
Recordemos que durante la gestión del ex Ministro de Salud, Julio Mazzoleni, el país realizó una transferencia errónea de más de 6 millones de dólares, que debía ir al mecanismo COVAX de la ONU y fue hacia una Fundación de orígenes norteamericanos, problema que aseguran fue “solventado”.
De todas formas, el contexto no es favorable para la gestión de Abdo Benítez, ya que la campaña de vacunación avanza, pero no con el ritmo necesario para alcanzar una inmunidad a corto plazo de la mayor parte de la población.
Además de las 100.000 dosis que llegaron ayer, provenientes de India tras gestiones bilaterales de Cancillería paraguaya, se esperan que en las próximas jornadas lleguen otras 100.000 vacunas, completando una donación total de 200.000.
Otros países se han solidarizado con Paraguay para que pueda vacunar a su población. En un primer momento fue Chile quien donó unas 20.000 dosis -tanto a Paraguay como a Ecuador- de la vacuna de CoronaVac.
Después, desde Medio Oriente llegaron varias dosis: de los Emiratos Árabes Unidos recibieron 4.000 dosis de Sinopharm y de parte de Qatar -socio comercial de Paraguay- que se comprometió con 400.000 dosis de la vacuna de Moderna, con la condición de que los paraguayos realizarán la compra de 400.000 vacunas más.
También, mediante el mecanismo COVAX han llegado poco más de 40.000 dosis en lo que va de este 2021.
Paraguay tiene un serio problema en la adquisición de vacunas, no tanto por falta de fondos, sino por una deuda de las farmaceúticas con países emergentes. Ya tiene comprometidas otras 64.000 dosis del mecanismo COVAX, 2 millones compradas a AstraZeneca y otro lote de 1 millón de dosis de la Sputnik V de Rusia.
Desde las autoridades sanitarias paraguayas aseguran necesitar entre “unas 8 a 10 millones de vacunas” para cumplir con éxito su campaña de vacunación, con el objetivo final de aplicar 300.000 dosis diarias en distintos puntos del país.
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