El pádel tuvo su auge en la década del 90 y ahora volvió a resurgir en los últimos años con una gran cantidad de practicantes. Misiones no es la excepción, y en el último tiempo se duplicaron las canchas.
El deporte fue uno de los primeros en recibir el visto bueno de las autoridades provinciales para regresar a la actividad en plena cuarentena ya que lo consideraron seguro debido a la distancia que mantienen las parejas en las canchas.
Al día de hoy es una de las pocas disciplinas que realiza torneos casi todos los fines de semana, y cada vez se suman más aficionados en las distintas categorías que se ofrecen.
El crecimiento
El pádel vivió su momento de gloria a principios de los 90 donde mucha gente comenzó a practicarlo. En ese tiempo el país logró tener a los mejores representantes de la disciplina en el mundo.
A medida que pasaron los años el deporte se expandió en distintas partes del mundo y sumó miles de nuevos practicantes. Argentina entró en una meseta a principios de los 2000, y en los últimos años volvió a resurgir.
Hoy debido a la alta demanda para conseguir turno en una cancha de Posadas, es necesario solicitarlo con varios días de anticipación. El intenso movimiento permitió que se realicen circuitos organizados por los distintos complejos.
Canchas vidriadas
El boom del último tiempo son las canchas vidriadas de pádel, más estéticas y cómodas para que los amantes del deporte puedan practicarlo.
El valor de una cancha de este tipo ronda entre USD 7.000 y USD 10.000. Una de las empresas que las monta especificó que Misiones está entre las tres provincias con mayor demanda.
Pese a que pueden ser más atractivas, estas canchas pueden ser más peligrosas. De hecho, hace algunos meses un jugador disputaba un partido en Posadas y tras esforzarse para llegar a una pelota, terminó sobrepasando el vidrio sin heridas graves.
Primera cancha pública de Misiones
En Bonpland, una localidad ubicada a 75 km de la capital misionera, decidieron montar una cancha municipal para que todos puedan practicar el deporte.
Allí lo único que se debe hacer es solicitar el turno con bastante antelación debido a la gran demanda y dirigirse a jugar. En el caso que el interesado no tenga su paleta, desde el municipio le prestan una para que pueda jugar.
Sobre esta situación, Roy Hein, secretario de Deportes de Bonpland afirmó: “Para el municipio es un placer, nosotros que jugamos desde siempre, nos íbamos hasta Alem para disputar un partido y hoy tenemos la primera cancha gratuita de la provincia”.
Si bien no se cobra por jugar, a quienes puedan colaborar, el municipio les solicita $200 por mes al grupo familiar para ayudar con los gastos de mantenimiento. De igual manera, el que no puede abonar juega igual.
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