La economía del cuidado aumentó significativamente durante la pandemia del COVID-19: es que esta crece a medida que aumenta la demanda de cuidado de niños y de personas mayores en todas las regiones de Paraguay, por lo que se prevé un fuerte aumento de empleos en los próximos años.
Sin embargo, el trabajo de cuidados en todo el mundo se caracteriza por la falta de beneficios y protecciones, bajos salarios o nula compensación, así como también que es realizado en un alto porcentaje por mujeres.
En el año 2012, el Gobierno de Paraguay creó el Ministerio de la Mujer para promover la igualdad de género y promover políticas públicas para el empoderamiento de las mujeres paraguayas.
¿Qué es la economía del cuidado?
La economía del cuidado implica todo aquella labor que se realiza puertas adentro: limpiar, cocinar, cuidar de los hijos y a los adultos mayores. La inmensa mayoría de las personas que lo ejercen son mujeres y lo hacen sin recibir remuneración económica.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las mujeres dedican a esta labor tres veces más tiempo que los hombres, dejándolas con menos espacio para dedicarse a su vida profesional. Como consecuencia, las mujeres están más empobrecidas y con menos representación en los trabajos y cargos de poder.
En Paraguay, el trabajo del cuidado no remunerado representa el 10,2% del Producto Interno Bruto (PIB), pero si le agregamos el trabajo doméstico (12,2%) sube a 22,4%. El trabajo de las mujeres representa 17,2%, es decir, el 80% del trabajo de cuidado y doméstico no remunerado está realizado por las mujeres.
Economía del cuidado en Paraguay
La Doctora en Economía del desarrollo, Veronica Serafini, explicó a NEA HOY la situación de la economía del cuidado en Paraguay: “Las licencias maternales y paternales están limitadas al trabajo en relación de dependencia que es mínimo. La mayor parte del trabajo es por cuenta propia. No hay servicios de cuidado infantil, tampoco hay servicios de cuidado para personas mayores o para quienes tienen algún tipo de dependencia”.
En 2019, el Ministerio de la Mujer delimitó un marco de diseño de “Política de Cuidados en el Paraguay”. En relación a esto, Serafini manifestó:
“Tenemos un documento que delinea las políticas de cuidado pero no hay programas de amplio alcance”.
Las actividades que llevan más tiempo son: cocinar, limpiar, lavar y planchar la ropa, y el cuidado de niños y niñas. Paraguay es un país joven, si bien está envejeciendo rápidamente, la niñez sigue teniendo un fuerte peso demográfico.
¿Por qué es importante hablar de la economía del cuidado?
La economía del cuidado es central para el bienestar, pero también cumple un rol muy importante para el crecimiento económico, ya que impacta en el Producto Interno Bruto (PIB).
Sin embargo, el hecho de que las mujeres sean las principales responsables debido a la división sexual del trabajo hace que ellas permanezcan fuera del mercado laboral, trabajen menos horas de las que querrían y por ende tienen menos ingresos.
“Esta menor participación de las mujeres en el mercado laboral constituye una oportunidad perdida para el crecimiento económico a nivel macro y también para el bienestar de los hogares porque se reduce el ingreso familiar”, enfatizó la economista.
Por otro lado, la doctora en Economía expresó: “Es necesario valorizar el trabajo de cuidado, de manera que el mercado laboral remunere adecuadamente. Las ocupaciones de cuidado suelen ser las peor remuneradas en América Latina como el trabajo doméstico, la docencia, los servicios de salud y de enfermería”.
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