La semana pasada el Presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO) anticipó que mandará al Congreso las reformas constitucionales para el período legislativo 2021-2024. El anuncio se dio después de que su partido MORENA tuviera un balance positivo en las elecciones intermedias, manteniendo la mayoría en la Cámara de Diputados y ganando 11 de las 15 gubernaturas en disputa.
Las reformas estarían dirigidas a fortalecer la Comisión Federal de Electricidad, a la renovación del Instituto Nacional Electoral, desaparecer diputados y senadores plurinominales, y la última para que la Guardia Nacional pase a manos de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Sin embargo, aunque la coalición Morena/PT/PVEM haya logrado mayoría absoluta en la Cámara de Diputados, necesitará negociar con al menos una de las oposiciones para lograr la mayoría calificada y aprobar los proyectos.
Fortalecer la Comisión Federal de Electricidad
Las reformas constitucionales fueron anunciadas en medio de especulaciones de que el Ejecutivo nacional elevaría proyectos para subir impuestos. Para contrarrestar estos discursos el Presidente aseguró que la primera reforma tendrá por objetivo fortalecer la Comisión Federal de Electricidad (CFE) que, según lo plantea, permitiría eliminar el aumento de tarifas.
“Si los legisladores dicen que no, yo ya cumplí. Si ellos quieren seguir apoyando esta injusticia, que empresas particulares tengan mejor trato que la CFE, pues que asuman su responsabilidad” Lopez Obrador.
La Ley de la Industria Eléctrica de México ya fue reformada en el 2014 por el Gobierno del entonces Presidente Enrique Peña Nieto. Esta iniciativa supuso una serie de cambios constitucionales dirigidos a ampliar la participación de las empresas privadas en el sector energético.
López Obrador, quien como opositor ya había discutido la iniciativa de Peña Nieto, envió en febrero de este año un proyecto de reforma con el objetivo de priorizar a la Comisión Federal de Electricidad dentro del suministro eléctrico, garantizándole el 54% del mercado.
“Se hizo una reforma a una ley para resolver este problema, pero todavía no se publicaba la ley para resolver este problema y empezaron a aprobarse por los jueces, los amparos. ¿Entonces qué nos queda? Una reforma constitucional”, López Obrador.
Pero a pesar de ser aprobada por mayoría en el Congreso, una serie de amparos judiciales han impedido que la reforma prospere. Esta vez se espera que con una reforma de carácter constitucional la medida pueda prosperar.
Reforma del Instituto Nacional Electoral
Probablemente una de las reformas constitucionales con mayor apoyo sea la del Instituto Nacional Electoral, programada para el 2022. Esta iniciativa prevé un aumento del 3% al 4% de la votación necesaria para que un partido político mantenga el registro, atendiendo a una demanda popular de depurar aquellos partidos pequeños que no tenían representación pero demandaban gastos electorales del presupuesto nacional.
Además asegura una reducción en el presupuesto electoral destinado a campaña. Pero lo más importante es la eliminación de los legisladores plurinominales.
“tenemos un exceso de legisladores quienes no son elegidos por el pueblo si no por las cúpulas de los partidos y su desaparición generaría grandes ahorros que podrían utilizarse en beneficio de la población.”, Oscar Gutierrez Camacho, Diputado Morenista.
La figura del legislador plurinominal surge a finales de los 70 cuando el Partido Revolucionario Institucional ganaba las elecciones por más del 90% de los votos. A través de esta figura se aseguró por mucho tiempo la representación de los partidos opositores en las cámaras, propiciando además que estos pudiesen lograr mayor representatividad poco a poco.
Hoy en día los legisladores llegan a ocupar sus bancas por tres vías, por mayoría relativa (aquellos que son votados y ganan durante las elecciones), por primera minoría (los que quedaron en segundo lugar de los comicios; aunque esta forma sólo es aplicada en el Senado), y de representación proporcional (también conocidos como plurinominales).
Los plurinominales son elegidos por las dirigencias de los respectivos partidos a los que pertenecen y no necesitaron hacer campaña, aparecer en boletas electorales ni promover el voto ciudadano para ser parte de alguna de las cámaras.
Los diputados del partido MORENA afirman que ya no se necesita esta figura para asegurar la representatividad en las cámaras y especulan que está siendo utilizada para mantener los fueros de algunos funcionarios sin necesidad del voto ciudadano.
Hoy en día 200 de las 500 bancas de la Cámara de Diputados son plurinominales, así como 32 de las 128 bancas de senadores. Habrá que esperar para ver cuántas de estas bancas serían transformadas en “minoría relativa” y cuántas serían borradas con la reforma.
Reforma de la Guardia Nacional
La última de las reformas constitucionales es tal vez la más polémica. Para el 2023 el Presidente propone que la Guardia Nacional pase a formar parte de la Secretaría de Defensa Nacional. La Guardia Nacional es un cuerpo creado en 2018 y cumple funciones de la seguridad pública. Mediante esta iniciativa pasaría a facultad de las fuerzas armadas.
“Tanto ciudadanos como organizaciones consideran que la participación del Ejército en numerosos abusos de derechos humanos demuestra que no está capacitado ni es apto para hacer cumplir la ley en el ámbito civil.” Javier Buenrostro, Historiador de la UNAM
La reforma parece responder a una agenda de López Obrador que intenta ampliar las facultades de las Fuerzas Armadas. En su mandato, el Presidente ha puesto al Ejército a cargo de los puertos marítimos y las inspecciones aduaneras, le ha dado a la marina la propiedad parcial del enlace ferroviario y portuario del proyecto del Tren Corredor Transístmico.
Le ha dado al SEDENA el control operativo del Tren Maya y ha puesto a los ingenieros militares a cargo de construir muchos de los proyectos de infraestructura en México.
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