Desde las clínicas y sanatorios de Formosa, especialmente los médicos agrupados en la Asociación de Clínicas y Sanatorios (ACLISA), se declararon en estado de alerta y piden una actualización del monto que pagan obras sociales y prepagas.
El Sindicato de la Sanidad, que encabeza el co-secretario de la CGT Héctor Daer, había firmado en el Ministerio de Trabajo un aumento del 45% con los prestadores de medicina en cuatro cuotas, con cláusula de revisión en febrero de 2022. El acuerdo se pagará 15% en julio, 15% en septiembre, 10% en noviembre y 5% en febrero, donde se volverán a sentar a negociar. El acuerdo de aumento va en sintonía con el número que reclamaban los trabajadores del sector de salud.
Sin embargo, según advirtió a NEA HOY la Dra. Carolina Capello, vocal de la comisión directiva de la Asociación de Clínicas y Sanatorios (ACLISA) de Formosa, están en máxima alerta con una situación delicada. La misma venía arrastrándose en los últimos dos años y se agravó durante la pandemia ante las partidas especiales destinadas a cubrir la demanda de insumos que están en dólares.
“Este año, aunque se cerraron paritarias y aumentos del personal de sanidad, no se pudo llevar adelante la negociación con el sector privado, por lo tanto, no tenemos los incrementos equivalentes de acuerdo a lo que pagan las obras sociales para afrontar los sueldos del personal”, explicó.
“Necesitamos una actualización de los precios que nosotros no los fijamos, los fijan las obras sociales y la medicina prepaga”, explicó a NEA HOY la Dra. carolina capello.
El contexto es complicado, tanto para sanatorios y clínicas privadas como para los médicos que trabajan de forma independiente para cubrir los sueldos del personal de sanidad, expuso.
En ese sentido, detalló que hay un atraso en las actualizaciones de los valores que pagan las obras sociales y prepagas del 45% del 2020 sumado al mismo porcentaje de lo que va de este 2021, para poder cubrir la demanda de clínicas y sanatorios privados de Formosa.
La vocera de ACLISA Formosa agregó que el sector estaba mal económicamente desde antes, pero se acentuó con la llegada de la pandemia y debieron sumar gastos extras para poder hacer frente al COVID-19.
Aunque, aclaró que la salud privada no se ha encargado de toda la atención de los pacientes de COVID-19, sí hubo un momento de la pandemia que las camas UTI eran mayormente ocupadas por pacientes de coronavirus e igualmente se siguió atendiendo otro tipos de patologías, estudios y cirugías.
Las áreas destinadas para el aislamiento de las clínicas y sanatorios están en su mayoría liberadas, dada la mejora en la situación epidemiológica de Formosa.
Asimismo, la Dra. Carolina Capello reconoció que pudieron sobrellevar la situación por los desembolsos de los Repro y los bonos para el personal de salud. En ese sentido, piden asistencia del Estado para mejorar la situación económica preocupante por la que atraviesan clínicas y sanatorios.
Para cerrar, sostuvo que al no tener margen como para hacer ningún tipo de inversión para mantener lo que ya está funcionando, esta es una situación de máxima alerta, por lo que planteó la necesidad de un incremento en los aranceles que pagan las obras sociales y prepagas de manera urgente.
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