El Gobierno de Formosa fue duramente criticado por las medidas sanitarias para enfrentar la pandemia, pero la estrategia para evitar contagios y muertes por coronavirus demostró ser la mejor. A pesar de ello, sigue siendo blanco constante de cuestionamientos de la oposición nacional. El politólogo Julio Burdman, explicó los ataques opositores contra Formosa y porqué se convirtió en un campo de batalla política.
Desde marzo, el pico de contagios se incrementó. Durante ese mes, por la vuelta al aislamiento social, los comerciantes se autoconvocaron en la Casa de Gobierno de Formosa para manifestarse y pedir que las autoridades revean la decisión adoptada para bajar la circulación de personas. La convocatoria, que fue utilizada por la oposición al Gobierno de Formosa, terminó en caos durante toda una jornada.
Los ataques políticos fueron acompañados de presentaciones y fallos judiciales, que llevaron a que se deba aplicar otra estrategia que no era la utilizada por el Gobierno, y que finalmente, llevó al pico mencionado.
Lo que ocurrió en la provincia de Formosa ocupó horas en la pantalla de algunos canales de televisión y extensas líneas en los diarios nacionales, en teoría, para analizar la situación de Formosa.
Sin embargo, el politólogo Julio Burdman, se encargó de desmenuzar en una columna para el diario Tiempo Argentino, a la que título “Formosa, campo de una batalla simbólica”, algunas cuestiones sobre la realidad política de la provincia.
El analista político habló con NEA HOY y expuso que Formosa representa, en la disputa del poder, la provincia donde el peronismo gana siempre.
Burdman dijo que Gildo Insfrán representa ese fenómeno electoral que, pese a ser criticado, arremete durante las elecciones con el 70% de los votos, siendo uno de los últimos gobernadores que fue reelegido muchas veces.
En ese sentido, definió a Formosa como ese fenómeno peronista del interior del país, que critican tanto Juntos por el Cambio como el peronismo llamado republicano. Por lo tanto, Formosa se convirtió en el símbolo electoral del Frente de Todos y las bases electorales del oficialismo nacional.
Para Julio Burdman, si Gildo Insfrán no se presentara a elecciones, otro candidato que represente al Frente Peronista ganaría igual en Formosa ya que el movimiento va mas allá de las figuras personales. Esto tiene que ver, consideró, por el reconocimiento a la gestión de los últimos años, porque el peronismo en la provincia es más que un gobierno: es el partido que defiende los intereses de Formosa.
“El peronismo de Formosa forma parte de un peronismo nacional, pero es un fenómeno provincial muy fuerte”.
Sobre la actualidad de Formosa de la que tanto se habla, el analista político explicó que la mayoría de los argentinos no entienden que la provincia tiene una realidad distinta y que comparte una extensa frontera con Paraguay, país que hoy está colapsado por la pandemia.
Burdman dijo que aunque no debe ser fácil gobernar en esta coyuntura, en medio de una emergencia sanitaria, el pánico que genera el colapso sanitario explica porqué Formosa aplicó las medidas sanitarias más duras del país.
La realidad geopolítica de Formosa es lo que faltó explicar, observó en cuanto a la comunicación gubernamental, para que se entienda lo grave de la situación y el peligro de estar al lado de un país, Paraguay, que está con un sistema de salud colapsado. Por eso, la mayoría de las personas entendían, por los medios nacionales, que con las medidas sanitarias el Gobierno estaba generando un caos social, cuando en realidad intentaba cuidar a la población.
El politólogo expuso que la oposición de Juntos por el Cambio buscó hacer de Formosa un punto emblemático, porque pretendieron decir que es el peronismo profundo y para vencer hay que vencer en la provincia.
Para Burdman la oposición del sector que lidera Patricia Bullrich cree que vencer a Gildo Insfrán es ganar la resistencia.
“La oposición a otra provincia no hubiera ido. Si lo que ocurrió en Formosa hubiese pasado en Catamarca, no iba a ir medio Cambiemos allí”.
Finalmente, puntualizó que la provincia se convirtió en el último eslabón representativo donde el peronismo nunca pierde y obtiene los porcentajes más altos.
Para el analista, Formosa es el peronismo que como fuerza provincial defiende a la provincia y al Gobierno Nacional.
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