La Biofábrica de Misiones desarrolla protocolos de conservación y propagación masiva de plantas por vías biotecnológicas, así como servicios de certificación varietal y sanitaria.
La fábrica trabaja en líneas productivas demandadas por el mercado regional y nacional, que incluyen gramíneas, bulbos, forestales, frutales, aromáticas, medicinales, ornamentales y bioinsumos agrícolas.
“El proyecto a largo plazo siempre fue ofrecer a los productores la mejor genética disponible en cada uno de los cultivos a través de un tratamiento a las semillas”, afirmó el presidente de la Biofábrica, José Cabral, en una entrevista a NEA HOY.
A gran escala, la Biofábrica se encarga de sanear y limpiar las semillas para mejorar el rendimiento de los cultivos, como parte de la estrategia que llevan adelante desde 2006.
Producción de cannabis
Con la siembra y germinación de la primera muestra de diez variedades, la Biofábrica inició la etapa de germinación para el posterior cultivo y la obtención de flores para la producción de cannabis medicinal.
Tras varios años en los cuales las autoridades tuvieron que superar estrictos controles por parte de organismos nacionales como el Ministerio de Salud o la ANMAT, comenzó la germinación con éxito de las primeras semillas de cannabis medicinal.
Este proceso permite garantizar la provisión de los derivados del cannabis a la población misionera. La empresa biotecnológica tendrá el rol de ser la proveedora de materia prima de calidad.
Sobre este proceso, Cabral señaló: “Primero se analizaron las variedades de cannabis que pudieran tener uso medicinal y luego de dos años de pasar por requerimientos, hemos sido autorizados para recibir semillas de uno de los cuatro orígenes de Estados Unidos”.
Proceso a largo plazo
El proceso para llegar a las flores y luego al aceite aún debe cumplir diferentes etapas. La primera es conocer cómo se adaptan las diferentes variedades a la zona.
Para entender un poco más, el presidente de la Biofábrica señaló: “Las etapas arrancan con la germinación, luego viene la cría en envases para trasplantar a macetas y ahí manejar las plantas para su cultivo de flores. El objetivo es su provisión como materia prima para el proceso industrial pero con un estándar de calidad internacional”.
Solamente el proceso de validación dura aproximadamente unos tres meses con cada variedad de semillas. En ese marco, la Biofábrica cuenta con 10 variedades para buscar los mejores ejemplares.
A medida que se va conociendo el comportamiento de las plantas y teniendo en cuenta que es un cultivo de ciclo corto se inicia la producción a escala, conociendo cuáles son las mejores variedades para empezar la etapa de clonación.
Producir en pandemia
La Biofábrica no detuvo su trabajo en pandemia debido a la alta demanda y la imposibilidad de descuidar los cultivos. Es por eso que implementaron distintas estrategias para evitar contagios.
En una primera etapa se definieron turnos y se rotaba constantemente el personal para no hacerlos coincidir. Mientras que durante una segunda instancia, la empresa decidió habilitar un transporte propio para movilizar a sus trabajadores.
José Cabral contó que en los laboratorios “fue más difícil el tema protocolos durante la pandemia, mientras que en los viveros fue más simple. En todos los sectores seguimos con los recaudos y por suerte no tuvimos ningún infectado”.
ADEMÁS EN NEA HOY:
Arboretum Alem: conocé la reserva misionera que protege especies en extinción
La Ruta de la yerba mate: entre el turismo y la historia misionera
